Encuentro inesperado

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Con la desesperación, Justin mira al espejo y le tire un puño, haciendo que se rompiera y coge un pedazo.

Esto será lo que me salvara ahora mismo.

Rápido que rompe el espejo notó que los perros empezaron a ladrar y a darle cantazos a la puerta. La parte de abajo parecía romperse con ellos. Abrió la puerta un poco y rápido una cabeza de ellos se asomó. 

Sin pensarlo dos veces, le espeta el espejo en la cabeza pero de pronto, otro perro brinca sobre ella, tumbándole el vidrio. Al menos había un perro menos con quien pelearía. Quedó sentado en contra de la puerta y el perro lo miraba furioso desde al frente del inodoro. 

Parecía ser una mezcla de dálmata con otra raza. Le brinco para morderlo pero rueda para el lado y le quita el vidrio de la cabeza del otro perro. Cuando el perro que aún seguía de pie intenta morderlo otra vez, Justin pone el vidrio en el medio espetándoselo desde adentro de la boca y saliendo por el casco arriba. 

En esos momentos el perro murió y lo tira al lado. Los mira a ambo y es cuando descubre que no eran perros sino perras. La otra perra que había matado primero, también era una mezcla de dálmata y otro más. Mientras se quedaba mirándolas se recordó de ellas.

– No puede ser. Chevi, Lisy. –

Había matado a mis lindas perras. Ellas eran mis bebes y yo las amaba con todo mi corazón. Aunque ya estaban muertas pero andaban. Ese método de estar muerto y aun andar es algo complicado. Es como estar entre ser un muerto y ser alguien vivo. No tiene mucha lógica pero no pienso ponerle mucho casco a eso

Se levantó del piso y se fue para el cuarto con la toalla y la ropa. Allá se secó y luego se viste. Se había puesto unos mahones, una camisa verde oscura y unos tennis puma.

Ahora sí, esto es más cómodo. Además de que también estoy limpio y no lleno de tierra y sangre de yo no sé quién.

Se pone el revólver en su pantalón, a la parte de atrás y la cuchilla en su tobillo derecho. Empezó a mirar alrededor y encontró una caja de zapatos en su mesa de noche. Cuando la abre, ve algunas cosas familiares. Encontró una carta que decía:

"Te amo tanto que lo gritaría alrededor del mundo y créeme que no me importaría nada de lo que piensen los demás. Lo único que me importa es que desde aquel día en que te conocí no he dejado de pensar en ese chico tan bello que revolcó mi mundo de una manera increíble. 

Sentía unas mariposas que me hacían cosquillas cada vez que pensaba en ti. Aun me recuerdo el día en que me pediste ser novios. No puedo creer lo mucho que te dedicaste a hacerlo y fue muy hermoso. Después que te fuiste a tu casa y me dejaste pues, brinque, cante, baile... No te imaginas todo lo que hice. Pero lo que sé es que te amo y que eres el chico de mis sueños."

Recuerdo...

Estaba con esa chica otra vez. Estaban entretenidos en los celulares, pasándose fotos. Justin se fue acercando poco a poco hacia ella pero se detiene justo cuando su nariz rosaba la de ella. De pronto ella sube y le da un gran beso en los labios.

Siento una gran emoción que no puedo explicar.

Luego ella sonríe y le dice:

Que vergüenza. –

– ¿Vergüenza porque? ¿No te gusto? –

Pregunta Justin algo confundido. Luego ella mira hacia atrás y vuelve a mirarlo sonriendo mientras le dice:

AmnesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora