Primer dia de clases acabado

18 2 0
                                    

Al final llegaron y cuando se sentaron, el maestro dijo:

– Muy bien. Ya deben saber que soy el profesor Cristian Candelario. –

En esos momentos ni Keila ni Justin pudieron evitar reírse pero lo disimularon un poco. Trataron de que el maestro no los viera mientras el continuaba diciendo:

– Esta clase es de laboratorio pero no un simple. Es de laboratorio G.A.B.E. Estarán trabajando con químicos más fuertes a los que usan en un laboratorio normal así que estaremos disponiendo de unos trajes nucleares. Estos serán dados aquí en el salón y no podrán sacarlos de aquí. Les estaremos mostrando cómo es que se fabrican los químicos que usaron para modificar sus ADN creándoles habilidades triplicadas. También verán químicos los cuales usan sus armas para destruir a los muertos o alguna cosa a la que le disparen. Verán su potencia, su duración y lo que pueda causar. –

Este maestro iba a ser algo más aburrido pues tenía una voz común. Tras de que no tenía mucha motivación al hablar también se paraba como un anormal. Creo que esta clase no será muy interesante que digamos cuando solo toque escucharlo hablar.

Estuvo un buen tiempo hablando hasta que a lo último dijo:

– Quiero que me hagan un ensayo de lo que ustedes esperan de esta clase. Busquen sus bolígrafos y les pasare el papel. Comiencen una vez tengan el papel a la mano. –

El maestro fue por cada escritorio dándole un papel a cada uno para el ensayo. Rápido que Justin lo obtuvo, empezó a escribir como si le estuvieran dictando lo que tuviera que escribir.

Las palabras me llegan muy fácil pero tengo que tener cuidado con lo que escriba. A veces me llegan cosas que pueden afectarme gravemente. No quisiera que el maestro me tenga mala voluntad, empezando el curso.

Al terminar, todos pasaron al frente a entregarle el ensayo. Después sonó el timbre como que habían acabado las clases y el profesor dice:

– Pues, nos veremos mañana para comenzar la clase. –

Salieron afuera y Keila iba quejándose mientras decía:

– Pensé que nunca saldríamos. –

– Parece un muerto pero démosle una oportunidad. Quizás nos sorprenda con la clase. –

– Eso espero porque me veras durmiendo en esa clase si no lo hace. –

– Sera un honor mantenerte despierta. –

– Ni lo pienses. –

– Solo digo. –

– Vamos a comer que muero de hambre. –

– No eres la única, vamos. –

Ellos fueron directo a la cafetería para comerse algo después de ese día tan largo con esos maestros. Al llegar, había una fila más larga que lo que se hacía en el verano. Ambos se pusieron en fila cuando entra Suki y camina ligero hacia ellos.

– Hola chicos. –

– Hola Suki. –

– Hola. ¿Cómo estás? –

– Hay cansa. Se me había olvidado lo malo que era tener clases. –

Dice Suki mientras ponía cara de desamparada. Keila pone la misma cara y le dice:

– Te comprendo. –

– Me imagino, con tu maestro Candelario. Ese tiene que dar la clase aburrida. –

AmnesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora