El cabello lacio de Penni resbala entre los dedos nerviosos de su dueña, que lo agita y lo apresa sin parar.
-¿Y bien? - pregunta la chica de al lado, ligeramente más alta y con el pelo castaño claro ondulado, adornado de finas mechas rubias.
-Maggie dice que de momento todavía no está todo preparado, tienen que aclarar algunas cosas y ... - Penni frunce el ceño y acerca más la cara al teléfono móvil que sujeta con su mano izquierda, pues es zurda - no entiendo qué me ha escrito aquí - le muestra la diminuta pantalla brillante a su amiga.
-Resolver unos problemas - dice esta, que pestañea un par de veces pues le pican los ojos. No necesita gafas, pero su visión ya no es la misma de cuando era pequeña.
-Eso, pero que por supuesto que estamos invitadas. Casi todo el pueblo lo está - dice resueltamente.
-Todos menos "Jerry" y "Hulk" - dice la castaña conteniendo una carcajada.
-¡Samy! ¿Todavía usas esos motes? - La rubia la reprende. Que Tom sea muy bajito y que Henry sea demasiado musculoso no le da derecho a llamarles de ese modo.
-¿Qué? – dice Sam levantando las manos.
Penni suspira y lleva la vista al cielo, frunciendo el ceño. Sabe que su amiga nunca cambiará, pero aunque a veces sea un poco brusca, le encanta pasar el rato con ella.
-Crees… ¿que Niall vendrá con alguien? – Dice Sam, situándose al lado de Penni junto a la pared de la casa en la que están esperando a Luke.
-No. Vuelve a casa para estar con su familia y volver a ver a sus amigos, ¿por qué iba a traer a alguien?
-No sé… puede que haya encontrado a alguna chica especial.
Penni gira la cabeza y observa a Sam. Sabe que no lo está diciendo por curiosidad o por cotillear.
-Sammy… ¿te sigue gustando?
La castaña tarda un rato en responder. Traga saliva y asiente, aunque no está muy convencida.
-¿Desde que se fue? – Penni sigue mirándola atentamente.
-Sí, bueno, no estoy muy segura, hace mucho que no lo veo y…
-¿Por qué no se lo dijiste? – Interrumpe la rubia.
Sam se desespera.
-Por que habría sido una tontería. Y ahora todavía más. Mírame, sólo soy una chica normal de un pueblo pequeño, él podría tener a cualquier chica que quisiera.
-Pero, ¿no crees que Niall tiene derecho a saber que te importa tanto?
-¿Para qué?
-Si fuera al revés a ti te gustaría saberlo, ¿no?
-¿Saber el qué? – La voz de Luke las interrumpe. Estaban tan absortas en la conversación que ni se dieron cuenta de que Luke había llegado junto a ellas.
Las dos chicas se miran entre ellas, gesto suficiente para saber que van a guardar silencio con respecto a ese tema en presencia de Luke.
-El por qué has tardado tanto – dice Sam y se despega de la pared. Luke se pasa las manos por su pelo negro. Los tres comienzan a andar sin rumbo definido, como tantas otras tardes.
Hablan de todo y de nada, de cosas sin importancia y de asuntos filosóficos. Llevan siendo los mejores amigos desde infantil y son como hermanos. Los tres tienen más amigos aparte, pero sienten que el vínculo que comparten es especial. Un lazo que ni siquiera otras personas pueden romper.
Hace ocho años.
“Vamos, ¡rómpela!”. Sus gritos irritantes se clavan en la mente de Luke como si fueran dardos venenosos. Los cuatro chicos lo empujan y le chillan. Luke resiste como puede sin intentar defenderse, pues sus manos están ocupadas protegiendo aquella pequeña tarjeta.
“¡Di que no vas a ir a su fiesta de cumpleaños!”.
Luke cierra los ojos. Los otros niños le tiran de la ropa, lo zarandean y lo llevan hasta la pared del patio del recreo. Los labios de Luke se mueven sin emitir ningún sonido. Sólo puede repetir una y otra vez en su mente que por favor, eso acabe pronto.
“Es una niña tonta y fea. ¡No sabe hablar!”. Los otros tres niños se ríen y Luke se traga sus ganas de llorar. No puede creer que le estén llamando todas esas cosas a su mejor amiga Sammy.
En un momento de debilidad Luke agarra con menos fuerza la tarjeta que esconde entre sus brazos, pegada a su pequeño cuerpo. Ellos lo notan y la arrancan de sus manos temblorosas. La rompen delante de sus narices, ríen, gritan y esparcen los pedazos de la tarjeta que hizo Sammy como invitación para ir a la fiesta de su cumpleaños. Luke ya no se reprime y deja caer unas cuantas lagrimas por sus mejillas, sin embargo los otros niños ya no le prestan atención, y casi todos se van corriendo a jugar al otro lado del recreo. Cerca de Luke sólo permanece el único niño que no le ha gritado, pero que tampoco había hecho nada para evitar esa situación. El pequeño Niall no despega sus ojos de Luke, y cuando este se abalanza sobre los pedazos de cartulina que hay en el suelo, Niall lo ayuda. El niño de pelo negro se extraña, pero casi no puede ver con los lagrimones asomando a sus ojos, así que lo agradece en silencio.
“Lo siento”, dice el de pelo marrón claro. Luke no se fía. Sus amigos han destrozado la tarjeta que Sammy le había hecho. El de pelo negro se quita los mocos con la manga de la chaqueta. Entonces Niall se pone de pie, se levanta la camiseta y saca algo que estaba enganchado en la cintura de sus pantalones. Luke lo observa con atención. Es otra de las tarjetas de Sammy. “Toma”, dice Niall, y le tiende la cartulina de colores chillones.
“¿No vas a ir?”, pregunta Luke. El otro niño niega lentamente con la cabeza, con una expresión muy seria, aunque en realidad sí que quiere ir. Desea con todo su corazón ir, ver a Sammy, comer tarta y poder darle un regalo de cumpleaños. Pero sus amigos no quieren ir, así que él tampoco va. Los dos chicos intercambian aquel pequeño tesoro, que permanecerá como un extraño secreto en sus recuerdos.
Sammy, sin embargo, se preguntará durante semanas por qué Niall no quiso ir a su fiesta, y llegará a creerse que el verdadero motivo está escondido en las palabras hirientes de los otros niños.
***
Eva muchas gracias por la portada ^^
Este es un One shot de Niall (historia corta), aunque va a tener varias partes y conociendome acabará siendo más larga que corta. Espero que os guste, ya sabéis, votad, comentad, que los lectores fantasmas están bien, pero saber que a alguien le gusta lo que escribo me anima mucho ^^ y si no os gusta pues también expresaros, ¡quiero opiniones!
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Die young! (Niall Horan)
FanfictionUna fiesta. Un chico y una chica. Podría ser la historia de cualquier persona, pero es la de Niall Horan y Sam Sandlers, separados por los sueños que él logró alcanzar. Mullingar, como telón de fondo un bar, música alta y recuerdos. Sentimientos que...