The first time

2.7K 86 25
  • Dedicado a A todas las que estabais esperando que pasara eso con Siall <3
                                    

*Friendly reminder de que esta fanficción es [PG-13]*

___________________________________________________

El padre de Sam entra en la cocina justo cuando su mujer acaba de poner la mesa, perfectamente ordenada y con un plato de más, señal de que ha convencido a Niall de que se quede a cenar.

-¿Qué haces? – Pregunta colocándose a su lado y observando con perplejidad los platos, como si se tratara de algo de otro mundo. – ¿No recuerdas que hoy teníamos la cena con mis amigos?

La madre de Sam se queda parada unos segundos, antes de lanzar una fugaz mirada al reloj del horno y llevarse una mano al pecho. Rápidamente arguye que tiene que vestirse, y ambos salen de la cocina a toda prisa.

Sam recuerda vagamente hace un par de semanas haber oído hablar a sus padres sobre esa cena, pero no se acordaba de que era precisamente esa noche. Le apetecía bastante que Niall se quedara a cenar, aunque tiene que reconocer que se alegra de que el rubio no tenga que soportar una extraña cena familiar, salpicada por preguntas indiscretas procedentes de la boca de su madre.

Sam comienza a guardar los platos, los cubiertos, las servilletas y los vasos de sus padres, pero vacila al dirigirse al plato preparado para Niall. Entonces su padre aparece por el umbral de la puerta casi como si acudiera a una llamada de auxilio.

-Niall, te puedes quedar a cenar aunque nosotros no estemos, no importa – y como un torbellino de energía vuelve al dormitorio bajo los reclamos de su mujer.

-Todavía… ¿todavía quieres que me quede? – Pregunta Niall acercándose a Sam. Ella traga saliva y se encoje de hombros, no muy segura de lo que realmente quiere contestar –. Es pronto, me puedo ir si no te sientes cómoda, lo entenderé.

Sam permanece callada, notando la tensión extenderse desde se cuello hasta su mandíbula. Si le dice que se vaya, no está muy segura de cuándo será la próxima vez que podrá verlo. Le ha dicho que tenían ese día libre y por eso lo ha aprovechado en venir a Mullingar, pero después…

Además, también están los sentimientos enfrentados que bailan en su cabeza y su corazón. Por una parte, no quiere que se vaya, quiere abrazarlo y no soltarlo jamás, pero por otra parte… le asusta la nueva cercanía de él. Si lo suyo es un nuevo comienzo, esta vez no tiene fecha de caducidad. No tiene una cinta invisible que rece “no traspasar”. No tiene límites, y eso le asusta enormemente. La última vez que se vieron… las cosas se pusieron algo animadas. Niall paró porque no iban a volverse a ver, pero ¿y ahora? ¿Si se encontraran en la misma situación, pararía Niall?

Sam observa a Niall durante unos segundos, lo ve morderse las uñas, jugar con su pelo, y finalmente, devolverle la mirada junto con una sonrisa tierna. Y de pronto, Sam no sabe si en realidad la que no sería capaz de parar sería ella.

-¡Samanta! – La voz de su madre resuena desde el piso de arriba – ¿Puedes venir, por favor? Necesito tu opinión sobre este vestido.

Sam le dedica una breve sonrisa a Niall y sube las escaleras, encontrándose con su padre saliendo de la habitación. Cuando entra en el dormitorio, su madre está radiante y preparada.

-Pero… si ya estás vestida.

-No te llamaba para esto. Ven, siéntate – le indica su madre poniendo una mano sobre el colchón. – Niall se puede quedar, pero no hasta muy tarde, ¿entendido?

Sam asiente, repentinamente aliviada por las imposiciones de su madre. Sin embargo, su gesto hace cambiar la opinión de su progenitora.

-Sam… ya tienes 19 años, no puedo seguir diciéndote lo que puedes o no hacer. Sé que eres una chica responsable, y como adulta que eres debes empezar a tomar tus propias decisiones. Niall se puede quedar todo el tiempo que quieras, nosotros volveremos de madrugada, ya sabes cómo les gusta ir de juerga a los amigos de tu padre. – Ella hace un mohín y vuelve a mirar a Sam con ternura y nostalgia, recordando cuando apenas era una renacuaja –. Ya sé que lo sabes pero, te lo voy a repetir. Nunca tienes que hacer nada que no quieras hacer, nadie te puede obligar a nada, y eso incluye a Niall. Es un buen chico, ¿verdad? – Sam asiente con una sonrisa sincera, la primera tras el extraño discurso de su madre – ¿le quieres?

Die young! (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora