Die young! (Niall Horan)

El español

Sam se despierta con la estridente melodía de su móvil, indicándole que es hora de levantarse para una nueva jornada. Un día en el que, una vez más, Niall no va a estar allí. Se incorpora rápidamente en la cama y enciende el wifi del dispositivo, conteniendo la respiración mientras espera a recibir los mensajes en su teléfono. Cuando el icono de WhatsApp muestra el nombre de Nick Harrods una sonrisa se extiende por su rostro. Se recuesta dejando el móvil al lado de su cuerpo, en el colchón, y se cubre los ojos con la palma de la mano. Reúne la fortaleza necesaria y lee los mensajes, entre ellos, uno que la afecta mucho más que los demás.

<<Ojalá pudiera tenerte entre mis brazos>>.

Sam entierra la cara en la almohada mientras se debate entre llorar amargamente o gritar de alegría. ¿Es normal que Niall le infunda esos sentimientos tan dispares? No sabe si eso es lo que debe sentir, solo sabe que esas sensaciones son demasiado intensas como para ser erróneas.

Se levanta con cierta reticencia y tacha otro día más en el calendario. Con ese, sólo faltan 10 días para que Niall vuelva. 10 días para volver a tenerlo frente a ella. Y no sabe si eso son muchos días o pocos, porque todavía no ha decidido si las mariposas en su estómago son algo diabólico creado por el demonio o no. Sólo sabe que en 10 días necesita aclarar lo que son, y no se refiere precisamente a las mariposas, sino a ellos dos. Porque necesita una cierta estabilidad, algo que le confirme ante el mundo que Niall es sólo suyo y de nadie más. Jamás había necesitado una etiqueta tanto como en ese momento.

ᴥᴥᴥ

Niall intenta con todas sus fuerzas no dormirse mientras la furgoneta los lleva del aeropuerto hasta el hotel. Los demás están medio groguis, tratando de decidir si merece la pena sufrir otro despertar horrible por unos cuantos minutos de sueño, lo que ya les va escaseando. El rubio siente la vibración dentro del bolsillo de su pantalón y le faltan segundos para sacar el móvil y desbloquear la pantalla. Una sonrisa radiante lucha contra el cansancio de sus ojeras y Niall busca el contacto de Sammy, también conocida como Sandra Shelter, entre las conversaciones instantáneas. ¿Por qué se siente como si hiciera siglos que no habla con ella? Y milenios desde que no la ve en persona. ¿Es esto siempre así? ¿La percepción del tiempo que pasas separado de una persona se distorsiona más cuanto más quieres a alguien?

Niall se muerde la lengua para evitar correr demasiado y confesarle a Sam que está componiendo una canción para ella. Quiere que sea una sorpresa, quiere que ella no se lo espere cuando él coja una de sus viejas guitarras y se presente en su casa, dispuesto a cantar desde el corazón. Pero para eso antes debe componer la melodía, algo que de momento no está al alcance de su mano debido a la falta de instrumentos en la promoción de la gira. En ese momento, no sabe que es lo que sus manos añoran más, los trastes y cuerdas de una guitarra que pueden proporcionarle consuelo y satisfacción, o la piel de Sam, tan suave que le daban ganas de morirse en ese preciso instante para nunca olvidar la sensación de recorrer su cuerpo con las yemas de los dedos.

El mensaje que le avisa de que las clases de Sam están a punto de empezar le quita el aliento. ¿Por qué se siente como si Sam fuera la que está más ocupada de los dos, la que tiene una vida ajetreada que le impide hablar con él, si es él el que es famoso? Se siente rechazado por la lección de un profesor, pero entiende que Sam no puede posponer su futuro por él, al igual que él no debería posponer sus horas de sueño. Pero eso es algo que no puede evitar, no puede evitar poner a Sam como una de sus prioridades esenciales, y le duele cuando él no ocupa el mismo lugar en la lista de prioridades de Sam. Cree que para ella sólo es otro chico más, que por casualidades del destino está en una boyband y es famoso mundialmente. Se siente como si no le prestara la atención suficiente y sabe que está actuando como un niño pequeño, pero le da igual, porque lo único que quiere es verla y hablar con ella, lo único que le importa es obtener un poco de su atención y cariño, y si debe humillarse un poco de vez en cuando, no dudará en hacerlo.