Después de lo que le dije a Link, decidí sentarme a la orilla del río zora, con una paz y tranquilidad que casi nunca había tenido en todo este tiempo que estuve con él.
Tenía muchas cosas en las qué pensar y poner en orden en mi cabeza.
Mi compañero había ido a visitar a Salma, una chica que vestiría ropajes de monstruo de las montañas al pie de la entrada al pico nevado y le daría unas cartas con bosquejos del monstruo y del pez que éste conservaba.
Pero ese pez no podría ser encontrado a menos de que tuviéramos el señuelo adecuado, por lo que le dije que tendría que ir a visitar al príncipe Ralis quien se encontraba en el cementerio de la villa Kakariko. Cuando le dije que necesitaba algo de tiempo para pensar, no dudó ni un instante en dejarme a solas con mis pensamientos llenos de sentimientos encontrados.
Yo tenía que tranquilizarme.
Apenas unos momentos atrás habíamos estado en el circo del espejo, derrotamos a los huesos restantes de mi Volvagia y me enteré que Ruto, su espíritu, había desaparecido, junto con parte del medallón de agua.
-Se ve que la tienes difícil – Dark nació de mi sombra y se proyectó burlón a mi lado, suspiré en respuesta y me quité las botas un momento, para poder sentir con mis pies descalzos el agua tranquila del lugar.
-La tengo – susurré – No todos los días te enteras que la única que hacía competencia por tu amor, muere a los pocos momentos de recordar quien eres y quien fuiste.
-En eso tienes un punto – Aquel me acompañó en mis pensamientos.
-¿Y? ¿Tienes algo más qué decirme antes de que pierda la cabeza entre tanta pérdida?
-Lo que creo que deberías hacer es dejar de pensar en el pasado.
-No creo que eso pueda hacerlo, al menos no ahora.
-Tienes una reencarnación de tu anterior amor caminando por ahí mientras tú te sientas a pensar en el héroe del tiempo – se cruzó de brazos y se recargó en la pared – realmente necesitas cambiar tus prioridades.
-¿Desde cuándo eres tan dedicado?
-Absorber tu energía también me transmitió parte de tu ser, digamos que ser una sanguijuela tiene sus ventajas y sus desventajas.
Suspiré de nuevo.
-Ya van 3 suspiros, Suspiro de las Diosas, tu nombre queda a la perfección contigo.
-Has cambiado – noté – desde que nos conocimos, usualmente hubieras sido un grano en el trasero todo el tiempo, pero ahora... - le miré fijamente, inclinando mi ser hacia él – probablemente seas mejor que antes, como persona.
-Digo lo mismo de ti, Mel.
Sonreí un poco, para que éste volviera a mi sombra.
Tragué saliva e incliné mi cuerpo hacia atrás, dejando que mis palmas fueran mi soporte en ese suelo tallado de piedra, los Zora, Ruto, Volvagia, los goron, todo cambiaba a mi alrededor.
Miré hacia el cielo y vi pasar unas cuantas nubes.
-Me pregunto si algún día conoceré a alguien que me haga olvidar quién soy... y... cómo fui.
-¿Lista? – preguntó mi compañero, sorprendiéndome en el acto.
-Joder, ¡avisa! – la piel de mi cuerpo se hizo como la de gallina, intenté tranquilizarme levantándome de mi sitio para poder ir a secarme mis pies y luego vestirme por completo las botas. - ¿Tienes el señuelo? – pregunté recargándome a la pared.
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ATLOZ FANFIC. La viajera de otro mundo III. La princesa del crepúsculo.
FanfictionDime, ¿Alguna vez has sentido un extraño sentimiento de tristeza cuando el sol se pone? Dicen que es el único momento en el que los mundos se conectan... El único momento en donde se sienten los lamentos de aquellos seres que dejaron nuestro mundo...