Llegue a casa después de mi cita con Zack, fue tan dulce, me llevo por un helado y nos habíamos quedado hablando en el local. Estar con el era increible, me sentía comoda, me sentía segura, me sentía yo misma junto a el.
Entre y había dejado mi bolso en el recibidor cuando escuche a papá hablar por el telefono, era extraño ya que solía llegar un poco mas tarde. Mis ganas de escuchar me habían ganado, lentamente me fui acercando a la puerta de la sala de estar con cuidado de no abrir las puertas o sino papá se molestaría por estar espiandolo.—¡Ya te dije! ¡No pienso ir hasta allá!—Dijo molesto— Me importa un soberano comino, perdiste tu oportunidad, ¡Afronta las consecuencias!
Estaba discutiendo con alguien y se escuchaba bastante molesto, abrí un poco una de las puertas y lo vi ahí parado, caminaba de aquí para allá escuchando lo que esa persona le decia, podía ver la vena de su cuello hincharse, estaba mas que molesto, estaba furioso.
—¿Te estas escuchando? Tengo todo a mi favor, tu solo tienes una cosa y lo dejaste, ¡Debiste tomar tu responsabilidad!¿Con quien estaba hablando? Quería saber mas, necesitaba saber mas. Papá cada vez se ponía mas y mas furioso, la ultima vez que lo vi asi o cercano a eso fue cuando paso algo en la base donde estaba en ese tiempo pero esto lo afectaba aun mas.
—¡No la conseguirás Sarah! ¡Bianca es mi hija! Tu nos abandonaste en un momento crucial para todos, no vengas a exigirme derechos que ya no tienes, puedes ser su puta madre biológica pero no me la quitaras.
¿Mamá? Dios mio... Mis manos temblaban, mi boca estaba seca y mis ojos estaban por rebalsar en lagrimas, era ella, estaba llamando por mi. ¿Porque? ¿Porque ahora? ¿Porque no antes?
—Me importa una mierda si vives en Francia y tienes una vida de lujo, Bianca no ira contigo por una temporada, ni ahora ni nunca. Es su ultimo año y lo que menos quiero es que vengas aquí y arruines todo. No sabes cuanto se a esforzado con todo estos cambios para sobresalir y cumplir sus sueños, no permitiré que tus estúpidos sueños de ser la maravillosa madre que debiste ser empiecen ahora. Mira Sarah, yo pienso en mi hija y la conozco bastante. No le diré que llamaste y no vuelvas a buscarla ¿Entendiste? —Dijo antes de colgar en telefono, mi rostro estaba húmedo por las lagrimas, el se sentó en uno de los sillones agotado— Sarah, ¿Porque apareces justo ahora?
(...)
Estaba leyendo en mi cuarto cuando sentí unos ruidos en mi ventana, me levante extrañada cuando vi a Zack saludandome.
—¿Que haces aqui?—Le pregunté mientras vigilaba que nadie viera.
—Vine a verte linda.
—Tienes suerte, mi padre se fue por una emergencia, te abriré en un momento.Baje corriendo para poder abrirle, unos labios tocaron los míos haciendo que tocara el cielo.
—¿Y esto?
—¿Que? ¿No puedo visitar a mi chica?—Sonrió besando aun mas mis labios pero yo no respondí de la misma forma—¿Sucede algo?.
—Lo siento, mi cabeza esta en otro lugar.
—Estas triste, ¿Que paso?—Preguntó cuando me abrace a su cuerpo intentando no llorar– Hablame.
—Es mi mamá... Ella aparecio.
—¿Vino a verte?—Dijo sorprendido cuando negué– ¿Entonces que fue?
—Escuche a mi papá hablar con ella por telefono, por lo que entendi, ella queria estar conmigo ahora, llevarme a donde ella vive actualmente pero papá se lo nego de inmediato, estaba muy furioso.
—¿Donde vive tu madre?
—En Francia...
—¡¿Francia?!—Dijo asombrado cuando escuche la voz de papá luego de que la puerta se cerrara.
—¿Que pasa con Francia? ¿Bianca que hace el muchacho Ovard aqui?—Preguntó papá dejando un maletín en la mesa de la sala, su rostro estaba cansado, seguramente fue un dia duro.
—Papá, Zack vino a ayudarme con una tarea... Que era en pareja—Intente ser convincente y el asintio, se lo habia creido.
—Es un gusto verlo de nuevo Señor —Zack extendió su mano para saludarlo, papá se la acepta hasta que escuche sus nudillos crujir y la cara de Zack era de dolor, le estaba estrangulando la mano.
—El gusto es todo mio—Lo miro directamente hasta que lo solto– ¿Tienes hambre? Puedes quedarte a cenar.
—Eso seria genial—Dije feliz pero Zack nego rapidamente.
—N-No se moleste Señor Almirante... Es decir Almirante Rivers, Es decir Señor Rivers, yo ya me iba, fue un placer —Se despidio, lo acompaña hasta la puerta cuando se acerco a mi– Creo que tu padre me rompio la mano.
—Al menos no fue el brazo —Agregue y sus ojos saltaron asustados– Te vere mañana, cuidate –Me acerque cuidando que papá no nos viera y lo bese– Llamame.
—Lo hare, si es que logro marcar tu numero.
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Zack [SERIE: Zack]
RomanceBianca Rivers era solo una chica sencilla de 17 años con sueños, sueños que anhelaba cumplir. Su vida iba y venia en mudanzas, siempre empezando de 0, siempre despidiéndose, siempre siendo la nueva en todos los lugares. Lo único que deseaba con tod...