Viernes de la misma semana, no he podido dejar me machacar mi cabeza planeando una y mil situaciones, reniego por hacer varios intentos, los que sean para descubrir lo que tanto esconde Jackson... "A estas alturas ya deberías estar despierta, ya deberías haber admitido que él dura más tiempo dentro de tu cabeza que tú en la suya, y que por encima de tus intentos está su indiferencia, su errante indiferencia" .
Pero ahí estoy otra vez, en el camión justo dónde un grupo de completos desconocidos presenciarían uno de los detalles más deplorables para toda persona que busca acercarse otra.-¿Jackson?...
-¿Puedo sentarme contigo?.
Su mirada de deagrado fue nuevamente más que una respuesta, una estaca en una herida anteriormente abierta, o simplemente desprecio de la última persona que tú podrías despreciar. Ni una palabra, sólo su mirada de completo rechazo hacia mí, ¿a quién no le duele eso?