capítulo#7: "Consejos buenos, ideas malas"

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Sentí pasar apenas un par de minutos cuando la voz de Rosse y los persistentes toques en mi torso me hicieron despertar. Abrí los ojos y me encontré con los de mi hermana.

-¿Hasta cuándo piensas dormir? Arriba.

Me estiré peresozamente, mi hermana llevaba ropa de calle y alistaba las llaves del auto.

-Vamos Skylar, debemos comprar el vestido ahora que tengo tiempo.

Sin ánimos de protestar subí y me cambié el uniforme, también amarre todo mi cabello en una trenza francesa y la dejé caer por un lado de mi cuello. Rosse y yo subimos al auto y nos fuimos al centro comercial.

(...)

-Es increíble, aún no veo nada que me guste.

-¿¡Cómo que no?! -me quejé siguiendo apresurada a Rosse através de las tiendas-. Me he probado al menos la cuarta parte de vestidos que hay en este centro comercial ¿¡Y me dices que ninguno te gusta hasta ahora?!.

-No seas exagerada -reprochó-. El vestido tiene que ser cómodo, juvenil y estar a la moda. Debo verlo y que grite: "Skylar Gray"

Rosse hizo un gesto con ambas manos como si mi nombre quedara escrito en el aire con una mirada soñadora. Puse los ojos en blanco.

-¿Y la exagerada soy yo? -musité.

Me reprendió con la mirada. Se veía algo cansada ya; lo cual era una buena señal.

-Descansaremos un momento. Ven vamos a la plaza de comidas a tomar algo.

Por ser viernes no estaba ni tan lleno ni completamente vacío. Habían varios puestos de bebidas, helados, comida y demás, era uno de los centros comerciales más grandes y frecuentados de la ciudad.

En cuanto Rosse se fue a traer un par de jugos visualicé a una muchacha sentada a una mesa devorando una voluminosa hamburguesa. Al instante reconocí ese estilo de ropa, lo reconocería en cualquier lugar; una camiseta metida en un rasgado short jean, botines de cuero, guantes para motociclista negros y la coleta de ese raro castaño ceniza saliendo por el agujero de la gorra.

Corrí hacia ella con una sonrisa, en cuanto me vió se apresuró en tragar su bocado de comida y limpiarce la boca con el dorso de la mano. Mi prima me apretó en un fuerte abrazo dejándome sin respiración, la fuerza de esa chica era brutal.

-¡Skylar! ¿Qué haces aquí pequeña estafadora? -Zuria me soltó y miró con reprimienda-. No fuiste a la primera reunión del club de este año.

-No tienes idea de lo que pasó -suspiré tomando asiento con ella.

-No me digas, te castigaron -adivinó comiendose una papa frita.

-Touché -reí-. ¿También te pasó?

-No, luego de la estricta advertencia de mamá a mí y a Luck no nos quedaron ganas de hacer alguna travesura en el colegio.

-No me digas, conociendo a tía Amy...-me dió un escalofrío al pensar en mi tía.

-Sí. Con todo eso que es nuestro último año, que falta poco para que seamos mayores de edad, que maduremos y bla bla bla..

Sonreí, Zuria era sin duda la chica más guapa que conocía, no solo tenía una figura de lo más envidiable; era de esas chicas de cuerpo atlético, era muy ágil en cuanto a moverse y su estatura era perfecta. Cumpliría dieciocho a finales de año, era divertida y muy original, tanto con su forma de vestir como de ser.

-¿Y qué me cuentas tú? ¿La pelirroja de plástico sigue haciéndote la vida imposible?

-Algo -suspiré con desgana-. Este año no empezó de la mejor manera posible; creo que cada vez tengo más enemigos que cualquier otra cosa.

La Vida Secreta de Skylar GrayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora