capítulo#22: "Pesadillas, ira y vacío"

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No recordaba hacia dónde me dirigía. Con cada paso el miedo y la inquietud crecían más y más pero no podía detener mis pasos. La noche estaba silenciosa y fría. Paré de golpe al verme completamente perdida en plena soledad y penumbra.

De las sombras apareció una figura.

-Miren quién está de nuevo por aquí -vi el humo salir de sus labios con cada palabra-. Tú y yo tenemos algo pendiente, preciosa. Creéme que no he olvidado lo ruda que te portaste la otra noche.

-Aveces es una castaña muy arisca.

El corazón me dio un vuelco al oir la otra voz. Alex aparició también de entre las sombras y se colocó junto al otro chico. Se acercaron más, dejando que la escasa luz los ilumine. Retrocedí.

-No se acerquen a mí.

-Bebé, sé que me deseas. Deja de fingir que me olvidaste y ven a mí -propuso Alex mirándome con lujuria.

-Deja que yo me divierta un poco antes -el desconocido sacó una navaja del bolsillo tan afilada como su sonrisa.

El corazón se me disparó. Me mantenía firme pero estaba aterrada. Sacando valor pese a los deseos de correr.

Ya estaban por abalanzarse sobre mí cuando el rujido de un motor irrumpió. Me volteé encontrando al rubio de brillantes ojos verdes en su costosa moto. Tenía su habitual semblante relajado y una suave sonrisa se asomaba en sus labios.

-Dylan -mascullé.

-Sube. Ahora

-¡No dejes que se la lleve! -rugió Alex. El desconocido silbó y otras figuras empezaron a surgir de la oscuridad.

Reaccioné y corrí hacia Dylan. De un salto me monté y aferré a su espalda mientras arrancaba más rápido que de costumbre. La pandilla intentó atraparnos pero falló.

El alivio me recorrió entera y abracé la espalda del rubio. Se detuvo cerca de mi casa.

-Sana y salva -sonrió.

-Gracias

Quería decirle más. Lo mucho que lo extrañaba, que no se fuera de mi lado y quería retomar aquella destructiva charla con más calma, en el fondo de mi corazón sentía que sus palabras habían sido falsas y vacías; carentes de un sentimiento negativo real.

Pero nada salió de mis labios. Me abalancé y lo rodeé con los brazos, desesperada por sentir su calor.

-¿Qué crees que haces? -me apartó con una dura expresión-. No soy tu novio, recuerda eso.

Un nudo se formó en mi garganta.

-Pero me salvaste..-murmuré.

-Lo haría por cualquiera.

-¡Auxilio!

Giré la cabeza en dirección al grito. Mary estaba tendida dramáticamente en la otra calle mientras un auto se aproximaba a ella. Dylan hizo el ademán de volver a su moto pero lo detuve.

-¿Qué haces? Debo ayudarla.

Negué frenéticamente con la cabeza -¡No! Está fingiendo, es una mentirosa -mi voz se quebró-. Yo te necesito Dylan. Por favor, no me dejes.

Mary dejó escapar un agudo chillido "aterrado". Dylan se zafó bruscamente de mi agarre.

-No eres importante para mí, acéptalo.

La Vida Secreta de Skylar GrayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora