Amnesia

Verdad o mentira?

La madre continuó relatando:

– Me di cuenta de cuanta falta me hacían en la vida. Ya no era por el dinero sino por su compañía y presencia. Quise irlos a buscar pero el recordar como los desprecie tantas veces, como les negué la felicidad, no los trate como se merecían. Me entristecí al recordar sus rostros asustados, enojados justamente los que tienen ahora mismo. No sabía dónde estaban así que busque lo que me merecía, la muerte. Trate de ahorcarme pero unos muertos me encontraron y aunque intente pelear contra ellos, no fue suficiente. Llegue hasta aquí cuando llega Nataniel y los distrae con el carro en fuego. Al entrar me encuentra tirada y algunos muertos cerca, los mato y le dije que me encadenara aquí arriba. Entonces fue cuando ustedes llegaron y escuchar sus voces de nuevo me dio la esperanza de poder remediar aunque fuera un poco el dolor. Sé que estos minutos no serán suficientes para remediar todo el sufrimiento de tantos años pero al menos quise verlos una vez más. –

– La muerte nunca es solución para nada. Tienes razón, hubiera sido difícil aceptar tu perdón pero quizás con el tiempo lo hubiéramos hecho. –

– Pero no los encontraba. Mathew, hiciste un buen trabajo escondiéndote de nosotros. No te hallaba y veo que cuidaste bien de Melanie. Es una mujer ya, es hermosa. –

Lo decía mientras la miraba con pena. Melanie no la miraba al rostro pues tenía una mirada de enojo y confusión. Suki se acerco a ellos y les dice:

– Haya pasado, lo que haya pasado, aun son familias de sangre. Ellos son tus hijos y ella es su madre. Pero todos cometemos errores. Lo importante aquí es que lo reconoció. Melanie, Mathew por favor mírenla a los ojos. –

– Esta bien, chica. Entiendo que no quieran verme. –

– No. –

Dice Mathew mirando al suelo con lágrimas y luego mira a su madre diciendo:

– Ella tiene razón. Eres mi madre, pudiste abortarnos pero no lo hiciste y por eso te debemos la vida. Te perdono. –

En esos momentos la madre lo mira sorprendida aunque el rostro de Mathew no mostraba ni felicidad ni piedad. Lo que mostraba era enojo pero poco a poco fue acercándose hasta llegar a ella y abrazarla. La madre en esos momentos comenzó a llorar desconsoladamente mientras buscaba como acercarlo más a ella. Entre sus llantos alcanzaba a decirle en el oído:

– Te amo mucho, lo lamento. Por favor perdónenme. –

Melanie seguía molesta de rodilla sin mirarla. Suki se le acerco por el lado y bajándose a su nivel, le dice:

– Melanie, entiendo tu enojo pero agradece que te pudiste despedir de tu madre al menos. Ella lamenta lo que les hizo, mírala. Si fuera mi madre la abrazaría hasta la muerte, no sabes la bendición que tienes de verla arrepentida y declarando cuanto te ama. No sabes cuánto daría por ver a mi madre otra vez. –

Mientras decía esas palabras, a Melanie le bajaban las lágrimas mientras evitaba llorar desconsoladamente. Ella levanta la vista y ve a Mathew abrazando a su madre. Entonces Suki le dice:

– Ve y abrázala, por favor. –

Melanie se puso de pie poco a poco y camino hasta estar bastante cerca para verla bien. Mathew se alejo un poco y la madre le extendió sus brazos a Melanie. Ella se acerco poco a poco hasta poder abrazarla, entonces la madre la apretó contra su cuerpo con la poca fuerza que le quedaba. En esos momentos Melanie rompe a llorar sin poder evitarlo. Mientras lloraban, la madre le decía:

– Perdóname hija, por favor. Sé que te hice mucho daño pero me arrepiento de todo corazón. Me duele el alma al recordarlo, por favor perdóname. –