Por fin era salida, odiaba Psicología pero por fortuna para mí ese día la maestra volvió a explicar de qué trataba ese dichoso trabajo para el sesenta porciento de la nota. Cada pareja debía investigar sobre una noticia de impacto social y luego lo expóndriamos frente a los tres quintos.
Para empeorar la situación mi pareja era ese odioso rubio, no había podido hablar con él esa semana porque o estaba rodeado de muchachas babosas o mi orgullo era más grande que la necesidad de hacer el trabajo.
Al menos las clases habían terminado por esa dura semana, era viernes; esa tarde iría con Rosse a buscar un vestido para la fiesta de empresas. De recordarlo me deprimía otra vez, me hacía recuerdo de ir a la fiesta, lo que significaba convivir con personas extrañas y de alta alcurnia.
Traté de empujar los pensamientos de mi mente, era viernes tenía que poner empeño en sentirme mínimo relajada.
Caminaba distraídamente sobre la acera fuera del colegio, dispuesta a seguir el camino a la derecha para luego llegar a la parada de buses. Pasaba por ahí cuando el sonido de una bocina me sobresaltó, era Alexander que la tocaba para llamar mi atención sacando medio cuerpo por la ventana y gritándo.
-¡Hey Skylar! ¿Te llevo?
Rodé los ojos ignorándolo mientras proseguía mi camino. Alex bajó del auto y me dió alcanze deteniéndome del brazo.
-¿Oye por qué eres así? Yo solo trato de ser amable contigo.
-Oh sí, claro -respondí sarcástica-. Apuesto a que Puthilisa volvió a dejarte.
-Rompímos -afirmó con pena-. Ya no me importa, puede hacer lo que quiera.
-Ajá, como digas -reí falsamente-. Siempre es igual, apuesto que te metió cuerno nuevamente.
Alex bajó la cabeza avergonzado un momento, luego la levantó fingiendo superficialidad e indiferencia.
-No es tu asunto -se acomodó la corbata-. En fin, estoy siendo amable; te daré el honor de llevarte en mi auto.
-Vamos, los dos sabemos que es de tu padre -Alex enrojeció y yo hice el ademán de retirarme con una sonrisa-. Suerte buscando otra chica para sacarle celos a Jhulisa y parchar tu hombría.
Él me detuvo por el brazo, por un momento en sus oscuros ojos ví enfado real y quizá duda, eso se esfumó con una de sus típicas expresiones burlonas y desinteresadas.
-Sí claro, déjame sólo porque de seguro tienes que ir con otra persona -dijo sarcástico.
- ¡Pués para que lo sepas, sí! -especté molesta sin pensar-. Creo que ya te había mencionado que estoy saliendo con alguien.
-No me digas, un futuro fracaso seguro como con Darwin -palidecí un momento y me repusé rápido-. Que pena que las amistades se vuelvan rivalidades, ¿no crees? No deberíamos dejar que eso mismo nos pase.
- No -soné fría y dura hasta para mí-, no quiero nada contigo y es totalmente diferente, no te compares con Darwin; él sí era mi amigo...
Callé al darme cuenta que pensaba en voz alta; Alex se pasó la mano por el cabello, me soltó antes de girar sobre sus pies.
-Como quieras, en el fondo sé que aún queda algo
-Púdrete
El pelinegro cerró con furia la puerta del auto tras él y se marchó dejándo un poco de humo negro a mi alredor.
-Vaya... Eso no salió bien, ¿Verdad?
Apreté los ojos con fastidio, era el turno del rubio odioso para molestarme ese día. Me volteé y lo ví apoyado en un árbol, ese chico tenía una especie de aura tranquila y sospechosa, como una sombra, silenciosa y serena.
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La Vida Secreta de Skylar Gray
Teen FictionAl verse obligada a ocultar una mentira capaz de impresionar a su flamante ex novio, Skylar acepta un curioso pacto con un inusual alumno de la escuela, sin sospechar que esta solución solo la meterá en situaciones peores en las que nunca se imaginó...