capítulo#9: "Una noche..."

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-¡Auch! -se tomó la nariz con dolor-. Tranquila; soy yo.

Mi corazón dejó de palpitar a mil. Hice una pequeña mueca al reconocerlo, pero igual me sorprendió.

-¡Oh! Solo eres tú

Lo miré cruzando los brazos sobre mi pecho mientras él se apoyaba en la pared.

-¿Qué haces aquí? Digo; prefiero saber que no volviste a tu hobbie de acosarme.

-Por enésima vez, no te acoso. Tengo cosas mejores que hacer-respondió sereno-. Yo debería hacerte la misma pregunta, llegué aquí primero.

-La verdad no es mi ambiente -respondí encogiendo los hombros. Dylan asintió.

Lucía demasiado bien, llevaba un chaleco sobre una camisa blanca arremangada hasta los codos y una corbata azul eléctrico. Su rebelde pelo rubio oscurecido en la raíz le daba un toque desarreglado como siempre.

Un corto silencio nos cubrió. Distraídamente bajé la vista hacia la fiesta, se veía animada.

-Y ¿Por qué fue el golpe?

Dylan se apoyó en el barandal del balcón junto a mí. Me había tomado por sorpresa que rompiese el silencio.

-Solo me asustaste -soltó una carcajada y yo fruncí el ceño-. ¿Qué es lo divertido?

-La cara que pusiste antes de golpearme -levantó una ceja-. Ni siquiera me habías mirado y te lanzaste a pegarme.

-Reflejos -fruncí los labios infantilmente-. Tengo el presentimiento que me estas llamando gallina.

-Por supuesto que no -dijo irónico y sarcástico, por lo que bufé.

Lo miré ladeando la cabeza. Tenía la vista al frente y parecía absorto en sus pensamientos. Como siempre su rostro estaba sereno y en blanco. Pero no era eso lo que despertaba mi curiosidad; era esa aura a su alrededor que no encajaba en ello. Era un toque sospechoso.

-¿De qué escuela vienes y por qué te cambiaste?

Me sorprendí de mis propias palabras, se suponía que tenía que pensarlas no decirlas. Dylan volteó sus ojos verdes a mí, carecía de expresión.

-Estaba en Thomistan y no me cambié; me expulsaron.

Mi boca formó una "o".

-Estuve también ahí. Pero me cambié porque no me gustaban mis compañeros -expliqué breve sin pensar-. ¿Cómo que te expulsaron? ¿Qué hiciste?

Movió los dedos en el barandal, un gesto de quien está pensando sus palabras -Supongo que porque me consideraron mala influencia.

-¿Hiciste algo malo?

-Algo así -un atisbo de sonrisa se posó en sus labios. Caí en cuenta de la ingenuidad e inocente curiosidad de mis palabras.

-Sí, como no -resoplé.

-¿No me crees? -frunció el ceño divertido.

-Estas tomandome el pelo -lo miré fastidiada y con suficiencia-. Pués no te creo; Leblanc.

-¿Por qué no? No tengo motivos para mentir.

-¡No matas ni a una mosca! -me mofé-. ¿Por qué he de tragarme que hayas hecho algo terrible para que te expulsen del mejor colegio de la ciudad?.

Crucé mis brazos y lo miré algo desafiante. Dylan me sostuvo la mirada con profundidad.

-No crees que sea capaz de algo peligroso ¿es eso?

La Vida Secreta de Skylar GrayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora