capítulo#20: "Agoviante preocupación"

569 50 10
                                    

Clavé los ojos en el maestro intentando concentrarme pero era completamente inútil, tenía muchas cosas en la cabeza.

Ese día le practicarían una Colonoscopía a Rosse para determinar posteriormente su cirugía y etc etc.

Por otro lado no había parado de darle vueltas al asunto de Trent.

"Digamos que quedé en algo con alguien por hacerlo"

¿Quién había querido interferir en mi plan? No tenía idea.

Y luego estaba el rubio odioso.

Después de la noche de mi cumpleaños había regresado a su modo "Soy un maldito rubio que te ignora y es frío. Tírate de un puente" Nos habíamos besado antes pero ¿Era la única que sentía que había pasado algo distinto? ¿Algo especial?

Al parecer sí

Decidí que no tenía tiempo para estudiar el raro comportamiento de Dylan Leblanc. Habían cosas más importantes en juego, tenía la posibilidad de estar poniendo celoso a Alex según Cáterine y algún enemigo encubierto. Tenía que concentrarme.

Pero simplemente no puedes dejar de pensar en él.

Acallé a mi conciencia y me obligué a prestar atención a la clase. Cuando por fin tocó salida me disparé del aula, olvidando por completo a mi rubia amiga, para tomar el bus sin que Dylan me viera.

Ya estaba cerca, unos pasos más y estaría cruzando la acera donde estaba la parada.

-¡Hey Skylar!

¡Maldición!

Me giré y le ofrecí una sonrisa a mi pelinegro amigo.

Darwin te amo pero tu mejor amiga está tratando de huir de aquí.

-Guau, cualquiera diría que huyes de un zombie -comentó divertido cuando estuvo frente a mí-. No vayas a caerte en el intento.

Me reí imaginando a Dylan como un zombie -¿Qué querías decirme?

-No creas que mi promesa de traerte algo quedó en nada -me mostró un regalo envuelto en papel brilloso y sonrió tímido-. Espero que te guste.

-¡Oh! No tenías que molestarte -lo tomé y sonreí sinceramente-. Muchas gracias.

-¿Qué esperas? ¡Ábrelo!

Rodé los ojos y sonreí ante su tímido entusiasmo mientras rompía el papel. Éste reveló poco después una hermosa pañueleta celeste, noté que era el color exacto de mis ojos y el corazón se me derritió en el pecho al pensar cuánto le costó pillarla.

-¡Es hermosa! ¡Muchas gracias! -lo abracé y deposité un beso en su mejilla.

Darwin se puso completamente rojo y sonrió mientras colocaba su obsequio alrededor de mi cuello. Me quedaba fantástica y de seguro resaltaba mis ojos.

-Me alegra que te haya gustado -admitió-. Hay...otra cosa sobre la que quería hablar.

Se subió las gafas sobre el puente de la nariz y se balanceó de adelante hacia atrás con las manos en los bolsillos del jean, conocía muy bien ese gesto. Era algo serio.

-¿Sobre qué?

-Estaba buscándote.

Rodé los ojos y volteé la vista hacia Dylan y pensé que no podía haber alguien más inoportuno y molesto en este planeta.

-¡Oh! -se lamentó ante mi mirada acusadora-. Lo lamento ¿Interrumpo algo?

-Para nada, solo quise darle su regalo a Skylar -Darwin hizo un gesto hacia la bufanda-. Fue su cumplaños hace poco ¿lo sabías?

La Vida Secreta de Skylar GrayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora