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Recién salí de la ducha, el clima era frío (es extraño eso aquí) entré a mi habitación temblando un poco, y vestí con unas mallas largas color vino bajo un short de mezclilla, y un suéter holgado (no lo suficientemente caluroso) sus mangas largas podían cubrir la mitad de mis palmas.
Terminando, corrí a cepillar mis dientes y Mi cabello aún un poco húmedo.

Mi madre me miró algo extrañada, seguro es porque me ve arreglada.
-Madre, hoy iré a casa de un compañero, tenemos que...

*suena el teléfono de mi Madre*
-¿Kale?.
-Hola amor.
-Hola, ¿cómo has estado?, ¿qué estás haciendo?.
-Algo melancólico, pero creo que es porque las extraño, ¿Está ahí la niña?.
Sí, mi padre aún me dice niña, suele justificarse con un "para mí siempre serás mi niña".
-Sí.
-¿Me la pasas?.
-Es tu padre -susurró tapando la bosina-.
Me entregó el celular.
-¿Pa'?
-Hola princesa ¿qué tal La escuela?
-A-BU-RI-DA.
-JAJAJA...
-Y con varios trabajos, de hecho dejaron un trabajo en parejas y hoy iré a casa de un...a amiga -si le decía que era chico me aventaría un sermón de aquellos que terminan con consejos sobre protección sexual, sí, la mitad de las ideas de mi padre son cómo las de un anciano-.
-Muy bien princesa, con cuidado y échale ganas.
-Sí Pa', lo prometo.
-Bye.
-Bye.
*cuelga el teléfono*

-¿Qué te dijo?.
-Que me pusiera a estudiar y eso.
-Bien... Entonces a casa de un amigo, -a mi madre no piensa lo peor cuando voy a casa de un chico- ¿ya te dió la dirección?.
-Sip.
-¿Está cerca?.
-S...ip -realmente no lo sabía-.
-Me llamas cuando termines.
-Okay má.
-Antes come algo.

Colgué mi mochila mientras sostenía una manzana con mis dientes, me coloqué los audífonos y perseguí algunas calles hasta encontrarlas. Después de 3 vueltas y unos minutos perdidos llegué a su casa.

-"Creo que ésta es..."

Toqué el timbre, una mujer con un poco de harina en la cara, cabellos esponjados y de naríz respingada, me abrió la puerta con una sonrisa.
-Hola... ¿Ésta es la casa de los Way?.
-Sí. Debes estar buscando a Mikey ¿no es así?.
-Sí.
-Pasa.
-¡Gerard!
Se oyeron pisadas veloces ascendiendo por las escaleras era un chico de estatura mediana y tes pálido, era apuesto ¿será hermano de Mikey?, en ese caso no se parecen mucho. Se me quedó viendo un poco y luego miró a su madre extrañado.
-¿Qué pasa?.
-Querido, estoy algo ocupada, acompaña a... ¿Cómo te llamas linda?.
-Cuarzo.
-A Cuarzo a la habitación de tu hermanito ¿puedes?.
Es de las pocas personas que no se extrañan de mi nombre.
-Sip -me sonrojé un poco al sentir su profunda mirada sobre mí. Giré la cabeza lento- ven.
Lo seguí.
-Mikey no recibe muchas visitas, menos de chicas ¿es por un trabajo o algo así? -Preguntó sin mirarme-.
-Sí, de hecho.
Tocó la puerta.
-¡Hey Mike, te buscan!
-¡Ya voy! -Se diluyó el sonido del otro lado de la puerta-.
Abrió.
-Entra.
Pasé. Su apuesto pariente cerró tras salir. El cabello de Mikey estaba húmedo y desprendía un lindo aroma. Recién duchado.

-¿Ése es tu hermano? -Dije con la cara ardiendo-.
-Ah, Gerard, sí.
-No son muy parecidos -reí un poco nerviosa-.
-Lo sé, nos lo dicen muy seguido -dijo en un tono "serio amigable"-.
-Pero ambos son muy apuestos -"¡Mierda!" cubrí inmediatamente mi boca, tenía que pasarme-.
Detuvo la búsqueda dentro de su mochila y lo ví enrojecer.
-A-Ay, y-yo no... Bueno... Ay.
-Tranquila, es sólo que no me lo dicen muy a menudo... Por lo menos no a mí, Gerard lo escucha todo el tiempo, pero no le importa -comentó tranquilo-.
-B-bueno, pues no sé por qué no te lo dicen a tí también -intenté sonar un poco más segura mientras me sentaba en la esquina de su cama con mi mochila en las piernas- eres un chico con unos ojos muy lindos, y tu sonrisa, aunque no la expongas todo el tiempo -sonrió instantáneamente- y sobre todo Inteligente -alagué. Es cierto, lo es-.
-G-gracias. Pero honestamente -cambió de tono- ¿a quién le va a gustar estar con un nerd?.
-A mí me agradan los nerds...

Una gran sonrisa se expandió en su rostro, trató de esconderla pero no logró hacerlo bien. Yo la había notado.

"Ay cuarzo, tan rápido y ya estás cayendo por él" , pero no es malo... "Es muy pronto, realmente muy pronto para sentir atracción por alguien" . Pero nunuca nadie ha hecho algo más lindo por mí, a todos se les antoja tratarme cómo basura...

-Bueno -rompí el vergonzoso silencio- ¿cómo iniciamos?.
-Son 6 técnicas, hagamos 3 tú y 3 yo... ¿Te parece?
-Por supuesto. Traje mi lap-top.
-Genial, así tardaremos menos.
-Hay que iniciar.

Él se puso a trabajar sobre su cama y yo sobre un puff verde menta que tenía cerca de un escritorio.
-¿Ya tienes el primero?.
-Ya tengo los DOS primeros -resalté en tono retante-.
-¿Crees que no puedo alcanzarte? -contestó con una media sonrisa "malévola"-.
*toc, toc*
-¿Chicos... No quieren galletas?.
-¡Si!.
Su madre abrió la puerta.
-Están recién hechas.
Dejó la charola en el espacio que sobraba del escritorio que estaba utilizando. El aroma era delicioso.
-Gracias señora Way...
-Dime Dona, querida.
-Huelen delcioso.
-Gracias Mamá.
-Por nada. Ya no los interrumpo muchachos, sigan trabajando.
Salió de la misma manera en la que entró.
Comí la mitad de las galletas en lo que podría ser tiempo récord, sabían de la misma forma en la que olían.
-¡Terminé!.
-¡¿Qué?! -Dije con un par de galletas en la boca-.
-Esas galletas te distrajeron mucho.
-Es que son deliciosas... ¡pero ya verás!.
Terminé en tan sólo 4 minutos.
-¡Ha!.
-Muy bien.
Ya terminado metimos el trabajo en una carpeta que él conservaría. Una vez hecho eso me colgué un tirante de mi mochila.
-¿Ya te vas?... ¿tienes algo muy importante que hacer o...
-O?...
-Podrías quedarte un poco más, digo, yo no haré nada importante. ¿No quieres ver una película?...

OutsidersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora