-¡Sorpresa! Te traigo un regalo – dice Niall entrando por la puerta a la que acaba de llamar.
Sam lo sigue hasta el comedor, él se para frente al sofá y le tiende el misterioso objeto. Ella lo mira y descubre que no tiene papel de envolver.
-Un pajarito me ha dicho que tu madre no quiere que se talen árboles, por eso no lo he envuelto, me quiero ganar a mi suegra – conforme las palabras van saliendo de la boca del rubio, este baja el tono de voz y finalmente mira al suelo, en vez de tener una sonrisa pintada en la cara. Eso confirma que la broma iría en serio si no se encontraran en las condiciones en las que están y el estómago de Sam se revoluciona. Es el sueño de un futuro distinto e imposible.
Ella contempla la plana cajita con un lazo en un lateral. “Dance, sing and smile”. Una sonrisa se le extiende por la cara, deja el regalo en la mesita que hay entre el sofá y el televisor y coge un cojín.
-¡Toma! – Y le arrea en toda la cabeza a Niall, que sólo puede emitir pequeños gruñidos a la vez que se deja caer sobre el sofá ya que Sam no le ha dado tregua. – Y toma y toma y toma.
Ella se deja caer encima de él, con ambas piernas a cada lado del cálido cuerpo del chico.
-¡Pensé que te gustaría! – Se excusa él, aunque ninguno de los dos está hablando seriamente desde el ataque del cojín.
-¡Estás tonto! ¡Bailé fatal! ¡Canto fatal! Y gracias a dios, esto último nunca lo vas a llegar a comprobar. Y lo peor, ¡no tengo Play!
-Mentirosilla – repone él, colocando sus manos en las mejillas de ella y acariciándola con los pulgares. – Mira lo que hay al lado de la tele.
Ella frunce el ceño y abre la boca de par en par cuando descubre que allí hay un aparato negro que antes no estaba. Se levanta rápidamente y se acerca con precaución, entonces reconoce lo que es. Luke tiene una igual. Es una Play Station.
-Pero, ¿cómo…? – Sam no encuentra las palabras.
-Tengo que reconocer que Luke me ha ayudado y bueno, tu padre también. Es mi regalo doble.
Entonces, casi como una niña pequeña, Sammy vuelve corriendo a los brazos de Niall y salta sobre él.
-Sabía que te gustaría, pero no pensaba que te iba a hacer tanta ilusión – dice él sin apartar la vista de la sonrisa de Sam.
-Cualquier cosa que me regales tú me hace mucha ilusión – dice ella pasándose las manos por el pelo para apartárselo de la cara y poder contemplar mejor la cara de él. Cada segundo cuenta en esa carrera contrarreloj por retener en su retina la mayor cantidad de imágenes posibles de Niall.
-O sea que sólo me quieres por mi dinero.
Sam cambia su expresión radicalmente y deja caer sus párpados en un gesto de enfado.
-No, sólo te quiero por tu cuerpo, no te fastidia – Sammy se retuerce sobre Niall, saliendo de entre sus brazos, se sienta en el sofá de rodillas al lado de él y pone las manos sobre las piernas con los labios fruncidos.
Niall sonríe.
-Mi cuerpo es sólo un plus, un bonus. Lo que cuenta es mi flamante personalidad – dice él poniendo una voz grave y graciosa que hace reír a Sam – ¿Y usted de qué se ríe, señorita?
Él arruga la nariz y enseña las dos paletas, desviando ligeramente sus ojos.
-¡Pareces un conejo retrasado! – Chilla ella riéndose.
Él sonríe, ya con una expresión normal, y se inclina sobre ella en el sofá. Ella se tumba hacia atrás, intentando evitarlo, pero no lo consigue. Niall coloca sus manos en la cintura de ella y comienza a hacerle cosquillas, a la vez que posa sus labios en el cuello de la castaña y expulsa el aire por la boca, produciendo un sonido desagradable. Sam se retuerce incontroladamente debajo de él, riéndose y sintiéndose exhausta por todas las sensaciones que están dominando su piel.
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Die young! (Niall Horan)
FanfictionUna fiesta. Un chico y una chica. Podría ser la historia de cualquier persona, pero es la de Niall Horan y Sam Sandlers, separados por los sueños que él logró alcanzar. Mullingar, como telón de fondo un bar, música alta y recuerdos. Sentimientos que...