Capitulo 2.

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-Creo que le encantará Iván- comenté cruzándome de brazos frente a él, teniendo las riendas de Zero enroscadas por toda mi mano izquierda

-Pero ¿y si no le gusta?

-Es Link- continué- las cañas de pescar le van bien de ese color

-¡Pero es que no sé!- chilló, mientras se apoyaba en el tronco de la casa del muchacho que me había ayudado la noche anterior

-Iván- llamé severa- no te preocupes -caminé hacia la entrada a la villa Ordon- ¡él amara ese pequeño regalito!- grité cuando ya me encontraba lejos de él.

Yo tenía el día libre en la tienda pero no en la granja, mientras que Link si lo tenía libre...

Que envidia- suspiré cabalgando despacio a Zero, llegué al poco rato a los establos y ayudé a meter a todas las cabras dentro una vez más, darles de comer y asear a una que otra por allí.

El día de jornada acabó muy pronto, como era de esperarse y un instinto atravesó mi cabeza como un rayo... de repente la palabra tirachinas golpeaba mi cerebro.

-Debo comprarla- susurré caminando a la tienda de la señora Otilia.

-¡Mel! ¿A qué has venido?- preguntó extrañada aquella señora algo robusta- hoy es tu día libre pequeña...

-Lo sé, pero me ha dado por comprar eso- señalé al tirachinas que tenía en uno de los grandes estantes que tenía tras sí.

-¿Un tirachinas? ¡Las chicas no usan esas cosas!

-Vamos Otil- chillé- no sé por qué tengo esta sensación que me tiene harta

-¿Sensación?

-Sólo sé que debo comprarla...

-¿No serás compradora compulsiva?

-¡Otil! ¡No soy consumista!

Aquella mujer rió ante mis comentarios y cedió finalmente, dejándomela en las manos

-Te lo descontaré de tu paga...

-¡Gracias!- chillé de emoción y salí de aquel lugar, la satisfacción fue tan grande que sobresaturé mis sentidos, y mi mente recibió un fuerte golpe, como si debiese hacer algo... Link... Link... LINK- repetía su nombre, ¿Qué extraño? ¿Por qué pensaría de esa manera en el único chico que me ha visto como su amiga?

Sólo observaba el suelo mientras conservaba las riendas de Zero en mi mano derecha, hasta chocar con algo

O alguien

-¿Mel?- preguntó aquel de afilados ojos azules

-¡¿Link?!- mi corazón dio un vuelco, todo mi yo se paralizó como nunca antes hubiese ocurrido, sólo escuchaba mis propios latidos que iban a muchos kilómetros por hora.

-¿Te encuentras bien?- preguntó tocando mis mejillas

Todo aquello me explotó en la cara como un millón de bombas, todo se potencializó cuando pensé en la noche anterior... Nayru... Din... Farore...
Me sentí morir, me sentí mal, me sentí fatal.

-S-s-s-í – dije al momento de sentir su mano en mi mejilla y cerré los ojos al instante...

Una visión fugaz recorrió mi mente, un pequeño niño sonreía, aunque era diferente... sus ojos eran más brillantes y menos llenos de melancolía que los de Link, pero su tacto era el mismo...

El mismo a través de los años...

Una dolorosa punzada cruzó también mi cabeza, que llevé mis manos a ella y me separé de él al instante.

ATLOZ FANFIC. La viajera de otro mundo III. La princesa del crepúsculo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora