14

37 2 3
                                    

Frag. Mikey:

"¿En serio había ido con jackson? ¿Se creyó lo de la ayuda?, pero qué estúpida..." Mis labios junto con mi conciencia supieron mal después de haberla llamado así, está bien que esté furioso, pero no merece que la llame así sólo porque no ha tomado conciencia de lo que hace, o por su ego, o por su carencia de correspondencia en el amor, o... porque no la entiendo.

Hoy vendrían las chicas a mi casa, no puedo controlar mi mal carácter hacia Cuarzo, intenté despejarme de todo eso antes de que llegaran, sabiendo que en cuanto la tuviera parada en el marco de la entrada su sonrisa me desbarataría y mi camuflaje la haría dudar de seguirlo haciendo.
Durante las horas que me restaban, procuré ser normal, haciendo las estupideces de siempre con Gee.

Bajé de mi habitación para tomar una taza de café sin que mamá viera, suele odiar que un adolecente como yo consuma cafeína, dice que me hace ansioso.
Gerard estaba tirado en el sofá en pijama, también con una taza de café en las manos.
-¿Temprano para que mamá no vea? -Nadie me conoce más que él-.
-Mhm... -Musité sorbiendo un poco de mi taza, es perfecto-.
Me senté a un lado suyo a ver un programa animando que él adora.
Luego de eso lavé lo que usaba y subí a encender mi ordenador:
*2 mensajes pendientes*
Raven: Hola Mikey, ¿cómo sigues?
Raven: ¿a qué hora podemos llegar a tu casa?
*8:02 - 8:23*
Yo: Hola, mejor que ayer, pero no demasiado.
Yo: está bien si llegan a la 1:20

Tiempo después las chicas llegaron, juntas, por cierto, y como lo predije, me desbarató con su sonrisa.
-¡Hola Mikey! -Agitó su mano con fuerza y entusiasmo- ¿ya mejor?.
-Eso no te importa.
Su alegría se desvaneció en ése segundo.
-Auh... Hola -ahora Rave-.
-Qué hay...
Odio no controlarlo, parece otra persona la que habla por mí, siento la culpa agolpar en mi garganta.
-Síganme.
-¿Dos chicas?, vaya Mikey, me alegra que seas más sociable.
-Ja-ja...

Frag. Raven:

Al girar mi cabeza estaba él, azabache piel de porcelana, el posible pariente de Mikey, era físicamente perfecto, tenía una apariencia desafiante, de fuego. Su mirada pasó de su hermano hasta la última de las raíces de mi cabello, su forma de verte era tan penetrante como una lanza de obsidiana, aunque daba más al esmeralda de sus ojos, la sonrisa más volátil y perfecta que jamás ví iba directa y completamente para mí, ¿cuál es su nombre?, se veía grande, mucho más grande que yo, pero en cuestión de nada me tuvo.

Momentos después de saber que su nombre es Gerard y es el hermano mayor de mi amigo, iniciamos el trabajo.

-Entoces, ¿qué les parece mi introducción? -Pregunta Cuarzo entusiasta-.
-No lo sé, preguntáselo a Jackson -Auch...-.
La mirada de mi amiga decayó al instante, pobrecita.
-Hey, Mikey, acabas de hacerla sentir mal.
-¿Qué, ahora ella necesita ayuda?, que vaya con Jackson, él parece mejor compañía que nosotros.
"Es obvio que habla más por él, que por mí".
-¿Por qué te comportas de esa manera conmigo Mikey?, ¿qué he hecho?.
-Si no puedes darte cuenta de lo que has hecho, ¿crees en serio que descubrirás por qué me comporto así?.
-...
-Si no sabes lo que quieres ¿cómo vas a saber lo que quieren los demás?,
¡Sólo te importas tú!...
-¡Mikey!.
Cuarzo se congelaba con todo y lágrimas, pobre pecesilla.
-No. Tranquila Rave, n-no importa, éste es solo un borrador, puedo hacer otro -dijo en un tono sin vida, algo robótico y monótono, con la mirada fija en la esquina de alguno de los azulejos del piso, como si Mikey nunca hubiera rasgado una parte suya-.
-Voy al baño -anunció él-.

Frag. Mikey:

-¡Arthur, James! ¡¿Pueden venir?!
-¡Ya vamos Mamá!.
-Ahora vuelvo.
Bajé bastante rápido, Gerard iba camino a su habitación, acababa de bañarse y llevaba la toalla en la cintura.
-Amores, ¿no han visto mis llaves?.
-No.
-Pero yo las dejé aquí -dijo levantando cosas frenéticamente-.
-Sí madre, pero las tomaste.
-Estoy segura de que no -siguió buscando-.
-Quizá las olvidaste en el carro.
-Claro que no, pero que tonterías dices hijo -elevó un poco su tono-.
-Pero, mamá, tú...
-Ah... ¿Qué voy a hacer? -Comenzó a caninar de un lado a otro- ¡Se me está haciendo tarde!.
-Si quieres toma las nuestras -sugirió Gee-.
Mí hermano y yo compartíamos una copia de las llaves, por lo general Mamá ya estaba ahí cuando regresabamos de alguna parte, así que no había problema.

Subimos de vuelta a toda prisa después de besar en la mejilla a nuestra progenitora.
-¡LOS AMO CHICOS, LOS VEO MAÑANA!.
-¡SÍ, MÁ'!.
Las chicas y yo terminamos el trabajo en un tiempo bastante largo, era más duradero por los pequeños pleitos entre Cuarzo y yo. Entre que me preguntaba por mi actitud y yo sostenía mi orgullo.

Al finalizar, con la ahora ruda mirada de Cuarzo encima y el obvio sentimiento de frustración de Raven, recogimos todo para despedirnos y que se marcharan a sus correspondientes casas. Fuí con ellas hasta la entrada.
-Nos vemos el lunes.
-Hasta el lunes.
-Nos vemos el lunes.
Jalo la manija y...
-No...
-¿Qué pasa?.
-Oh no...
-¿Mikey?.
-Oh no, oh no, oh no, oh no....
-¡¿Qué demonios pasa?!.
-¡Oh no, GERAAAAARD!.
-¿Qué pasa? -Baja de las escaleras-.
-Mamá...
[...]
-¿Qué?, ¡¿Qué?!, ¡¿le pasó algo?!, ¿¿le hicieron daño?!.
-No, no, no le ha psado nada, sólo que ¡¡nos ha dejado encerrados, hasta mañana a las 8:00 pm!!
-Ah...
-¡¿Cómo que "Ah..."?! -Coreamos los Rave y yo-.
-A ver, ¡¿qué está pasando, como que estamos encerrados?! -Preguntó Cuarzo-.
-Sí, en la bolsa de mamá debían ir sus llaves, salió por su trabajo, ella había enloquecido porque no encontraba sus llaves y le ofrecimos las nuestras, se le estaba haciendo tarde. Cerró su habitación, y la casa...
"¡Dejándonos adentro!" y sin forma de salir; cada una de nuestras ventanas tiene protección, estamos atrapados porque tampoco hay forma de abrir de adentro hacia afuera, como ya se dieron cuenta, mamá es muy paranoica y en cuanto pudo compró éste sistema de seguridad antiguo.
-Entonces... ¿Eso significa que nos quedaremos aquí? -Maldita sea-.
-.
-Fantástico -Cuarzo aderezó con sarcasmo-.
-Bueno, hay suficiente comida y café accesible a todas horas -comentó Gerard-.
-Si nos quedamos ¿Cómo dormiremos? -Preguntó Raven en completa angustia-.
-Pueden dormir en la habitación de Mikey.
-¡Oye!.
"Maldito Gerard"
-Nosotros podemos dormir en mi cuarto.
-Mmmm... ¡No!.
-¿Por qué?.
-¡Porque Cuarzo tiene miedo a dormir sola!
-Pero... Ahí vas a estar tú...
-Cierto.

Frag. Cuarzo:

Era cuestión de sólo un par de horas para irnos a la cama. Los chicos nos prestaron ropa suya para dormir, playeras enormes para ser precisa. Antes, nos habían llamado nuestras madres a mí y a Rave, quienes se enteraron de todo y no lo tomaron tan mal como lo hubiesen hecho nuestros padres.

Estaba. Sentada al borde de la cama cuando escucho a alguien entrar a la habitación seguido de un portazo, el chasquido de una manija asegurándose y por último un:
-¡No los dejaré salir de ahí durante toda la noche, hasta que se arreglen entre ustedes dos!.
Giro y sí, es Mikey parado como estatua con las manos bien empuñadas, se resiste a golpear la puerta"Bueno, es su habitación, quiere conservar su puerta".
-¿Y dónde se supone que vas a dormir tú? -Dijo Mikey de la habitación hacia afuera-.
-...
-¿Raven? ¡¿Raven, sigues ahí?
[...]
-Demonios, se fue -masculló-.

OutsidersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora