A correr se ha dicho

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– Omar, por favor. Tengo hambre. ¿No podemos hablar después? –

– No lo creo. Yo tampoco he desayunado y mírame aquí. –

– ¿Qué quieres? –

No sé porque algo me decía que lo que tramaba no era nada bueno. Solo son presentimientos muy fuertes.

– Quería darte la bienvenida ya que vas a ser parte de los luchadores en las peleas olímpicas. –

– Gracias. ¿Eso es todo? –

– Que lindo es. Jajaja... No, no lo es. Como miembro nuevo del club, debes hacerte oficial. –

Justin lo mira mientras veía esa sonrisa malévola que llevaba en su rostro sin cambiarla. Todos sus amigos se reían también mientras seguían cruzados de brazo. Luego Omar le dice:

– Debes pasar por un ritual antes. –

– ¿Y si no quiero? –

– Es obligatorio. –

Después de decirle eso, lo agarró del brazo con su mano derecha y levanto el izquierdo como un puño para darle. En esos momentos el instinto de Justin le dice que tomara acción. Le agarró el brazo con el que lo aguantaba y lo hace girar al igual que él, quedando ambos espalda contra espalda. 

Sin pensarlo mucho, Justin le da una patada de espalda haciendo que se comiera las escaleras mientras él emprendía a correr. Pudo escuchar como Omar dijo:

– Atrápenlo. –

Cuando mira atrás, todos emprendieron una carrera detrás de Justin.

Parece que ahora todos querían correrme y tenía que averiguar cómo escaparme de todos ellos. No podía pelear con todos porque no tendría un chance. Al menos no lo tengo peleando con todos a la misma vez. No puede ser que me voy a tardar un poco en poder comer e inclusive llegar al salón por culpa de estos idiotas. Al menos parece que no corren tan rápido.

Justin continuó corriendo hasta entrar a las casas donde se hospedaban los varones. Nunca se había asomado para esa parte de la academia. Brincó por encima de los techos de las casas y se dedicó a brincarlos. Cuando mira hacia el lado, uno de los chicos iba corriendo justo al lado suyo. Había otro brincando justo detrás de él pero los demás se habían desaparecido.

Rayos, ¿Dónde podrán estar metidos?

En una Justin brinca más alto de lo normal y se entra por el pasillo entre dos casas. Corre hacia la parte de atrás y el que iba por los techos con él, brinco para encima de Justin. Había un rastrillo con el palo de cemento y Justin lo pisa por la punta mientras se tiraba de lado. 

El palo le dio duro en la cara lo que provocó que Justin ganara un poco de tiempo para brincar a la siguiente casa pero había olvidado que había otro detrás del que lo seguía.

Escaparse de estos no será nada sencillo.

Sale corriendo por la otra calle y los chicos de Omar seguían detrás de él pero faltaban otros tres más y el mismo Omar. Sale de la residencia de los varones y al parecer encuentra un camino para llegar a la residencia de las chicas. 

Brinca por encima de una casa y al caer en el patio de atrás, encuentra un tendedero que lo pone en el medio. Uno de ellos cae en él y entra por la ventana de la casa. El otro cae al lado y rodeando el tendedero, se le acerca pero Justin pone el tendedero en el medio haciendo que se llevara la barbilla y cayera de espalda. 

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