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Frag. Gerard:

-Lyn-z, tranquilízate por favor.
Tengo un maldito problema del tamaño de un cráter.
-¡¿Por esta ridícula me cambiaste?!.
El delineador de Lyn-z se deslavaba con sus lágrimas.
-¿Ridícula?, por lo menos yo no estoy usando sólo mi ropa interior como si fuera día de campo.
"vaya que bonita se sabe defender".
-¡¿Qué intentas decir?!.
-Dedúcelo tú sola, tengo fe en que aún tienes neuronas ¿o tus pastillitas mágicas no han perdido el efecto?.
"uhh... Eso dolió" .
-¡Ahora sí maldita!.
Y levantó su puño. Bonita lo sostuvo de la muñeca.
-¡Basta Lyn-z, nosotros ya terminamos!
El mundo se detuvo entero, en silencio.
-¡¿Qué?!... ¡Entonces cuéntale a tu mocosita lo bien que ue la pasaste conmigo otra noche, a ver si se queda contigo!.
Y toda la gente escupió su bebida.

Frag. Raven:

"¿Qué demonios con ésta tipa?, ¿cambiarla?", tengo la fama de no cerrar la boca cuando me ofenden, y claro, ésta no es la excepción. Puedo ser un tanto peligrosa con las palabras si me lo propongo, sacar la vuelta a los ataques verbales es muy fácil, si piensas un poco.
De cualquier modo, lo que pasa aquí no lo tengo del todo calro, aunque lo presiento, prefiero corroborarlo.

-"¿Tú mocosita?"-cuestioné- a ver, aclararme ¿por qué demonios dices eso? y ¿por qué me intentas golpear?.
-¡¿Por qué?!, ¡¿cómo que por qué?! ¡Tú me quitaste a mi Gerard!.
"¡¿Tú Gerard?! ¡Fhuuuh!".
Odio ésta maldita situación, pero odio más a Gerard que a la chica, por hacerme sentir esas cosas extrañas en todo el cuerpo, y por meterse en mi cabeza, y por ser tan... "Ahh, basta Raven, recupera la cordura".
-¡Yo no te quité nada, yo no tengo nada que ver en ésto así como tú no deberías estar en éste lugar, porque ni tú, ni tu bola de drogadictos urgidos de sexo estaban invitados, hazle un favor a la buena gente y lárgate de aquí, porque ésta es mi fiesta, yo la organicé, AHORA FUERA! -Y sí, hasta el final me dí cuenta de que estaba gritando-.

Frag. Gerard:

Y con los ojos bien abiertos, ella y su rebaño evacuaron el lugar. Nunca nadie había corrido a Lyn-z de una fiesta. Aquí es cuando todo se vuelve raro, porque... El chico grande ya no quiere drogas, ya no quiere alcohol en 7 botellas, ya no soporta los festejos sin razón exacta, y estuvo bien con la decisión de que la chica con la que pasaba sus noches se largara ésta vez.
Esta situación no estaba en las probabilidades, y fue la que me mostró algo alucinante, un rincón en Raven que no creía que existía más allá de esa constante sonrisa y esas burlas hacia mí.

Frag. Cuarzo:

Algo no andaba bién allá abajo y nosotros habíamos subido hasta el techo, sí, nos demoró bastante bajar otra vez, Mikey casi resbala y a mí casi me da un infarto.
Llegando todo ya había pasado, la mitad de la gente salió del lugar en silencio y la otra mitad luego del suspenso siguió con lo suyo, como si nada.

Unos minutos después, entre toda la gente ví a mi amiga retirarse, Mikey me sostuvo de la mano dando un pequeño tirón para evitar que la siguiera, pues fue Gerard quien se me adelantó.

Frag. Raven:

Ahora no sé qué diablos hice, estoy segura de que el arrepentimiento es una debilidad, pero ésto me dejó un raro sabor de boca (en toda la extensión de la metáfora), caminé hasta el jardín que se encontraba a contra esquina de la casa del ruido y las luces locas. No soportaría un minuto más ahí aunque la intensidad se hubiese reducido. La miradas raras no son algo que me importe realmente, pero vaya que son desesperantes y yo no me quiero alterar. Camino con la esperanza de que nadie me asalte o viole aquí afuera, porque sí, es bastante tarde.

Caminando con exhalaciones profundas, me sucede lo que más temía a contemplar; preparada para lanzar un golpe a mi misterioso compañero de banqueta, me topo con el azabache en toda su expresión y la porcelana en perfecto ajuste con la luna. El gesto más indescriptible que haya apreciado en toda mi juventud.
-Gerard...
-...
-Parece que hoy no vas a coger -me burlé-.
-Ha.

Frag. Gerard:

Y ¿cómo podría faltar?, no hay momento serio para ésta mujer, sólo me queda aderezarlo con mi sarcasmo.
-¿Para qué viniste?.
-¿Qué uno no puede cuidar a su bonita a éstas horas de la noche?.
-Madrugada. Y no, yo no necesito de tu protección.
-Eso dices ahora, pero al rato escucharé una vocecita a lo lejos decir... "Oh no, mi amoooor Gee, sálvame, por favor".

Frag. Raven:

Sí, lo dijo con la cara más soberbia que pudo mostrar y con una terrible limitación de mi voz.
-En lugar de preocuparte por eso, deberías ir a reconciliarte con Lyn-z.
"Un momento. ¿De dónde salió eso?".

Frag. Gerard:

Me quedé en blanco.
-Ella y yo no somos nada ahora -dije en seco-.
-¿Por qué?.
-Porque creo que ahora me gustan las chicas buenas... -sonreí sin quitar la vista del frente-.

Frag. Raven:

Que hijo de puta.
Otra vez haciéndome sentir cosas.

Frag. Gerard:

-Vaya, entonces ya eres un chico de diversión sana.
-Un chico tan bueno como tú.
-Pero soy chica.
-Y yo un chico.
[...]
-Ha.
-"Ha" ¿qué?.
-Pues Ha, de Ha... De burla.
-¿No me crees?.
-Ummm...
-Bueno, pues si de burlar se trata... -le dí un buen giro y le planté un beso en la boca - Ha.

No hubo tiempo de una palabra más cuando los tortolitos llegaron por nosotros en el coche, ¿cómo consiguieron las llaves?, quién sabe, sólo supimos que habían dado la fiesta por terminada y todos tuvimos que regresar.

OutsidersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora