9- No seas así.

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POV'S Lia.

Abrí mis ojos y vi toda mi habitación sucia. Todo, absolutamente todo estaba en completo desorden. Pero ¿por qué?.

—¿Qué paso ayer?—dije confundida.

No sabía como rayos había llegado a casa, no recuerdo nada de lo que pasó anoche. Me fui al baño y empecé a vomitar, ¿pero cuánto bebí?... Me limpie la cara y me di una ducha, empecé a sentir el dolor de mi cuerpo, debía ser por los golpes recibidos. Necesitaba hablar con Rich, el tenía que explicarme que había pasado. Me puse ropa deportiva ya que desayunaria y luego iría al gimnasio privado. Salí de mi habitación y luego fui hasta la habitación de Rich, pero el no se ahí. Baje cuidadosamente de las escaleras, ya que me dolía todo el cuerpo y más la cabeza.

—Rich.—grité.
—Aquí afuera nena.—gritó.

Maldije en mi mente y abrí la puerta del patio. Casi me da un infarto al ver dicha imagen, Ian,Grace, el pequeño Santiago, Rich y Ross estaban desayunando tranquilamente ahí. Mi expresión les llamo la atención, se me quedaron viendo fijamente, Rich me hizo una señal de que me acercará hacia ellos. Trague saliva y me dirigí hacia ellos.

—Es buen día hoy para estar aquí, ¿no Rich?—le dije.
—O-h  s-i-i.—tartamudeo. Parecía nervioso.
—El no acostumbra a desayunar aquí.—dije y le di un beso en la mejía a Rich — buenos días precioso.
—Pues creó que ha hecho la excepción por nosotros.—espeto Ross con seriedad.
—Oh que raro entonces.— lo mal mire.— el no tiene excepciones.
—Uh, Lia tal vez deberías sentarte alado de Grace. — me dijo Ian al notar la tensión.
—Claro. Oh por cierto Ian, es bueno volver a verte.
—Lo mismo digo pequeña Lia.
—Soy Lia, no "pequeña Lia". — le aclaré.

Tome asiento alado de Grace quien me dio los buenos días seguido de un abrazo. Una de las servidumbres me trajo una porción de frutas y yogurth, mientras que los demás comían otra cosa. Escuche atentamente la plática y no fui capaz de decir nada.

—Pero en verdad, Brasil es precioso. En la mafia siempre nos divertíamos a lo loco, nuestra conexión siempre fue buena. Creó que lo que más nos unía era que después de hacer negocios o otras cosas, nos tomábamos un tiempo para platicar de como sentimos nuestro día y así surgían más temas.
—Wow Ross. Pues entonces habían ventajas de estar en la mafia.— murmuró Grace.
—¿Te gusta matar gente?.—pregunté mientras comía mi fruta. Rich me fulminó y me encogí de hombros.
—En realidad, PEQUEÑA....— recalco la palabra " pequeña" con tal de hacerme enfadar.—No, no me gusta matar pero algunas veces es necesario hacerlo por los negocios.
—Claro, los negocios.— dijo Ian. — ni a mi me gusta matar.
—Por cierto Lia, me comentaron que has matado a un hombre. No a cualquiera, a Brady.—reí ante lo que Ross dijo.
—¿Solo a uno?.
—Supongo que a más.—susurró y asenti.
—Mate a Brady hace dos años, se lo merecía.
—Uhh, bueno Lia, tu has dejado de matar, solo peleas.—dijo Rich y frunci el ceño.

Ian y Grace solo miraban atentos la plática. La tensión estuvo de por medio, seguí comiendo hasta que se me ocurrió un buen momento para empezar a decir las verdades.

—Y dime Ross, ¿te gusto estar en la mafia?.
—Si Lia, fue una experiencia nueva, los primeros días me costo dormir, pues el miedo me vencía hasta que me acostumbre.
—Oh wow. Y... ¿Cómo se sintió haberme dejado por una mafia que se encontraba en Brasil? — bajé la cabeza y bebí de mi yogurth.

A Ross pareció molestarle mi comentario, se mordió el labio y me sonrió con dolor. Sus ojos comenzaron a aguarse y me negó con la cabeza.

Cambié por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora