Aclarando algunas dudas

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En la mesa de Justin y Keila les llevan una tremenda sorpresa. Alvin y Josh les llevaban el cuerpo que ellos iban a examinar. Al llegar, Alvin los mira y sonriente les dice:

– Espero que la estén pasando bien. –

– ¿Que ustedes hacen aquí? –

Pregunta Keila sorprendida a lo que Alvin responde diciéndole:

– ¿Esa es la bienvenida que nos das? –

– ¿Cómo están chicos? –

Les pregunta Justin sonriendo también. Alvin lo mira y le responde:

– Bien. ¿Y ustedes? –

– Aun adaptándonos. –

– Este ya se ha metido en problemas. –

Dice Keila señalando a Justin y sonriendo. Alvin abre los ojos grandes y pregunta:

– ¿Enserio? ¿Qué paso? –

– Es un pendejo que me quiere hacer la vida difícil. –

– Esta molestándolo porque quiere estar conmigo y ahora que Justin se unió a las peleas holográficas, descubrió que él también está ahí. –

Aclara Keila un poco más a lo que quiso decir Justin. Entonces Josh les pregunta:

– ¿Quién es él? –

– Se llama Omar, pero lo tengo controlado. No podrá ganarme cuando empiece el entrenamiento. Me intentaron ganar en grupo y no pudieron. –

– Entonces nuestro hombre si recuerda como pelear. –

Dice Alvin emocionado a lo que escuchó de Justin. Keila lo mira extrañada mientras le dice:

– No del todo. Es raro pero sus estilos de peleas son diferentes y aun así lo logran tirar. De hecho si no es por la directora, no estuviera de pie ahora mismo. –

– Con todo y eso los deje con heridas. –

– Justin, entre tú y yo podemos hacer algo. –

Le dice Josh mientras hacía que volteara su mirada hacia él. Antes de que soltaran una palabra más, Alvin le dice a Josh:

– Josh, no te metas. Justin va a tener que aprender a lidiar con sus problemas el mismo. –

– Aprecio tu ayuda Josh pero Alvin tiene razón. ¿Algún consejo? –

Le dice Justin aprovechando con curiosidad la asistencia de Josh. Entonces él le dice en forma de secreto para que nadie más en el salón los escucharan:

– Sácalo de control. No podrá ganarte si esta fuera de su base. Descubre su debilidad y dale con todo. –

– Gracias. –

– Bueno, nos tenemos que ir. No se metan mucho en problemas. –

Dice Alvin mientras se despiden de ambos. Keila también se despide de ellos.

– Lo haremos.

Ellos empezaron a caminar afuera porque ya era hora de que los guardias se fueran a su trabajo. Antes de que empezaran las clases, Justin sale corriendo mientras trataba de detenerlos:

– Espera... –

– Joven. ¿Hacia dónde va? –

Le pregunta el profesor deteniéndolo justo en la puerta. Justin se detiene y le dice:

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