Es increíble como alguien puede romper tu corazón en mil pedazos y sin embargo sigues amándole con cada uno de los pedacitos.Al día siguiente, martes, me levanté cuando mi alarma sonó, me bañé y me cambié sin nada de entusiasmo, no quería ir al instituto, no quería. Me toparía con la manada, ellos... me habían desilusionado...todos. Aunque pensándolo bien... ellos no tienen la culpa de las decisiones de Jacob.
Volví a sentarme frente al espejo. Ya el golpe estaba desapareciendo y no se encontraba tan hinchado como ayer, ahora solo eran dos pares de ojos lagrimosos... estaban rojos e hinchados de tanto llorar. Me maquillé lo mejor que pude y volví a ponerme los lentes negros, aunque estos eran otros distintos... los que llevaba ayer los había dejado en el suelo. Quería salir por la ventana de nuevo, pero no lo hice. Debía dejar de huir de mis problemas como una cobarde, yo podría ser muchas cosas... pero cobarde jamás, y estaba arrepentida de no haber salido ayer en toda la tarde a comer, me sentía débil... ahora que recuerdo... no había comido nada desde ayer en la mañana... me paré en frente de la puerta de mi habitación y tome aire para calmarme... giré la manilla y caminé hacia la cocina, donde estaba... esa señora cocinando. En lo que me escuchó me dio una sonrisa, la cual no le devolví. Eso hizo que su expresión reflejara tristeza. Agradecí que Ryan no estuviera aquí, seguramente seguía durmiendo.
Gabbe: Buenos días ___. -Dijo dulcemente. Elevé una ceja incrédula.
Tu: No le veo nada de buenos, madre -Dije con frialdad -Digo tú debes estar más que feliz. Cocinándole al puerco de...
Gabbe: ¡No te voy a permitir que insultes a Ryan! -Me interrumpió antes de que terminara mi frase.
La miré indignada. ¿Es que aquella mujer no se estaba escuchando? No me permitía a mi insultarlo... ¿pero a él si le daba permiso para golpearme?
Tu: ¡Eres una hipócrita! - Me quité los lentes - ¡Mírame maldita sea! Mirá lo que me hizo tu adorado Ryan.
No dijo nada solo bajó la cabeza.
Tu: Una madre de verdad no permitiría que golpearan a su hija y mucho menos alguien que no es nada mío... Desearía que papá estuviera aquí -Susurré lo último pero ella logró escucharme.
Gabbe: Tu padre te abandonó.
Tu: ¡Ya lo sé! Pero todavía no puedo entender como fue capaz de dejarme sola contigo.
Mi madre se llevó las manos a la boca, dolida por mis palabras... pero no me importaba, nada de lo que sintiera aquella mujer me importaba. ¿No se supone que las madres te deben amar, dar cariño, defenderte? Ella no era merecedora de aquel nombre... ¿madre?
Fue mi madre hasta que papá se fue de casa cuando yo tenía trece años. Desde aquel día... solo he recibido golpes de parte de su maldito amante y desplantes de ella. Ahora tengo dieciséis y ya viví tres años sin ella.
Estaba presente, pero solo físicamente porque desde que papá se fue, no me volvió a dar un abrazo... yo trataba de sacar buenas notas en el instituto, hacía lo posible para acercarme a ella, para tener al menos un poquito de su tiempo o de su atención, pero todo fue en vano... Cuando cumplí los quince me di por vencida, ella jamás sería la de antes... aquella mamá cariñosa y comprensiva se había ido, se había marchado junto con mi padre.
Ahora era yo la que no quería de su cariño. Era demasiado tarde...
Gabbe: No me digas esas cosas... me lastimas.
Tu: ¿Te lastimo mamá? ¿Sabes cuantas veces me has lastimado tu? ¿Eh? ¿Sabes cuánto he llorado por tu culpa? - Ella negó con la cabeza - ¿No, verdad? Entonces no me digas que yo te lastimo porque no tienes ni idea de cuánto me has lastimado tu.
Gabbe: Lo lamento tanto - Susurró entre lágrimas -Hija... perdóname, he sido tan egoísta.
Quiso acercarse a mi pero di dos pasos hacia atrás.
Tu: No puedo - murmuré mirando hacia un punto fijo detrás de ella, donde se situaba una foto de nosotras; yo de pequeña y ella abrazándome.
Gabbe: ___. Eres lo que más amo en el mundo.
Tu: No te creo. Mentira... tu solo piensas en ti misma... hace mucho que yo te dejé de importar.
Gabbe: Perdóname.
Tu: Lo lamento pero por ahora... no puedo.
Diciendo eso último salí de la casa. Sin esperar que me contestara, sin siquiera verla. Hace tanto que quería desahogarme y decirle todo lo que sentía, todo lo que me guardaba. Pero ahora que lo había hecho me sentía más miserable, pues otra vez estaban en mi cabeza los recuerdos de todos aquellos horribles momentos que había vivido.
Lo que más me enojaba era que a pesar de todo, quería a mi mamá. A pesar de todo la amaba, pero el odio que sentía en estos momentos era más grande.
Corrí un largo tiempo, no me di cuenta hasta que tuve que pararme para que mis latidos se calmaran y mi respiración volviera a la normalidad, que no estaba en la push. Estaba en el bosque ¿Cómo demonios había llegado hasta aquí? Estaba tan sumida en mis pensamientos, que no me di cuenta de adonde me dirigía... me había ido sin comer de nuevo y el hambre me había desaparecido... Ahora me inundaba el cansancio. Y sentía como poco a poco todas mis fuerzas se desvanecían... sentí como me tambaleaba y caí al suelo.
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Haz de mi corazón un lugar mejor. [Editando]
FanficPor más que les ordenaba a mis piernas que pararan de caminar estas no me hacían caso. Ellas seguían andando, parecían solo escuchar a mi corazón o al poco corazón que aún me quedaba. Estaba tan dañado que hasta yo misma dudaba de que tuviera uno, d...