Casi, casi

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Luego encuentra que Omar acostado en la cama mientras sonreía lo saludaba. Justin camina hacia él furioso y le pregunta mientras lo señala:

– ¿Te parece gracioso esto? –

– No, de hecho me parece aburrido. Esperaba que tuvieran una pelea más... Excitante. –

– ¿Porque no peleamos tu y yo entonces? –

– Dije una pelea excitante, no una devastadora para ti. –

Le dice Omar sonriéndole mientras lo miraba con ojos de reto. Keila llega al cuarto y al notar que Omar estaba ahí, se le acerca a Justin y agarrándolo por el brazo le dice:

– Justin vámonos ya. –

Omar la mira y su sonrisa demoniaca se agranda mientras dice:

– Hola amor. –

– ¿Que quieres? –

– Que fría suenas. –

– Entonces este era tu plan. –

Dice Justin para que Omar aceptara la culpa de lo que había sucedido. Él lo mira, aún con la sonrisa demoniaca y le dice:

– Sabia que no funcionaria. Esos futbolistas no tienen celebro así que no podrían pelear contigo aunque no sepas. Menos con la adorable Keila. –

– Eres un idiota. –

– Aún así quise intentarlo. ¿Sabes porque? Poco a poco te estoy estudiando y se como peleas. A la hora de nuestro combate será difícil ganarme. –

Le dice Omar descaradamente encendiendo las ganas de peleas de Justin. Los músculos de Justin se tensan y lo miraba a punto de brincarle encima. Keila lo agarra más fuerte y jalándolo hacia ella, le dice:

– Mi amor, vámonos ya. –

– Por favor, sigue haciéndole caso a ella porque por lo visto, ella si piensa. –

Le dice Omar señalando a Keila haciéndolos enojar a ambos mucho más de lo que estaban. De pronto unas chicas en ropa interior entran al cuarto y caminan lentamente hacia Omar. Se le acuestan al lado mientras lo acariciaban y Omar le dice a Justin:

– ¿Quieres alguna de ellas? –

Enseguida empieza a reírse mientras provocaba la furia dentro de Justin. Él da un jalón hacia el lado y se fue furioso de la habitación. Al llegar a la puerta, la chica los ve y deteniéndolos, les dice:

– Justin, esperen. –

Ambos se voltearon a mirarla con una cara de pocos amigos y ella, poniéndose nerviosa, les dice:

– Quiero disculparme una vez más. En verdad no quería que nada de esto pasara. Solo quería aprovechar este momento para pedirle a Keila a ver si quería unirse a las porristas. –

Ante la invitación de Kaitlyn, Keila sonríe sarcásticamente y le dice:

– ¿Estas borracha también? –

– No, mira. Tú eres hermosa y obviamente eres hábil. Por favor, no solo me disculpo sino que también te ofrezco una ayuda extra con este programa que te da créditos extra y acceso a muchas otras cosas que te mostraran después. –

– No lo sé, pensar que estaré con una chica que quería estar con mi novio y que a la vez es hermana de un bravucón sin celebro no suena nada bien. –

AmnesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora