Me desperté, me aseé, saqué la maleta a la sala colgando de mi hombro y me subí al coche, todo de muy mal humor y en completo silencio de mi parte.
Ellos sí hablaban entre ellos de cosas que no tenían nada que ver sobre lo de ayer o intentando hablarme, pero me daba igual, no quería hablar porque si lo hacía, respondería borde.
Me había afectado más el hecho de que creyeran ese estúpido y falso rumor que el propio estúpido y falso rumor en sí.
Mike podría haber hablado conmigo con tranquilidad, al menos hoy por la mañana y no fastidiarme la perfecta noche que estaba teniendo ayer, porque él sabía todo lo que este viaje significaba para mí.
Él sabía cómo eran los periodistas y, en vez de haber hablado con nosotros para saber la verdad, simplemente sacó conclusiones creyéndose y enfadándose por una falsedad como aquella.
Era cierto que la foto podía malinterpretarse o no, porque la fotografía era lo que era, un casi beso, pero ellos no lo sabían y podían haber preguntado o hablado antes.
Había dejado el teléfono cargando toda la noche, así que iba con los auriculares puestos ignorando todo a mi alrededor hasta que llegamos al aeropuerto.
Yo caminaba unos pasos más atrás que ellos mirando la pantalla de mi móvil eligiendo una nueva canción hasta que embarcamos y subimos al avión, donde tuve que apagarlo mientras despegábamos.
Las miradas de todo el mundo en mi persona me incomodaban hasta el punto de que quise sentarme sola en el avión, pero el destino no tenía esos planes para mí, porque sí, era Néstor quien tenía que ir a mi lado.
Nuestros billetes estaban enumerados y a él le tocaba el asiento junto a mí, así que se sentó con una mirada de disculpa abrochándose el cinturón hasta que la azafata empezó el discurso de todos los vuelos.
Frente a nosotros iban Josh e Ian y detrás iban Matt y Mike, quien intentó por todos los medios que le dirigiera la palabra, aunque sea una, pero no lo hice.
Estaba muy enfadada con él, más que con los otros chicos, porque fue Mike el que se enfadó por haberle ocultado algo que ni siquiera era real, así que con los demás solo estaba algo molesta.
Me limité a mirar el cielo o las nubes por la ventana, a volver a ponerme los auriculares con música a bastante volumen alto y a dejarme dormir de nuevo.
Desperté un poco incómoda por la posición en la que estaba y me restregué los ojos incorporándome del pecho de Néstor.
Él me sonrió con una tierna sonrisa abierta quitando el brazo que tenía por detrás de mi espalda y yo le devolví una mueca colocándome bien en el asiento.
No tenía los auriculares puestos ni mi teléfono móvil en la mano, así que supuse que él me lo había quitado para que no se cayera o algo así.
Lo confirmé cuando Néstor señaló el bolsillo del asiento frente a mí y saqué el teléfono con los auriculares enrollados en él, tal cual los dejaría yo, para meterlos en el bolsillo de la chaqueta y cerrar la cremallera.
Miré por la ventana, pero aún seguíamos en el aire y parecía que por mucho más, por lo que intuí que no me dejé dormir por tanto tiempo, y ahora tenía ganas de hacer pis.
-¿Me dejas pasar? -Le dije a Néstor desabrochándome el cinturón.
-¿Dónde vas? -Me hizo hueco para que pasara.
-Necesito ir al baño. -Fui a pasar, pero tropecé con su pierna y acabé sentada sobre su entrepierna.
Mis mejillas comenzaron a ruborizarse al sentirlo así detrás y debajo de mí, con su respiración en mi nuca por culpa de la coleta que me había hecho, y sus manos en mis caderas sosteniéndome de la caída.

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I hate you, don't leave me
ChickLitKatie es una joven cantante que tiene que mudarse lejos de su familia, de sus amigas y de su vida temporalmente por un problema del pasado, siendo acogida por su tío Michael. Lo que Katie no sabía era que su tío vivía con cuatro hombres más, Matt...