REVANCHA (71)
Se vistió a toda prisa. Su blusa era un verdadero desastre, la cubrió con su chaqueta aunque está no le daba un aspecto muy conservador como acostumbraba vestir. Miró hacia el baño en donde el príncipe 'Akil estaba todavía, no pudo evitar sentirse como una estúpida. Había tomado una decisión apenas él la había tocado, nunca tuvo la oportunidad de mantener la cabeza sobre sus hombros y analizar lo que estaba pasando. Ahora le dio una respuesta en un momento de enojo y él la trató como lo que ella le permitió. ¡Maldita sea! Sollozó buscando sus zapatos, cuando los encontró los sostuvo entre sus dedos y salió de la habitación sin mirar atrás.
Un sirviente dejó de hacer sus deberes al verla pasar a su lado casi corriendo, movió la perilla de la puerta para salir de ahí antes de tener algún enfrentamiento. La puerta no cedió, movió varias veces la manija hasta que chilló casi desesperada. Lanzó un suspiro manteniendo la calma, insistió nuevamente y fue imposible abrirla.
- ¡No,no!
Recargó su frente en la madera negando con la cabeza.
- ¿Algún problema?
Anna se tensó levantando la cabeza. No se movió, mantuvo su postura e intentó calmar su agitado cuerpo, después de todo lo único que tenia en esos momentos era el orgullo y esperaba que durara lo suficiente para no mostrar lo dolida que se sentía por sus palabras.
- ¿Estás pensando en volver a mi habitación? En estos momentos no es buena idea, tengo que salir - cruzó los brazos -. Un compromiso previo.
El sarcasmo de su voz golpeó su espalda casi obligándola a encogerse.
- No, ¿Cómo se abre esta maldita puerta? - Demandó girando un poco su rostro -. No pienso permanecer más tiempo aquí. Ya has dejado claro que clase de mujer soy para ti y lo que quieres de mí.
- ¿ Lo qué quiero de ti? - Inquirió suspirando mientras se acercaba -, Quiero lo mismo que tú quieres de mí.
La joven se volvió mirándolo con sorpresa ante sus palabras. Movió la cabeza desesperada.
- Yo...
- ¿ Todavía no lo entiendes? - se detuvo muy cerca, demasiado cerca -, eres una mujer muy inteligente, pero he notado que hay algo en lo que de verdad eres muy tonta.
Un jadeo fue la respuesta de la joven que lo miró a los ojos sin poder creer lo que le decía.
- Eres una completa tonta en lo que se refiere a tus relaciones - le explicó sardónico -, no existe la relación perfecta, deberías saberlo. ¿Eso querías encontrar cuando te involucraste con el tal Jules? ¿Querías una relación de cuento de hadas? Debió ser muy duro para ti descubrir que tu príncipe azul no era más que el ogro que encierra a la princesa en una torre y que la mantiene cautiva mostrándole la cruda realidad de la vida.
- ¡No tienes derecho!
- ¿Eso crees? - la tomó de los brazos acercándola a su cuerpo semidesnudo -, tú me diste ese derecho cuando aceptaste que me metiera en tu cama, aunque en realidad no sé cual de los dos empezó todo esto -. Sonrió deslizando sus ojos oscuros por su rostro sonrojado por la indignación -. Tomaré parte de mi culpa y diré que no evité caer en el deseo que despertaste en mi.
- ¡No, apártate! - sus manos tocaron su fuerte pecho intentarlo alejarlo -, quiero irme ahora.
- ¿Estas segura?
Acercó su boca a la pequeña y sonrosada oreja femenina.
- ¿Estas segura que quieres irte?
- S-si, quiero irme de aquí - balbuceó nerviosa encogiéndose -. N-no puedo seguir más t-tiempo en este... Lugar.
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DEMONIO DEL DESIERTO
Romance2da. parte de la Bestia y la bella escrita al par con la misma novela. A partir del capítulo 45.