-Cap. 4.

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Y me susurro al oido con su seductora voz:

-Mañana, a las ocho de la tarde, pasate por mi casa. Ah, y, ¡arreglate!. Vamos a cenar los dos.

-¿Sin padres?

-Exacto.-me sonrió-.

-Emm, suena a cita.-susurré-.

-¿Suena a cita? ¡Es una cita, muyayita!

-Pero ¿me podrías hacer un favor?

-¡Clarohh, Zanahoria!

-No te acerques mucho a mí, que ya bastante autocontrol he tenido que tener para no abalanzarme sobre tí. -le susurré-.

Primero su rostro se tornó sorprendido, pero luego pasó a una expresión de picardia.

-Yo ya sabía que te ponía nerviosa.-susurró, mientras se acercaba más a mi, poco a poco-.

Yo inconscientemente retrocedía.

-No. Simplemente, que no estas mal.-susurré, ya no sabia que tenia que decir -.

-¡Aaah! ¿Con qué te parezco guapo? -se rió y continuó siguiendome-.

-¡No! Osea, no digo que...

-Acabas de decirlo. -sonrió-.

-Tienes razón.-suspiré-.

-¿Por qué me rehuyes? ¿Acaso tienes miedo?

-¿Yo? ¡No!

-Te has puesto más roja que un tomate, pelirroja.

Me toqué la cara. Era verdad, la notaba caliente.

Entonces me dí cuenta de que no podía retroceder más, ya que había llegado hasta la pared. Le miré y me miraba con una mezcla de dulzura y... deseo. Le miré sin ninguna expresión en el rostro, o por lo menos eso creía yo, y vislumbré como su rostro se iba aproximando al mio poco a poco, noté como su mano agarraba firmemente mi cintura, y como me atraia a el con sumo cuidado. Con su otra mano restante tomó mi rostro, me miró solo una vez más, y entonces, pasó:

DEDICADO A MI GRAN AMIGA Fer Castillo C:

Solo cuando te ví (Rubius&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora