Alrededor de mí nació Volvagia con las llamas más ardientes que nunca, mientras tocaba con fervor el minueto del bosque y finalmente mi nana.
La canción de las tormentas resonó y golpeó a todo Hyrule con mi tristeza.
Aunque sólo fueron algunos cuantos segundos, mi corazón se sentía un poco curado, menos pesado de tanto llorar y más alegre.
Le había visto y finalmente, me había despedido de él como debía ser.
-Ya es hora – murmuré levantándome de la roca en la que me había arrodillado y sentado para tocar mi nueva ocarina – Es hora de hacer mi verdadero trabajo.
Dark regresó a mi sombra y yo abroché mi cabello de nuevo con la pinza que el héroe del tiempo había quitado de su sitio. Con el corazón hecho un desastre y una sensación de libertad inexplicable, me sentía más ligera y fuerte.
El héroe a quien sirvo ahora apareció entre los matorrales como lobo, su rostro lastimado y su mirada hacia mi persona, me dieron indicios de que aquel fue testigo de todo lo que ocurrió en ese sitio. No lo negué, ni siquiera pude verlo a los ojos, caminé a medida que Volvagia desaparecía en un montón de llamas alrededor de las luces verdes al bosque al que yo le había devuelto la vida.
Una vez que mis pisadas me llevaron hasta la parte de enfrente de las puertas del templo del tiempo, llevé la ocarina a mis labios una vez más, miré a Link quien ya se hallaba atrás de mí y me abrazó fuertemente por la cintura.
Sentí su tristeza recorrerme de pies a cabeza, pero debía mantenerme al margen, así que tomé todo el aire que pude y comencé a tocar la canción del tiempo.
La Diosa del tiempo me escuchó, si, siempre escucha y es testigo de lo que hacen las otras 3 diosas.
Alrededor de nosotros dos, la melodía cobró su magia en luces azules, parecidas en color a los ojos de mi amado Link, quien ya no estaba conmigo.
-Abre las puertas – pedí en casi un susurro al héroe del crepúsculo.
-Si te suelto, te romperás de nuevo.
-No importa las veces que me rompa – me mordí el labio inferior, recordando la sensación de los labios de mi amor perdido en el tiempo – Siempre seré tu guía y siempre me levantaré para ti.
Aquel tembló en su sitio, por las palabras tan pesadas que nacían de mi boca.
-¿Y qué pasará el día en que no te puedas levantar?
-Ese día habré acabado mi trabajo – sonreí ampliamente, mirándole de soslayo – como el suspiro de las Diosas.
Link me miró con tristeza y me hizo voltear hacia su dirección.
-Ya no puedo esperarte más – murmuró abrazándome con fuerza.
Sonreí ampliamente, mientras el silencio reinó de mi parte a medida que aquel tomó mi mentón entre sus dedos y me hizo mirarlo fijamente.
-No puedo luchar contra mi yo del pasado, eso me quedó claro.
Intenté desviar la vista hacia otro lado, pero él me detuvo por completo.
-Pero sí puedo luchar contra tu terquedad y tu testarudez.
Abrí los ojos de par en par al sentir sus labios sobre mi frente, todo mi cuerpo reaccionó hacia él, aceptándolo por completo, no podía creer lo que me pasaba, entré en un estado de shock entero y fuerte, no podía moverme ni respirar.
El separarnos perdí mucha de mi fuerza, fue lo único que pude hacer para reaccionar, perdiendo el equilibrio, sus brazos fueron lo único que había entre mí yo y la tierra.
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ATLOZ FANFIC. La viajera de otro mundo III. La princesa del crepúsculo.
FanfictionDime, ¿Alguna vez has sentido un extraño sentimiento de tristeza cuando el sol se pone? Dicen que es el único momento en el que los mundos se conectan... El único momento en donde se sienten los lamentos de aquellos seres que dejaron nuestro mundo...