Perdóname hermana (jelsa)(editada)

Jack

- ¿Por qué Anna? - se repetía Jack, pasándose la mano por el cabello- ¿Porque remover el pasado? Han pasado 8 años, no entiendo la necesidad de recordar...

Pensaba Jack sentado en su despacho de director general de Frost-Arendell INC, su mirada azul se perdía en el paisaje urbano de la ventana que se encontraba frente a él. Sabía que el alcohol no era una solución, pero al menos le ayudaba a relajarse sus nervios, ¡y vaya por Dios que lo necesitaba!

Es increíble como pasaba el tiempo, meditaba Jack mientras de gustaba su bebida favorita, dejó vagar su mente, se volvía a ver a sí mismo a los 16 años cuando empezó sus estudios en la preparatoria junto a su primo Kristoff, cuando se hizo amigo de Hiccup y Eugene, cuando la vida era simple: fiestas, chicas, excursiones y más fiestas, afortunadamente siempre se le dio bien los estudios razón por la cual se divertía, misma que continuo en los primeros años de la universidad a pesar que sus amigos estaban en diferentes facultades, por lo menos estaban en la misma universidad, se reunían siempre que podía hasta que las conoció...

Hasta la fecha no se explicaba como unas hermanas y para colmo gemelas, fueran tan diferentes; Anna pelirroja, ojos turquesas, extrovertida, graciosa, tan vital y su hermana tan fría, tan reservada, tan propia, como le gustaba gastarle bromas hacerla sonrojar, siempre pensó que Anna era su gran amor, por la forma en que ambos se divertían, les encantaba ser centro de atención; hasta aquella fiesta que después de tanto tiempo por aun tenía el poder de afectarle y ahora su esposa le hace referencia a esa noche, suspirando se pasa la mano por centésima vez por el cabello despeinado de por sí aún más....

No quería nombrar a su cuñada, sentía que, si lo hacía la confusión, la ira regresaría a él y definitivamente esa puerta ya estaba cerrada a cal y canto, y aunque que fuera lo último que hiciera, se quedaría como estaba, después de todo no se podían resucitar a los muertos ¿o sí?

Se quedó pensando, dejando que los fantasmas del pasado lo rondarán, preguntándose no por primera vez que hubiera pasado si...NO, NO, ¡NO! Se regañó mentalmente, -no se puede cambiar el pasado solo, solo, si tan solo- se regañó a sí mismo.

Sin quererlo le llego a su mente la última noche que hablaron, la noche de su compromiso, ella no había estado cuando se anunció pues había llegado tarde.

***

Se encontraba solo en la biblioteca de la casa de los Arendell, acababan de anunciar públicamente su compromiso con Anna, se había excusado de la fiesta bajo el pretexto de una llamada, aislándose de la celebración que sinceramente no le interesaba, en esos 2 meses habían transcurrido en una nube de dolor por la muerte de su hermana y dudas que habían nacido en el cumpleaños de su ahora prometida, tan sumido estaba en sus reflexiones que no escucho cuando se abrió la puerta, pero si cuando se cerró, pensando que era Anna, suspiro profundamente, recompuso su rostro y giro hacia la puerta con una sonrisa, misma que se congeló cuando vio que no era Anna, si no a ella.

-Hola Jack, ¿crees que pueda hablar contigo ahora? -dijo insegura

-Creo que fui claro contigo cuando te dije que no te me acercaras-contestó con dureza

-Lo sé, pero en verdad necesito hablar contigo

-Acaso debo repetirte que no te quiero cerca

-Por favor, es algo importante

La vio tan nerviosa que una parte de él quiso saber que le ocurría y la otra le dictaba que se fuera, por unos instantes dudó, al verla, la confusión que había empezado en aquella noche lo golpeaba con fuerza, una parte de él quería saber que le quería decir y la otra quería marcharse sin dar la vuelta, pero gano su natural curiosidad