La Vida Secreta de Skylar Gray

capítulo#30: "Necesito respuestas"

Muchas cosas surgieron en mí: sorpresa, rabia, indignación...

-¿Qué? -fue lo que conseguí decir.

Zuria me sostenía la mirada como quien trata de decifrar a alguien y piensa cuidadosamente sus palabras.

-Que no puedes estar con él -habló al fin-. Ese muchacho estuvo en "Thomistan", fue expulsado por un arranque de agresividad. Golpeó a un alumno hasta mandarlo al hospital.

-Lo sé.

-No sé que pudo haberte dicho pero ese chico es peligroso y no lo digo en el sentido sexy, peligroso de verdad; Skylar -me encaró con determinación-. Hay rumores de que su madre fue presa por asesinato doble ¿lo sabías? Y su padre es un riquillo con un tornillo flojo.

Apreté los puños tan fuerte que mis uñas se clavaron en mis palmas y la sangre me hervía.

-Se todo eso de Dylan y conozco en persona a su familia ¿en qué te basas para decir que es peligroso? ¿chismes escolares? -mi voz era tan dura y seca que no me reconocí.

-¡Estoy en esa escuela! Yo misma conozco al chico que golpeó ¡lo dejó irreconocible!

-¿¡Y tienes alguna idea de por qué lo hizo?! ¿¡Sabes algo sobre lo que él le hizo a Dylan?! -a ese punto ambas estábamos casi gritando-. ¿Y qué si su madre fue una sesina y su padre es un demente? Dylan no es ellos.

-Skylar ese chico no sirve -dijo con claras intenciones de bajarme los humos-. ¿Qué tal si vuelve a tener un arraque de ira y tú estás ahí?

Puse los ojos en blanco -Zuria, Dylan podrá ser muchas cosas pero te aseguro que "agresivo" no es una de ellas.

Soltó aire derrotada e hizo ese gesto que tanto hacían los adultos y me dejó anonadada de su parte, ese que decía "no tienes remedio y eres inmaduro".

Tomó su mochila y la cargó al hombro mientras se dirigía a la puerta. Cuando estaba por retirarse volteó.

-Piensa con cuidado lo que haces.

Advirtió antes de marcharse.

Está demás decir que esa noche no pude pegar un ojo.

Las luces de mi habitación estaban apagadas y miraba al techo en la penumbra, con los brazos cruzados y los dientes apretados. La discusión con Zuria no dejaba de rondar mi cabeza con irritación. No me creía todo lo que había dicho de Dylan.

Si ella supiera que su novio se andaba revolcando en baños...

El sonido de la ventana al abrirse me sacó de mis pensamientos. Antes de mirar ya sabía de quién se trataba.

Dylan estaba parado en medio de mi habitación. La oscuridad hacía irreconocible sus prendas mas sus ojos relucían como dos luciérnagas.

Mi corazón empezó a dar brincos y me sentí diminuta mientras se aproximaba con cuidado y se inclinaba a mi altura.

-¿Te desperté?

Negué -Para nada...

Lentamente se subió a mi cama, sin quitar sus luminosos ojos de los míos. Sentía la sangre golpear en mis oídos y contuve un bote cuando estuvo sobre mí equilibrado en sus rodillas y sus manos.

-Dylan...

Habían muchas cosas que le quería decir mas su mirada me calló al instante que sus labios hacían contacto con los míos con una delicadeza tal que parecía una caricia.

Me derretí y deseé llevar puesto algo más atractivo, no una gris camiseta y pantalones de algodón. Abrió mi boca con la suya y lentamente me exploró, como si estuviera saboreándome; su mano tomó mi mejilla y acarició con el pulgar mi piel.