Capitulo 7.

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-Oh, vamos Link, yo cuidaré de ti estando del otro lado...- comentó Mida.

Maldita sea, ese jodido tonito me saca de mis casillas.

¡Jódete Midna! ¡Jódete! ¡Me confundes!

-¿Es que acaso estás confundida?- preguntó un Dark divertido. Mi maldito enojo aumentaba. ¿Es que son consecuencias de lo que me han dicho? O ¿De plano mi cabeza quiere explotar?

Link a mi lado solamente asintió, dejándose tragar por la sombra de Midna, arrastrándolo hacia el otro lado.

-Ven...- ordenó Dark, para luego arrastrarme al otro lado también.

El castillo a lo lejos se veía en penumbras, las murallas a su alrededor no tenían luces, el pasto se veía oscuro y sentí como mi corazón se abría en pedazos.

Recordaba haber visto algo de esto antes, pero no tenía idea de dónde...

-Debemos ir a la fuente... y la fuente está...

¡Joder! ¡Mi cabeza!

El dolor se hacía más punzante a cada segundo, mirar hacia un Link que tenía preocupación tatuada en el rostro de lobo que ahora poseía, me lastimaba. Yo recordaba algo de esto... debo saberlo.

-Oye, asustas – objetó la mujercilla en el lomo de mi compañero.

Otra vez esa palabra...

Ver doble no es normal ¿verdad?

Caer de rodillas tampoco lo es.

-¡Mel! ¡BASTA! –gritó un Dark en mi mente -¡Mierda! ¡Mel!

Dolor.

Muerte.

Olvido.

Eso es lo que significa el crepúsculo.

-Link...- dije suspirando – mi cabeza está matándome...

Aquel lobo se acercó a mí.

-Debes ir a ver al espíritu... - susurré acurrucándome en el suelo.

-Vamos, no tenemos mucho tiempo – ordenó Midna

Aquellos... se fueron, dejándome en el pasto, sola, mientras Dark luchaba por mantenerme consciente, gritando mi nombre como se le grita a alguien querido en el borde de la muerte.

Aunque para él no significase nada el nombre que mis padres me dieron, la manera en que aquel lo pronunciaba dejaba mucho a mi imaginación.

Acaso ¿Yo era algo más importante que una simple ancla? No... mentiras...

-¡Mel! – volvió a gritar mientras mis ojos se cerraban de a poco, mis energías se drenaban, mis errores aparecían como imágenes sin sentido... una máscara... tres días... siete años... una ocarina... una princesa... un beso... las estrellas... como si todo fuera un huracán, como si fuera algo que me matara a cada segundo.

Link... sálvame, por favor.

Me arrastré con la fuerza que tuve en dirección a la ciudadela, pronto vería una llamarada de humo negro que se alcanzaba ver desde el otro lado del castillo.

-Salta al lago – solté levantándome como pude, pero mi cuerpo no respondía - no me dejes sola, te necesito.

Dark dejó de hablar si quiera, el dolor aumentaba, me sentía desvanecer.

Pero allí encontré a un lobo dorado, sentado, observándome caer de boca al césped, mi cara ya tenía suciedad... y sentirme cual mierda era peor.

ATLOZ FANFIC. La viajera de otro mundo III. La princesa del crepúsculo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora