32-No me toques.

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POV'S Lia.

Abrí mis ojos y no me encontraba en casa, si no en el hospital. Ayer había sido un día difícil, cuando los chicos y Ross me salvaron no tuve la oportunidad de abrazar a Ross o algo así, solo me quedé desmayada. No recordaba lo sucedido después de eso. Miré la habitación y ahí estaba Rich durmiendo en una silla. Intenté pararme pero toque mi cuello, me habían puesto el collarín de nuevo, toque mi cabeza y la tenía vendada por completo, solo mi boca,ojos y mi nariz estaban descubiertos. Al igual que mis nudillos estaban vendados y parte de mi cuerpo. Me sentía como una persona rota y claramente así estaba.
Mi cuerpo estaba rodeado de cables hacía a mí, no me gustaba en lo absoluto.

—Ri-ch.—tartamudee y seguido de eso intenté pararme. Quería ver a Ross, necesitaba hablar con el y contarle todo.
—Pequeña...—sonrió despertándose mientras se acercaba a mi lado.— no trates de levantarte. Estás muy mal, mírate nada más.

Besó mi frente y tomó mis nudillos, se veía muy preocupado y las ojeras en su rostro se marcaban, así que había estado cuidandome desde ayer.

—Ross... quiero verlo.
—Lo obligue a que se vaya a comer algo en la cafetería de aquí. No debe de tardar, estaba muy desesperado, lloró por ti ayer por la noche cuando te trajimos al hospital, el doctor dijo que estás muy grave y que las lesiones fueron muy duras, preguntó que como pudiste resistir y Ross le dijo que eras una chica muy fuerte.
—Vi a mi padre.—parpadee un par de veces y apreté su mano.
—No digas eso. Tu padre ya no esta Lia...
—Vi a mi padre, es real... Cr-ee-me.—tosi un poco en ese instante y Rich me dio palmaditas en mi espalda.
—Lia, no puedes verlo.
—Me refiero a que lo vi en mi imaginación... —suspire.
—Te creó... ¿Quieres contarme que paso con exactitud?
—Si.

Antes de que siguiera hablando, Ross apareció en la habitación, mi corazón pálpito con fuerza al verlo, tenía los ojos llorosos. En cuanto su mirada choco con la mía, no dudo en correr hacía mi lado y apartó a Rich. Le mostré una sonrisa con debilidad y el se inclinó para besarme.

—Ya estás aquí.
—Aquí estoy. ¿Cómo te sientes?
—No me siento bien, creó que eso ya lo sabes. Ross necesitó contarte que paso, que me hicieron. —observe a Rich tomar su almohada y lo observe—Rich quedate.

Rich asintió y se sentó a un lado de la camilla.
Ross apretó sus puños y fruncio el ceño, trague saliva y me dispuse a hablar. Las imágenes de mi tortura se me vinieron a la cabeza, había sido maltratada de una forma muy cruel, es algo que siempre marcaría mi vida. Empecé desde el principio, las cosas que me dijo Stanley, les adelante contarle lo de Paulina,por suerte la habían salvado y me sentía bien, Ross me aseguro que igual estaba en este hospital y la ayudariamos en lo que pudieramos.

—Stanley..  Me hizo diferentes torturas. Me pego, me ahogó, me dio toques eléctricos, me cortó, y otras cosas...—mi voz me temblaba.
—¿Qué otras cosas?—preguntó Ross con la voz rota.

No quería decirle lo que me había hecho. Se que la culpa lo mataría, lo conocía ala perfección y se cuan culpable se sentiría al haber permitido que los hombres de Stanley me hayan llevado.

—Lia, dinos. —dijo Rich.
—Stanley me tocó. Después intentó ahorcarme.—Empecé a sollozar mientras sentía los brazos de Ross abrazarme.

Tan solo recordar el daño que Stanley me hizo, me había hecho ponerme a llorar como una Magdalena. Rich comenzó a gritar pero eso solo me afectaba, así que Ross le pidió que se fuera a gritar a otra parte, y salió enfadado de la habitación. Ross dejo de abrazarme y me agarró la cara con sus dos manos, observé las lágrimas que caían en su camisa y quería inclinarme a besarlo pero el collarín me lo impedía.

Cambié por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora