Los esqueletos

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En cuanto salieron la pareja recién formada, el matrimonio Ryder se quedaron un rato más tomando el café que había sobrado

-Que malo eres conmigo Eugene-se quejó - ¿Porque no me dijiste sobre esa cláusula?

-Punzie-le contesto viéndola muy serio, pero con los ojos sonrientes- tú sabes que hay cosas que no te puedo decir, porque, así como Elsa es tu prima y mejor amiga, Jack es mi amigo de muchos años, tu defiendes a Elsa y yo a Jack, sabía que si te contaba te pondrías un poco...

-Loca, dilo no me molesta-dijo mientras tomaba su café

-Intensa-la corrigió- además querida, ambos sabemos que ese par, antes del ataque de Elsa, no se habían visto en 9 años y creo que la última vez que se vieron no quedaron en termino amigables. Además, tenía que pensar en nuestro ahijado, ya era mala la relación antigua de sus padres y no me gustaba la idea que Jake fuera testigo de la enemistad de sus padres.

-En eso te doy la razón, quién hubiese pensado que era necesario algo tan grave pasara para que Jack reaccionara-reflexionó filosófica- Tengo que reconocerte que siempre me dijiste que Jack sentía algo por Elsa y ahora que estoy siendo testigo, no puedo dejar de reconocértelo, me alegro tanto por Elsie

-Y yo por Jack, puede que se vea un irresponsable, libertino ligón, pero en el fondo es una buena persona que ha sufrido mucho y el ser ligón era una forma de obtener el amor que se le negó en su pasado, Elsa despertó en él sentimientos que nunca quiso experimentar y le dio miedo, por eso siempre estuvo dispuesto a creer lo peor de ella, para justificarse a sí mismo su proceder con ella, pero al reencontrarla y ver que no era como siempre se la mostraron, ya no pudo seguirse engañando y más cuando se dio cuenta lo cerca que estuvo de morir

-A todos nos asustó que pudiera morir, con Anna ya lo esperábamos, aunque nunca fue santo de mi devoción, no dejaba de ser mi prima, pero Elsa, por Dios, pobre, cualquiera diría que tiene más vidas que un gato, primero su madre, el accidente con Kristoff y ahora esto último-gesticuló Punzie-Solo espero que los secretos o los esqueletos del armario, como decía la Nonna no los separe. Ambos merecen ser felices y mi ahijado merece un padre que lo mime.

- ¡Oye!, -exclamo Eugene abrazando a su esposa- ¿qué crees que he hecho en estos años?

-Sabes a que me refiero, querido-dándole un suave beso

- Si cariño, ahora nosotros a descansar

Dicho lo anterior se llevó a su esposa a la habitación de ambos donde olvidaron las tareas desagradables que les esperaba al termino de 2 días, disfrutando de su compañía y amor que estaba tan fuerte como el primero de su vida en común.

******

El regreso al departamento de Jack lo hicieron en silencio, no era incómodo, pero era el resultado de las reflexiones que cada uno se hallaba sumido, Elsa comprendió que tenía poco tiempo para hablar con Jack, decidió hablar esa misma noche, no iba a dejar que Jack la distrajera, bueno tampoco le molestaba mucho la distracción, pero necesitaba hablar con él

Jack por su parte comprendió que si quería que Elsa lo comprendiera cabalmente tendría que hablar de su pasado, no le apetecía, pero sabía que era necesario y esa noche empezaría a sincerarse completamente con ella

Cuando llegaron tomados de la mano, entraron al departamento Elsa rompió el largo silencio

-Jack, quiero contarte unas cosas, que considero importante que las sepas lo antes posible-dijo apretándole la mano y levantando su rostro hacia Jack, quien al verla pensativa y vulnerable, no pudo evitar besarla suavemente

Perdóname hermana (jelsa)(editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora