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Mi turno escolar en el bachillerato es por la tarde... "No quiero ir, tengo que hacerlo" va y viene en mi mente. Pero ¿dónde están los chicos... y Clara?, ya no voy a verlos jamás, ¡los quiero de vuelta!.

*el teléfono suena*
-¿Qué tal? -Pregunta una voz ronca desde el otro lado-.
"Es la de los risos, lo sé".
-¡Clari!.
-También me alegra oírte.
-Tu voz me dice que no quieres que ni un alma te suspire cerca.
-Me tocó en el estúpido turno de la mañana.
"¡Demonios!, ahora sí de plano no podremos vernos".
-No va ni un día y ya me haces falta.
-Y tú a mí. Hablo para pedirte que no te metas en problemas en tu primer día de clases por el caprichito imposible de volver a la secundaria.
-Pero Cla...
-Nada, promételo que ya tengo que irme.
-Lo prometo.
-Dilo sin apretar los diente y sin cruzar los dedos.
¡¿Cómo mierda supo que tenía los dedos cruzados?!... "es tu mejor amiga, daaa..."
-Lo prometo, -dije sin tensión y obedeciendo-.
-Bye.
-Bye.

Pasaron rápido mis horas, me duché, me vestí, cepillé mi cabello y mis dientes, ahora... A tomar el camión.

Tomé mi celular cargado al tope y mis audífonos, ¡a todo volumen Sleeping With Sirens!... Llegué a la parada, había un chico lindo ahí "pero mira nomás eso, mmmh... ¡No mierda, vienes de mal humor!" Mi rostro volvió a su severa caída. El muchacho ni siquiera me miró. "Oh vaya, allá viene el transporte al inframundo" , subí.

Llegué, la gente se paseaba de un lugar a otro desorientada, y después de la jungla que tuve que surcar por unas infinitas 3 horas para obtener mi horario entré a mi aula. En éste lugar tendría que estar cambiando de celda. "Oh mira, es el chico lindo de nuevo, parece que le tocará en nuestro salón... Qué NO mierda" , cayeron mis cejas otra vez. Observé a todos en el interior, con caras frustradas y otras perdidas y molestas cómo la mía. "Vaya".

-Soy su profesor de lectura, y quiero que todos digan "qué les gusta, qué no les gusta, cuál es su pasatiempo favorito... ¡Ya me la sé!".
Llegaron conmigo.
-¿Y a usted que le gusta señorita... -Abrió espacio para que dijera mi nombre-.
-Cuarzo.
*todos miraron*
"¿qué mierda?, ¡¿No tienen algo importante en que pensar?!, En sus miserables vidas, en cómo escapar de aquí, ¡lo que sea! ¡Pero no me miren, maldición! " .
-Me gusta el rock post hardcore,escribir, leer cómics, y no me gusta ser el centro de atención.
"¡bola de imbéciles, es una indirecta!"
Nadie captó a excepción de un chico.
-Interesante, señorita... Cuarzo -resaltó-.

Pasando un par de apestosas horas de lo mismo, entramos a un módulo de cómputo.
Sentada en el tercer asiento de la segunda fila... Estoy ciega.
Aún no llegaba el profesor cuando la chica de al lado me preguntó:
-¿Tú fuiste la chica que dijo que le gustan los cómics?.
-Ah, sí.
-¡Genial!, a mí también.
-¿Cuál es tu nombre?.
-Raven, pero puedes decirme Rave.
-Okay, Rave... ¿Qué música te gusta?.
-Varío mucho... ¿A tí que te gusta?.
-Me encanta el rock, verás, una de mis bandas favoritas se llama Fall Out boy...
-¡¿Los conoces?!... Ah, pero qué estoy diciendo, ¡claro que los conoces, si me estás hablando de eso!, disculpa -compartió con una sonrisa-.
Por fin alguien me había hecho sentir un poco bien... "sólo un poco bien... ¡No es suficiente!". Me contó que tenía amigos en el mismo grupo y me habló de ella un poco más.

Raven me hizo pasarla bien hasta que...

-Muy bien muchachos, se supone que ésto lo saben.
Cerré la boca y vi a la gente participar. Hasta que una chica dijo la respuesta mal. El chico "lindo" carcajeó bastante fuerte para mi gusto, le cuchicheó algo al tipo que se sentaba a su costado y levantó la mano estridente.
-Profesor, la res puesta es...

Blah... Blah... Blah, ciencia, ciencia, ciencia.

-¡Hey tú! ¿Quieres decirme cómo mierdas es que entraste en las listas de la Universidad?.
Unos cuantos se rieron, la pobre chica se encogió completa, lo que éste idiota acababa de gritar me había causado mucha rabia.
"ya verás idiota... Lo siento Clara sé que te lo prometí, pero no pienso callarme".

-Ella no tiene por qué rendirte cuentas si se equivoca, imbécil.
-¿Y tú quién te crees maldita posser de mierda?, sólo te armas esa personalidad para camuflar lo fea que eres, "ay claro, no me gusta llamar la atención, pero me gustan cosas diferentes sólo para que me miren" -citó lo último con voz estúpida-.

"Hijo de puta...". No pude evitar agachar la cabeza y que se llenaran de sombra mis ojos, sabía que nada de lo que estaba diciendo era verdad pero... ¿Por qué me había dolido tanto? "por la seguridad y la intención hiriente con la que lo dijo"... todo por querer hacerme la heroína.

-¿Y tú?...
Escuché. Mis ojos fijos en el suelo se expandieron un poco.
-Tú no eres el supremo Emperador o algo así cómo para estar menospreciado a la gente... ¿O tu maldito ego no te ha dejado ver que los músculos hinchados que traes son sólo aire que te has echado tú mismo con la pena de las personas?... Entiende que sólo eres basura, y no existirá basura más grande que tú si sigues haciendo sentir mal a la gente.

*Hora de salida*

Erguí la cabeza para ver a quién pertenecía tal voz tan juvenil, ronca pero algo hueca (interesante), era de un chico... El único que había captado mi indirecta.
Al salir del aula todos lo miraban iluminados. La chica se acercó a mí y me dijo un tranquilo:
-Está bien.
El profesor salió y el salón quedó vacío.
Ya no podía levantar la cabeza.
-Ya sé fue hace un buen rato.
-Sigues aquí -escupió Mi garganta sin esperar que se escuchará mi voz entrecortada. Tapé Mi boca de inmediato-.
El chico delgado se acercó a mí y me extendió la mano cómo si hubiera caído "y sí había caído". La tomé.
-Salgamos.

*caminando hacia la salida*
-Ow... Em... Gracias.
-No hay de qué.
-Qué listo eres.
Se sonrojó y talló su nuca.
-G-gracias, p-pero ¿por qué lo dices?
-Por la manera en que me defendiste de ése imbécil y sus ofensas, digo, no diste ni un tropiezo -escupí lo último casi inaudible-.
-¿Qué decir?... Tú no te lo merecías, tú sólo querías defender a esa chica inocente.
-... Pero aún así, me da pena Mi fracaso.
-Él es el que debería tener pena de haberte hablado de esa manera...Que coraje tienes.
Le sonreí.
-¿Sabes?... Creí que esto sería una mierda, con gente mierda y todo eso, pero me acabas de facilitar todo...
Creo que me entendió.
-Y no me has dicho tu nombre.
-Mikey Way.
-Mikey Way... -Repetí dejando en suspenso- Gracias -repetí tomándolo del hombro y dejándole un beso en la mejilla-.
Corrí hacia la salida.
-¡Hasta mañana, Cuarzo!.
-¡Hasta mañana, Mike!.

OutsidersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora