El gato y el ratón

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-¡Samy Serpenteante! – Niall muestra una sonrisa y no puede creer lo que ven sus ojos.

Pero Samy la "Serpiente" no esta tan contenta como él. No puede creer que se siga acordando de ese mote. Porque desde luego, ella no va a poder olvidar las burlas nunca.

-Sí, pero ya tengo todos los dientes completos – ella muestra sus dientes rectos y colocados, aunque en su mente recuerda cuando la caída de los dientes de leche le dejó agujeros en la boca que hacía que el aire se colara por ahí y hablara seseando. De ahí el mote de "Serpenteante" o "serpiente".

-Ey, yo también tengo una sonrisa 10 ahora – Niall la imita y le muestra una hilera de perfectas perlas blancas – Choca esos cinco – adelanta la mano en el aire y Sam la choca.

Niall le coge un mechón de pelo y tira de él, haciendo que su rizo se estire y vuelva a su posición normal en un movimiento elástico.

-De nada ha servido alisarme el pelo – Sam se toca las puntas, todas llenas de ondulaciones – ya lo tengo ondulado otra vez – ella recuerda la broma de Luke y sonríe. Aunque ahora tenga el pelo hecho un desastre, se lo ha pasado bien.

-Entre tú y yo – Niall se aproxima más a ella, y su aliento olor a melocotón llega hasta la nariz de Sam. Peche, Niall bebe Peche. Bueno, es mejor que un whiskey, piensa ella. – Te queda mejor así. Te da un toque más salvaje. Más sexy – Niall sonríe con socarronería y se aparta unos centímetros de ella, apoyándose en la barra.

-¿Yo, sexy? ¿Con estos pelos? – Sam no le cree. Pero observa como Niall bebe un trago de su vaso y piensa que no tardará en estar realmente borracho. Ya confesará y será sincero después si es que no lo está siendo ahora.

-Sip – dice él. Sus labios están empapados en el liquido anaranjado. Poco a poco, piensa él, poco a poco, Niall. No quieres acabar en urgencias, y la noche es joven.

-Por eso te dedicas a bailar con chicas que tienen el pelo con un liso impecable, ¿no? – Sam acaba de hablar y le pide una cerveza al camarero. Ronan se la sirve enseguida. Ese no es el tipo de conversación que pensó que podría tener con Niall, pero es una conversación al fin y al cabo, y eso es mejor que nada.

-No me fijo en su pelo precisamente – contesta el rubio sin mirarla a la cara. Toma otro trago de su vaso. Está relajado y no le importa continuar con la ronda de preguntas. – Y tú, ¿en qué te fijas de los chicos para no dejar que ninguno se te acerque lo suficiente?

Sam se queda parada. Niall es muy observador, demasiado. Y eso no le gusta. Toda la noche ha permanecido con sus amigas, y con Luke, y cada vez que un chico se ha acercado a ella para bailar a tratado de alejarse. No le va bailar con borrachos, y menos cuando normalmente esos mismos chicos no le hablan y sólo se dirigen a ella para unos fines un tanto… asquerosos. Sin embargo lo que no llega a pensar Sammy es… ¿Cómo sabe Niall eso? Acaso… ¿la ha mirado más de una vez en la fiesta?

-En lo mal que bailan algunos – responde Sam, aunque está mintiendo – no voy a dejar que me perreen si no saben cómo hacerlo bien – vale, definitivamente no voy a pedir más alcohol que esto, piensa Sam. No va a poder aguantar esa imagen extrovertida y fresca durante mucho más tiempo.

Niall la mira y sonríe. Se despega de la barra, extiende los brazos hacia ella y mueve la pelvis al ritmo de la música de ese momento.

Mierda, piensa Sam. Me lo merezco por fingir algo que no es.

Niall se acerca contoneándose y en actitud seductora. Y eso que lleva unas cuantas copas, se está sorprendiendo hasta a sí mismo.

Sam permanece quieta y agarra con fuerza su cerveza. ¿Qué es lo que está pasando? Eso no es normal. Niall no habría hecho eso hace unos años, sin alcohol en sus venas, ¿o sí?

Die young! (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora