Paul.Pov
Estábamos reunidos en casa de Sam, de nuevo por aquel vampiro maloliente que venía por ____. La garrapata Cullen de alguna manera tuvo una visión en la que veía que vendría por ella en dos días, no entendí mucho de eso, pero si eso era cierto tendríamos que armar un plan pero ¡Ya!
Luego de que llegara Jacob y lo informáramos iríamos al claro a vernos con los Asquerosos... Digo los Cullen, sí, ellos estaban de nuestro lado, pero eso no quería decir que no me causaran el mismo asco, todos eran iguales, TODOS. Una panda de sanguijuelas infernales, insensibles y asquerosas. Las voces de dos personas me sacaron de mis pensamientos. Una de las voces hizo que mi corazón se acelerara de una forma incómoda, no quería sentir esto.
Jacob: Ya llegamos -Dijo contento el muy imbécil, tomado de la mano con ___, nos miro a todos y al vernos serios su sonrisa cayó -¿Sucede algo?
Gruñí por lo bajo al escuchar su estúpida pregunta pero ¿que se podía esperar de semejante idiota?
Sam: Ven conmigo un momento Jacob, afuera -El asintió y antes de irse con el, le dió un beso cerca de los labios a ___ sin dejarla de mirar con cara de enfermo. Apreté los puños.
Los imbéciles de Quil, Seth, Jared y Embry empezaron a chiflar, y vi como a ella se le encendían las mejillas.
Jared: ¿No es tierno? Como te llamas ahora, ¿la chica de Jake? -Dijo entre carcajadas.
Embry: ¿O la chica lobo? -Siguió bromeando.
Quil: Ven ___. Siéntate con nosotros -La invitó al círculo en el que estábamos todos.
Sentí que ella me miró, pero simplemente seguí mirando el suelo, como lo había hecho desde que Jacob había salido de la casa. En excepción de cuando observé lo roja que estaba. Se sentó en medio de Seth y Leah, la que hasta ahora no había articulado ni una sola palabra, como yo.
_____.- Pov.
Paul había estado en silencio desde que llegué, ni siquiera se había molestado en saludarme o mirarme. Y aunque les sonriera a los chicos, su indiferencia me dolía.
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Haz de mi corazón un lugar mejor. [Editando]
FanfictionPor más que les ordenaba a mis piernas que pararan de caminar estas no me hacían caso. Ellas seguían andando, parecían solo escuchar a mi corazón o al poco corazón que aún me quedaba. Estaba tan dañado que hasta yo misma dudaba de que tuviera uno, d...