Leah: ¿Te quedarás mirándome toda la tarde? ¿No tienes mejores cosas que hacer? -La miré fijamente mientras ella seguía hablándome con desprecio y mirándome con cara de pocos amigos, aunque no estaba segura de haberla visto alguna vez otra expresión
Tu: ¿Qué es lo que te molesta?
Leah: ¿Quiero estar sola de acuerdo? - Desvió la mirada hacia el acantilado en donde estábamos.
Tu: Esa no es la respuesta a lo que te pregunté.
Leah: ¡No te importa lo qué me molesta! No somos amigas -Bufó con amargura -Yo no tengo amigos.
Tu: Pues te pierdes de mucho. No entiendo porque eres tan cerrada, porqué te empeñas en hacer que los demás se alejen de ti. Solo quiero ayudarte, y no haces más que agredirme.
Leah: A veces es mejor estar sola... cuando no esperas nada de nadie, no habrá quien te lastime -No estaba segura de si me estaba hablando a mí, o a ella misma
Tu: No puedes andar asi por la vida, sola... sin creer en nadie.
Leah: Eso lo dices porque no te han traicionado... ¿Te doy mi consejo? Nunca te fíes de nadie, especialmente de la gente que admiras, esos son los que te pegaran las peores puñaladas.
Tu: Leah...
Leah: No me vengas con la filosofía de que no es cierto, porque tú lo sabes mejor que nadie, en el fondo, sabes que es verdad. Al final solo nos tenemos a nosotras mismas. Y tu lo sabes muy bien ____, sabes el dolor que yo siento, porque es el mismo que tú sientes ahora. Querer a alguien que no te quiere es como intentar volar con un ala rota. -La miré y vi como se secaba una lágrima que rodaba por su mejilla.
Luego de esto ella salto sobre sus pies y corrió hacia el acantilado, lanzándose al mar.
Me quedé sentada en una roca, pensando en Leah. Ella sufría como todos, su amargura solo era una máscara para no mostrar lo destrozada que estaba por dentro. Una máscara que yo hoy había logrado apartar, al menos durante unos segundos. Nunca había tenido una conversación con ella desde que tengo memoria. Bueno, sí, pero solo cuando estábamos todos los chicos juntos, y ella lo único que hacía era arruinarlo con sus malos comentarios.
...
Ya estaba lista para la fiesta. Aunque ya llevaba quince minutos sentada en frente del espejo, me veía distinta, no me había maquillado en mucho tiempo y tampoco me había arreglado de aquella forma desde que tenía memoria. Gabbe entró a mi habitación de nuevo para seguir ayudándome con mi cabello, desde que me había lastimado la pierna se había vuelto más atenta y cada vez que tenía la oportunidad me ayudaba en lo que podía, yo me sentía feliz, aunque no se lo demostrara, ya que aun ponía distancia hacia ella. Ryan no me había vuelto a tocar y menos ahora que prácticamente Paul vivía aquí; casi nunca estaba sola.
Gabbe: ¡Estás hermosa!
Tu: No seas exagerada mamá - Dije riendo. Ella dejo de sonreír y me miró con los ojos abiertos - ¿Qué pasa?
Gabbe: Hacía mucho tiempo que no me decías mama. -Desvié la mirada
Me levanté de la silla y fuí a buscar algo en mi mesita de noche, no sabía lo que buscaba solo quería darle la espalda. Pero ella habló.
Gabbe: Sé que jamás voy a compensar el daño que te hice.
Tu: Eso ya no importa -Dije sin la más mínima emoción, ella me puso una mano en el ombro, ya que yo seguía de espaldas.
Gabbe: Sí importa, y lo lamento tanto, me arrepentiré toda la vida. También por dejar que Ryan...
Me tensé, no quería que lo dijera, cerré los ojos con fuerza. Mientras un escalofrió me recorrió toda la espalda, con los recuerdos a flor de piel.
Tu: Basta -Me voltee y vi que tenía lágrimas en los ojos -Tú no tienes la culpa de lo que me hizo ese imbécil, aunque sigo sin entender porque sigues con él. Pero eso no es lo que me molesta, pues los golpes no duelen tanto como las palabras; las palabras te hieren el alma, pero en mi caso palabras fueron las que faltaron... solo recibí insultos de Ryan y silencio por tu parte. El silencio es peor aún, te hace sentir invisible... te vuelves nada.
Miles de lágrimas cayeron de sus ojos, y yo respire profundo para no dejar caer las mías, no quería llorar más y menos arruinarme el maquillaje.
Gabbe se acercó a mi para abrazarme pero me escabullí como pude. Vi cierta expresión de desilusión en su rostro. El timbre de la casa sonó.
Tu: Debe ser Paul. -Me vi por última vez en el espejo -Adiós.
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Haz de mi corazón un lugar mejor. [Editando]
FanfictionPor más que les ordenaba a mis piernas que pararan de caminar estas no me hacían caso. Ellas seguían andando, parecían solo escuchar a mi corazón o al poco corazón que aún me quedaba. Estaba tan dañado que hasta yo misma dudaba de que tuviera uno, d...