Todos en problemas

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Mientras tanto, Justin todavía seguía impactado por lo que estaba ocurriendo enfrente de él. Entonces Erick cambia su puntería hacia el mismo en el pecho. Justin intenta acercársele, y le dice:

– ¡No...! –

– ¿Qué pasa Justin? No te acerques o jalo del gatillo. –

– ¿Quién demonios eres y que quieres? –

– ¿Qué quiero? Tu perdición, y mi nombre es Fillians Dwane. –

En esos momentos Erick jala del gatillo y la pistola le dispara justo en el pecho de Erick haciéndole un gran roto. Erick abre los ojos y la boca por el impacto quedándose sin respiración. Justin corre hacia el gritando pero no logra detenerlo. Entonces el cuerpo de Erick cae en el suelo sin una luz de vida en sus ojos mientras mantenía un gran roto en su pecho como si no hubiera nada y un bache de sangre alrededor. Justin corre a levantarlo mientras gritaba:

– ¡Erick, no...! –

De pronto alguien sale detrás del escritorio y lo agarra por la cara con un pa~uelo y forzándolo hacia atrás. Justin intentaba safarse pero tenía toxina para dormirlo y no podía hacer nada. Entonces el que lo sujetaba se le acerca al odio diciéndole:

– Dulces sue~os Justin. –

Reconociendo la voz de Omar. Intenta pelear pero va cayendo en un profundo sue~o hasta que no reaciona mas. Omar lo suelta en el suelo sonriéndole y se lo lleva arastrado hasta una esquina. Al recostarlo contra la pared, le abre los ojos colocándole los lentes de Fillians. Mientras tanto, durante la pelea de Keila se escucha el disparo y Keila deja de pelear para mirar hacia la puerta mientras suspiraba diciendo:

– Justin. –

– No me des la espalda. –

Luna brinca en su espalda enrollando sus piernas en la cintura de Keila y agarrándola con un brazo por el cuello, le coloca el pa~uelo durmiéndola también. Entonces Luna se la lleva hasta otra esquina y mientras le colocaba los lentes, dice:

–Rayos, eres una gran luchadora. Es difícil ganarte. –

Luego de ponérselos. Sale corriendo hacia afuera y al igual que Omar. Entonces ellos semiran y Omar le pregunta:

– ¿Terminaste con Keila? –

– Si. ¿Tu también? –

– Alla lo tienes esperándote. –

– Bien, que divertido. –

Dice Luna riéndose mientras caminaba hacia el salón y Omar sonríe al acercarse al museo. Mientras tanto, Mathew y Suki entran al edificio y Mathew grita con todas sus fuerzas:

– ¡Melanie...! –

– ¡Ayudame...! –

– ¡Melanie! –

Mathew sale corriendo en dirección hacia donde había escuchado su voz. Suki, mientras corria, le escribe a Keila y Justin:

(Suki) Chicos, Melanie esta en problemas. Su padre esta aquí, estamos en el primer edificio que te encuentras luego de entrar por los portones.

Luego de eso se guarda el teléfono y continúa corriendo hacia donde estaba el padre. Al llegar al final del pasillo, encuentra al padre con Melanie en sus brazos. Entonces Mathew se le acerca furioso gritándole:

– ¡Sueltala! –

– No, no, no... Yo que tu, me mantendría bien lejos de ella si no quieres perderla. –

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