Cap.30

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Encontrar a alguien a quien amas y que te corresponda es una experiencia maravillosa. Pero encontrar una verdadera alma gemela es aún mejor.

A pesar de lo mucho que me costaba respirar mientras mis ojos estaban cerrados pude sentir un olor que hacía que mis pulmones se llenaran de aire con más facilidad, un olor a madera pura con un toque de menta, el olor de Jacob, lo estaba imaginando... Pero me hacía sentir mejor. El frío que sentía se esfumó para darle paso a un fuego que me envolvía el cuerpo.

Jacob: Amor -Oí su voz, hice una mueca, esta alucinación era dolorosa y demasiado real -Ya estoy aquí, todo está bien.

Sentí como acunaban mi cuerpo y dejaba de tocar el suelo para sentirme en el aire.

Unos dedos ardientes me acariciaron la mejilla ¿Esto era real? Algo en mi interior no me dejaba abrir los ojos, tal vez cuando lo hiciera me encontraría de nuevo apoyada al árbol abrazando mis rodillas.

Paul: ¿ella está bien? - pregunto con voz preocupada

Jacob: si - su voz parecía aliviada pero a la vez con una gota de cansancio - creo que está agotada, no está dormida pero tampoco esta despierta

Paul: ¿Entonces nos escucha?

No escuche respuesta, luego de un rato el viento movía mi cabello y me sentía estar en una velocidad rápida.

Poco a poco empecé a comprender que era real, estaba en los brazos de Jacob, me había encontrado, una ola de tranquilidad se apoderó de mi cuerpo me sentía segura en este momento, después de un rato su olor se mezcló con otro, con salitre... Supuse que habíamos llegado a la push.

Escuché voces, pero mi mente no estaba como para distinguir de quienes eran y muchos menos que decían. No quería escuchar, mas parecían gritar, entonces mi memoria fue directo a aquellos gritos desgarradores detrás de la puerta donde había estado encerrada, cerré mi mano en un puño clavándome las uñas concentrándome en ese dolor para olvidar el otro, no quería recordar aquello, no quería recordar nada que tuviera que ver con el... No por ahora.

Escuché un sollozo ahogado.

Gabbe: ¡Oh por dios! ¿Qué le ha pasado?

Jacob: Se ha perdido en el bosque -Mintió mi novio, sentí una punzada al pensar en esa palabra "novio" y volví a hincarme las uñas.

Gabbe: Pero... ¿Dónde se metió? Está sucia y... pálida

Jacob: La recostare para que descanse- Más que un permiso fue una orden.

Gabbe: Cl-claro pasa Jacob.

Me recostó en mi cama con un cuidado extremadamente tierno, como si cualquier movimiento pudiera lastimarme. Pero la verdad es que ya nada podía lastimarme más de lo que iba a suceder cuando pudiera reponerme lo suficiente como para hablar con él y hacer algo que nunca podría haber pasado por mi mente.

Arropó mi cuerpo y se acostó a mi lado, su calidez era exquisita y sentía su aliento cerca de mis labios. Temblé y poco a poco empecé a abrir los ojos.

Jacob: Nunca me hagas esto más... Nunca me vuelvas a hacer esto ¿De acuerdo? -Dijo con voz ronca, cortada -Nunca -Me volvió a repetir.

Lo primero que observé con claridad fueron sus ojos mirándome, penetrantes con suplica y angustia. Mi boca estaba seca y me relamí los labios. Los de el temblaban y se los mordió con fuerza para que no notara aquello.

Jacob: Si te pasara algo yo...

No termino la frase pues lo besé con ansias... No sé de donde me salieron fuerzas en los brazos para tomar su cuello y tratar de atraerlo más a mí. Sus manos me recorrieron el abdomen, bajando por mis piernas y luego subiendo nuevamente. Yo me enfocaba en su cuello y cabello jalándolo pero sin hacerle daño y luego recorriendo mis manos por sus bíceps y espalda.

El dejó mis labios y aproveche para tomar una bocanada de aire y un suspiro que salió mas como gemido y al parecer eso lo encendió pues me tomó por la cintura acercándome más a él y beso mi cuello de la manera más deliciosa, esta vez gemí más profundamente cuando lo chupó y mordió para luego volver a tomar mis labios.

Unos segundos más pasaron y volvió a abandonar mi boca pero esta vez no beso ninguna otra parte de mi cuerpo, solo se quedó mirándome con la respiración entrecortada y los labios hinchados.

Tu: Jake -Dije con tristeza al ver como sus ojos se iban llenando de lágrimas poco a poco -No lo hagas -Le pedí tomando sus mejillas ,no podría soportar verlo llorando.

Jacob: Tú eres la razón de mi existencia si te vas... Mi vida ya no vale nada -Habló con un hilo de voz, parpadeando para detener las lágrimas como yo se lo pedía- Te amo.

Mi boca se abrió levemente ¿Esto en realidad estaba pasando? ¿Por qué rayos no le podía responder? OH porque en un mes le tendría que decir adiós para siempre y no quería aferrarme más a él de lo que ya estaba.

Sus ojitos brillaban pero podía ver la decepción en ellos al ver que yo me quedaba callada.

Tu: Yo también te amo -Dije finalmente, el dolor que me ocasionaría dejarlo no sería más o menos fuerte si le respondía, ya estaba lo suficiente enamorada de el como para echarme para atrás ahora que el me decía lo que había estado anhelando por tanto tiempo.

Jacob.-Pov.

Mi corazón latía desbocado golpeándome el pecho, lo sentía latir en todo el cuerpo, y ella me había dicho que me amaba, aunque parecía haberlo pensado mucho, lo dijo. Pero algo no andaba bien, podía verlo en sus ojos. Ella no estaba bien y yo iba a hacer todo porque volvieran a brillar como antes.

Tu: ¿Me amarás mañana? -Me preguntó mirándome a los ojos, estaban opacos y sin vida pero había un destello de amor en ellos.

Jacob: Siempre -Le aseguré.

Dicen que nada dura para siempre, pero tengo una fe inquebrantable en que a veces el amor sigue vivo incluso cuando dejamos de existir.








Haz de mi corazón un lugar mejor. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora