CAPÍTULO 51

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REFUGIO (parte 2)

Ese beso era como beber agua después de viajar sediento en un desierto. Ambos unían sus labios con un anhelo que no tenia fin. Anna se dejó llevar, permitió que él, su príncipe rodeara su cintura acercándola a su cuerpo, no fue capaz de levantar los brazos para rodear su cuello como muchas veces soñó, simplemente se dejó llevar mareada por las intensas sensaciones que su boca, su lengua creaba en su interior.

'Akil jadeaba explorando su boca; ¡Era el elixir que curaba esas heridas abiertas a las que se había tomado la molestia en cubrir! ¡La amaba! ¿Cuánto más habría podido estar sin ella? El recuerdo de sus labios eran, lo que esos últimos años lo mantuvieron con la esperanza de encontrarla y ahora tocarlos, sentirlos era como estar en el paraíso.

Ella era su Eva. Su única mujer.

Anna entre abrió los ojos. Sus manos ahora estaban oprimiendo los fuertes hombros masculinos. 'Akil apartó jadeante sus labios bajando hacia su barbilla, su quijada, su cuello... ¡Oh por Dios!, ¿Qué estaba haciendo? ¡No podía permitirse volver a caer en sus redes!, no quería volver a sentir ese dolor. No podría sobrevivir si en algún momento 'Akil volviera a apartarla de su vida.

- ¡No! - lo apartó usando toda la fuerza de su dolor -, ¡No!

Dio un par de pasos zafándose de su abrazo. Movió la cabeza bajando la mirada avergonzada por ser tan débil cuando él apenas la había tocado.

-Anna...por favor.

- No - movió la cabeza -, vete, vete...

'Akil se quedó inmóvil. No dio el paso hacia ella, se quedó en el intento. Buscó su mirada y el dolor que lo había acompañado todo ese tiempo se incremento un millón de veces más.

- Vete.

- ¿Eso es lo que quieres Anna? - Preguntó en voz baja.

- Si, vete - respondió ella de inmediato.

- Te amo.

Anna oprimió las manos en puños. Mordió su labio sintiendo como el dolor se iba convirtiendo en furia. ¿Cómo se atrevía? ¿Como podía decirle que la amaba? ¿Acaso creía que era una idiota?

- ¡Vete 'Akil! - levantó la voz mirándolo rabiosa -, ¡Eres un maldito hijo de puta! ¡Te odio!...no sabes cuanto...

- ¡Anna! - Exclamó mirándola atónito.

¡Maldición! Observó su rostro la sorpresa y el dolor por sus palabras cayeron sobre sobre él como una cubeta de agua fría. Un nudo se formó en su garganta impidiéndole hablar. La miró y abrió los labios buscando algo que decir.

- ¿P-por...qué...

- ¡Vete, maldita sea! - gritó ahogando un sollozo -. Vete y no vuelvas por aquí...ella, esa mujer...esa mujer te está esperando...

- ¡Por Ala! - dio al fin el paso hacia ella confundido -, ¿De qué maldita mujer hablas?

- la mujer con la que estabas en el bar - respondió con un suspiro ya harta de todo -, ella es perfecta para ti. No debiste dejarla sola, vete, ella te espera.

- Ella no es nadie.

- ¿Nadie? - Inquirió dolorida -, ¿Nadie como lo fui alguna vez yo para ti?

- ¡No Anna, tú nunca fuiste nadie para mi! - se acercó mas a ella apurado -, tú siempre lo has sido todo para mí. ¡Maldición Anna, te amo! Llevó dos años y medio Buscándote como un loco, cometí un error...

- ¿Cometiste un error? - Inquirió buscando que su dolor le diera fuerza a su enojo -, ¡Me heriste 'Akil!. Me apartaste de tu vida abandonándome como algo inservible que botas a la calle, ¡Me echaste a la calle!...¡Destruiste mi vida! Creí...creí que contigo seria diferente... Acepté lo que me diste cuando debí haber corrido muy lejos de ti, pero me enamoré y...creí que seria diferente contigo.

DEMONIO DEL DESIERTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora