Sabes qué estas enamorada cuando todo tu mundo gira en torno a esa persona. Cuando sientes qué cada vez qué respiras es por y para esa persona. Qué aunque te hiciera lo qué te hiciera, seguirías ahí para él. Porque eres de él, porque tu alma ya no te pertenece. Porque ya nada te pertenece. Todo lo que tengo es tuyo. Ya no quiero nada. Te quiero a ti. Llévatelo todo.
Sabes qué te sientes mal contigo misma cuando no puedes ducharte por miedo a verte desnuda, a darte asco. Cuando tienes que pasar enfrente del espejo corriendo por miedo a ver lo asquerosamente gorda que estás. Cuando no puedes evitar compararte con los demás. Cuando te da miedo pasar por al lado de la gente por miedo a qué te digan algo malo, porque aunque parezca narcisismo, piensas qué todos te miran, que todos te critican.
¿Sabes cuándo miras a esa persona, y ya sabes qué será alguien importante en tu vida? Qué te marcará para siempre. Y no sabes si será para bien o para mal. Mentira, si lo sabes, pero quieres creer que todo es de color de rosa, que nadie ni nada puede herirte. Pero es mentira. Todo te hace daño.
Aún recuerdo ese día, cuando estábamos en el autobús, y todo estaba bien, y yo te miraba. Me pregunté cuanto tiempo iba a pasar hasta qué algo se torciera. Hasta qué esto se acabara. Miré tu perfil, más perfecto qué nunca, y mientras llegábamos a tu parada me pregunté cuanto tiempo nos quedaba. Me miraste, con esa sonrisa tan dulce. Y supe qué me habías marcado. Lo supe. Lo sabía. Lo sabré siempre, siempre.
Porque ahora estoy escribiendo esto, horas después de qué llorara mientras tú me secabas las lágrimas, abrazados en el autobús, cuando te noté más alejado qué nunca. Porqué se me caen las lágrimas al recordar ese beso qué solo sabía a despedida.
No puedo describir qué se siente el saber qué algo no saldrá bien por más que quieras. Sentir qué tu felicidad pende de un hilo, qué dependes de qué esa persona esté bien o mal contigo. Saber qué estoy escribiendo esto por y para ti cuando no lo leerás jamás.
Odiarlo y quererlo. Todo al mismo tiempo. Pero más de lo segundo qué de lo primero.
Duele recordar aquel día en el autobús, cuando me pregunté cuanto tiempo nos quedaba antes del desastre, cuando apoyé mi oreja en tu garganta, siempre caliente, y escuché los latidos de tu corazón, tan rítmicos. Tan similares a los míos.
¿Lo oyes? Sí, fue mi corazón partiéndose en dos. Mentira, en dos no. En cientos de miles de pedacitos, cada uno más pequeño que el otro. Duele saber qué no será todo como aquel doce de noviembre cuando me besaste tan dulce y lentamente. Saber qué escribo esto porque necesito desahogo. Porque te quiero. Te necesito. Aquí, a mi lado. Y duele. Duele no tenerte. Duele perderte. Saber que en verdad no te he perdido, porque nunca te tuve.
Saber que hoy, diez de diciembre, fue el esperado adiós. Qué me haces falta. Qué no te hago falta. Duele, y mucho.
No puedo expresar con palabras cuando todas esas canciones qué antes no entendías de pronto tienen sentido. Cuando te sientes identificada con todas.
Que pasado mañana habríamos hecho un mes desde el primer beso, hasta hoy, el último, tan doloroso.
Qué mientras escribo esto estoy aguantando las ganas de llorar. Qué había apostado por ti, a todo o nada. Qué lo habría dado todo. Pero no hay nada que dar. No hay nada por lo que luchar. Ya todo se ha terminado. Ni siquiera sé qué es lo qué se ha terminado, porque lo fuimos todo y no fuimos nada.
Porqué no puedo dejar de escuchar canciones tristes, y sé que parezco una paranoica. Quizá lo sea. No lo sé. Solo sé que quiero qué estés aquí conmigo.
Porque me siento rota, y en este momento es cuando más falta me hace una amiga a la qué llorarle. Porque me encariñé muy deprisa de ti a pesar de lo que todos decían, porque fue a todo o nada. Te lo llevaste todo y me quedé sin nada.
Porqué aún recuerdo la primera vez qué tuve "contacto" contigo, cuando me pasaste el brazo por encima, cuando nos pusimos juntos por primera vez. Porqué los recuerdos me duelen, pero supongo que si hay recuerdos es porque alguna vez hubo algo, alguna vez signifiqué algo.
Porque necesito llorar y salir de fiesta. Y olvidarme. Y olvidarte. Y olvidarnos.
Porque no sé si me hiciste bien o mal. Porqué no sé si tanto dolor valió la pena.
Porqué recuerdo la primera vez qué me viste llorar en el aula 11. Me mirabas, serio. Porque teníamos a todo el mundo en contra. Porque nada pudo ser fácil en mi vida nunca.
Porque siempre que estoy feliz no puedo evitar preguntarme de qué manera se estropeará todo.
Porque cuando me peleé deseé que me separaras. Pero no lo hiciste. Porque quiero convencerme de qué te importé algo, de qué no fue solo un juego.
Porque por ti cogí mi orgullo, lo tiré al suelo y lo pisoteé. Para luego recogerlo e intentar recuperar lo poco qué me queda de él. Porque me siento engañada. Estafada. Mal, me siento mal.
Pero solo nos queda olvidar. Olvidarte, y olvidarnos. Olvidar lo que fuimos, si es que fuimos algo.
Y nunca un algo fue tan bonito.
by: En
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Creo que os hacéis una idea de porque hace tiempo que no escribo. Lo siento, intentaré retomar la novela pronto, pero sinceramente no tengo ánimos de nada.
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Solo cuando te ví (Rubius&Tú)
Fanfiction_____ es una chica tímida, que destaca por su cabello pelirrojo, que se mudará a Madrid intentando olvidar su oscuro pasado Aquí se topará con un chico, el famoso Youtuber Rubius. Inmediatamente cuando sus miradas se toparon, saltaron chispas. ____...