20.

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Estaba hablando por Skype con Abigail después de haber cenado con los chicos aunque algunos aún seguían abajo.

Néstor estaba conmigo en nuestra habitación pero acostado en la cama mirando al techo sin hacer nada más, solo estaba así.

-Me encontré a Brian en una de las fiestas. -Dijo mi mejor amiga tragando un nudo y jugando con una de sus pulseras.

-Pensé que habías dejado esa vida de ir de fiesta en fiesta. -Se encogió de hombros.

-Sí, pero quería olvidarme de él con alguien más, aunque me di cuenta de que no funciona así. No puedo, Kay, y menos si en esa fiesta parecía que me espiaba, ¿sabes?-Me miró a través de la pantalla.

-¿Por qué dices eso? -Fruncí el ceño.

-Porque estaba ahí, mirándome desde la barra y yo bailando con las chicas hasta que se me acercó un chico, bastante guapo, no te voy a engañar. -Me reí. -Empecé a bailar con él, pero entonces tu hermano se acercó, amenazó al chico diciendo que no se acercara a mí, el chico se fue, yo discutí con Brian y acabamos... En... Su coche. -Fue bajando el tono de voz pero podía seguir oyéndola.

-¿Y? -Me ocultaba algo.

-Y nos fuimos a mi casa. -Se ruborizó.

-¿Y? -Seguí insistiendo.

-Y no tuvimos sexo aquí, solo dormimos abrazados. -Tragó un nudo pero yo di una palmada y la señalé.

-¡Ahí lo tienes! -Exclamé.

-Kay, fue el momento, la bebida... -La interrumpí.

-Abi, mi hermano no se pone celoso de nadie, menos tiene sexo con alguien y luego la lleva a casa para dormir con ella. -Suspiró.

-¿Qué hago? -Me preguntó con pena.

-Quererle. -Ella rió.

-Eso ya lo hago. -Se ruborizó cuando dije un "ohhh".

-Entonces, habla con él y que te diga las cosas claras, que no juegue contigo. Si tú no hablas con él, lo haré yo. -Advertí.

-Te mantendré informada. -Asentí.

-No esperaba menos. -Reímos.

-¿Qué tal tú? ¿Todo bien? -Levantó una ceja con picardía.

-Sí, eso creo. -Suspiré.

-¡Aquí estoy, mejor amiga! -Sacudió las manos haciéndome saber que estaba ahí y reí.

-¿No has visto las fotos? -Asintió con una mueca. -Eso es lo único malo que hay ahora mismo en mi vida. -Acosté la cabeza hacia atrás momentáneamente.

-Bueno, pero eso es pasajero, como todos los rumores. -Me animó.

-Eso quiero creer, porque no puedo entrar a ninguna red social sin leer veinte mil insultos o amenazas contra mí. -Me reí con amargura.

-¿Qué más da? Sólo son palabras porque te tienen envidia. -Se encogió de hombros.

-Eso mismo me dijo Néstor. -Sonreí.

-Uy, esa sonrisa. -Levantó y bajó las cejas repetidas veces mirándome.

-¿Qué? -Pregunté sin haberla oído por estar pensando en aquel momento sobre el mirador.

-¿Le amas ya? -Preguntó.

-Por supuesto que no. -Fruncí el ceño extrañada.

-Vale, todavía no te has dado cuenta. -Rodó los ojos y negué con la cabeza.

I hate you, don't leave meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora