INCREDULIDAD (57)
Akil la miró de arriba a abajo con desprecio en sus ojos oscuros.
- ¿Por qué lo has hecho? - Demandó mostrándole los papeles del divorcio.
'Akil frunció los labios al ver la sorpresa en el rostro de la aún esposa de su amigo. Entró al departamento sin ser invitado con la arrogancia que le caracterizaba.
- No creo que sea buen momento para una visita príncipe 'Akil - cerró la puerta y le miró cruzando los brazos sobre su pecho -, es medianoche y...
- ¡He hecho una pregunta y quiero la respuesta! - exigió arrogante.
- ¡Mi vida privada no es de su incumbencia majestad! - replicó indignada ante su actitud.
- Lo es, creeme - se acercó a ella mirándola molesto -, lo es si con esta acción lastimas a personas que les tengo gran estima.
Miró la sorpresa en el bello rostro de la joven Baronesa.
- Georgie vino a verme llorando por lo que encontró en la habitación de terapia intensiva - le dijo -, no podía creer que fueras capaz de hacer eso estando Max en coma.
- No hay nada que hacer - respondió Milly yendo hacia la cocina -, no está en manos de nadie las decisiones que Max y yo hayamos tomado en lo concerniente a nuestro matrimonio.
- ¡Demonios! - fue hasta ella tomándola del brazo para enfrentarla -, ¡Max está en coma! ¿Cómo pudiste hacer eso si sabias que él no tenia ninguna oportunidad?
- ¿Qué quieres decir? - Demandó Milly retándolo con los ojos -, ¿Crees qué yo fui la que metió la demanda del divorcio? Estas equivocado príncipe 'Akil, Max lo hizo, yo sólo he aceptado su voluntad, él... - pasó saliva y se soltó de la mano morena -, quería su libertad y yo se la he dado, es lo menos que puedo hacer.
El príncipe la mantuvo sujeta sin importarle las lágrimas que veía acumularse en sus ojos.
- Él me lo pidió el mismo día en que fui secuestrada - le confió con voz ronca -, yo sólo estoy haciendo lo que él quería, es lo único que puedo hacer. Para mí es su ultima voluntad, para que cuando salga del coma al fin pueda hacer su vida. Volver a empezar.
- Aún así creo que esto deben arreglarlo cuando Max este en condiciones para poder firmar los papeles - arrojó los papeles a la encimera de la cocina -, se lo debes querida Baronesa.
Estaba muy molesto por la situación, quería explicaciones acerca de su despiadado comportamiento después de el accidente de su amigo. El poco tiempo que había pasado desde la boda de su amigo, no le había dado la oportunidad de conocer bien a esa mujer, sin embargo algo le decía que había algo más que ella intentaba ocultar.
Además estaba lo de Anna, no podía sacar de su cabeza el hecho de haberla visto así de esa manera tan destrozada, muy lejos de ser aquella joven que conoció tras el escritorio, sobre todo después de aquella confesión...
- Como ya le he dicho a mi padre y ahora a ti, Max tomó su decisión y yo debo de respetarla, se lo debo. Tiene derecho a ser feliz.
- ¿Y crees que esto lo va a lograr?
Ello lo miró con sorpresa y bajó los ojos.
- No lo sé príncipe 'Akil - aclaró su garganta -. Lo único que puedo asegurar es que él nunca podrá ser feliz a mi lado, y aunque Roberta ha muerto...
La miró sorprendido ¿Por qué involucraba a Roberta en todo esto?
- ¿Qué demonios tiene que ver Roberta en este asunto? - Demandó 'Akil molesto.
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DEMONIO DEL DESIERTO
Romance2da. parte de la Bestia y la bella escrita al par con la misma novela. A partir del capítulo 45.