Plan B

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-No estoy seguro de esto -farfulló Freddie nerviosamente.

-Calla, Lottie puede hacerlo -espetó Ella dándole un codazo-. Y ocúltate, si nos ve lo arruinarás todo.

-No digo que no pueda hacerlo -gruñó devuelta el pelinegro- sino que no debería hacerlo.

-No empieces Fréderick.

-¡Que no me digas así Ella!

Charlotte rodó los ojos antes de clavar la vista en sus amigos.

-¿Quieren callarse los dos? No es momento de una pelea suya.

-Lottie, por favor no lo hagas -le suplicó Freddie haciéndose el flequillo atrás para mirarla a los ojos-. ¿Qué tiene de especial Jason Hyde?

Desvió la vista para volverla a poner en el muchacho que estaban espiando. Era alto con un cuerpo atlético, era de esperarse tratándose del mejor deportista de la escuela. Sus ojos eran de un marrón que luchaba por ser verde, color que hacía excelente combinación con su cabello castaño ceniciento, a ella le encantaba que cuando salía de la piscina parecía un halo de plata y cobre.

Encima de lo atractivo que era tocaba en una banda y cantaba como un profesional. En los estudios no le iba nada mal y estaba segura que se convertiría en un excelente abogado, como su padre.

En dos simples palabras: Jason Hyde.

-Todo -suspiró la aludida.

-Él ni siquiera sabe que existes -apuntó Freddie.

Era cierto. Nunca se perdía sus conciertos o alguno de sus campeonatos mas era un hecho que él no sabía ni su nombre.

Se puso firme.

-Pues eso cambiará hoy.

Y sin más salió de detrás de la pared con paso decidido ante la mirada horrorizada de Freddie y la animosa de Ella.

El plan era sencillo: ir hasta donde estaba Jason, darle la carta donde había escrito cuidadosamente todo lo que sentía, huir y esperar paciente su respuesta.

Era un plan perfecto.

Estrujaba la carta en su mano sudorosa y con cada paso perdía más la confianza y el valor pero no se detuvo hasta ponerse frente al grupo de atletas. Al ver que la ignoraban se animó a hablar.

-Jason Hyde -su voz salió más chillona y alta de lo que pretendía pero al menos ahora la miraban, incluso los demás alumnos en el corredor.

El aludido posó su mirada en ella y los nervios se le dispararon.

-¿Quién eres tú?

-Creo que se llama Charlotte Delgado -dijo uno de los amigos de Jason con un malicioso tono burlón.

-¿Delgado? -se mofó otro.

-¿Es tu apellido? -cuestionó Jason sin emoción.

-Charlotte Pain -corrigió ella con timidez-. Pero prefiero Lottie.

-¿Qué quieres?

Lottie tendió un brazo temblorosamente.

-Por favor...¡Acepta esta carta!

Jason lanzó una mirada excéptica al pequeño y arrugado sobre rosa.

-No la quiero.

La chica sintió como si el mundo se le viniera encima. Jason Hyde pasó por su lado sin mirarla con sus tres amigos siguiéndole el elegante y majestuoso caminar. Alrededor todos empezaban a murmurar y mirar a Lottie, algunos con pena, burla o vergüenza ajena pero a ella no le importó.

Apretó la carta que tanto esfuerzo le costó escribir y se dio vuelta al momento que gritaba.

-¡Me gustas!

Jason Hyde se detuvo en seco y el corredor se quedó en un silencio sepulcral.

-¡He estado enamorada de ti desde primer año! -agregó ella.

Los hombros del muchacho empezaron a subir y bajar con un sonido apagado, luego de unos instantes Lottie lo entendió.

Él se estaba riendo.

-¿Crees que yo me fijaría en alguien como tú? -dijo mirándola con una ácida sonrisa mientras se le acercaba-. ¿Nunca te has visto en un espejo?.

Charlotte bajó la vista inevitablemente mientras Jason paseaba sus ojos en su ancha figura, el uniforme de talla grande que ninguna muchacha de su edad usaba y su cabello rojo rabioso, largo y enredado sobre sus hombros.

El castaño estaba plantado frente a ella, mirándola con un infinita frialdad.

-Eres gorda y fea -le dijo con severidad-. Yo jamás me fijaría en ti.

Y con eso se fue dejándola en medio de un coro de risas e insultos murmurados con maldad. Antes de que sus amigos pudiesen acercarse ella salió corriendo y se encerró en un cubículo del baño femenino.

No pudo más que llorar amargamente durante largos minutos con el rostro entre las rodillas sin más compañía que una enorme barra de chocolate.

Ella era horrible y él perfecto. Era lógico que no tuviese oportunidad alguna.

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¡Hola! ¡Les traigo actualización pero no es el epílogo! (Le lanzan una piedra y la esquiva por los pelos). Lamento la demora pero aún estoy trabajando en el epílogo y bueno ya que no falta nada para el final quería mostrarles esta historia, estoy trabajando en ella y aún no sé cuando la publique puesto que a los caps les falta pulir pero creo que lo haré porque la historia no esta nada mal (en mi opinión).

Me encantaría oir cualquier sugerencia y les agradecería enormemente que le dieran una oportunidad cuando la publique, sacar a flote una historia nueva no es fácil :').

En fin, les mando un saludo enorme; nos vemos en el final de LVSSG.

♡Nos leemos♡

Indira.

La Vida Secreta de Skylar GrayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora