48-Edward Lynch.

73 6 0
                                    

POV'S Lia.

Dejé mi oficina ordenada y salí en busca de Ross, el estaba platicando con una empleada, me acerqué a el y tomé su mano pues debíamos irnos. Nos despedimos de todos y salimos de la empresa para irnos directo a la casa. Ya era de tarde y no tenía ganas de hacer nada más que pasar tiempo con Ross, el día de ayer después de que él tuviera una charla con Rich, se comenzó a portar algo raro y notaba su angustia pero preferí no preguntarle nada. Hoy lo menos que quería era tener problemas, solo quería disfrutar mi embarazo y el estar con Ross.

—Estoy cansada Ross, hoy tuve una junta bastante aburrida. ¿Podemos ir a la cama y estar acostados?
—Son a las 2 p.m ¿Segura quieres ir a la cama?
—Si, solo quiero estar a tu lado abrazándote.—bajé la mirada y esboze una sonrisa.
—Amor, creó que hoy me toca cuidarte todo el día —sonrió— le dije a Riker que venga a visitarnos pero creó que será luego.
—Si, dile que mañana. Es más, dile que venga toda tu familia.
Oh si, y así hacemos oficial nuestro compromiso.—me sonrió.
—Espera... ¿Escuché bien?. "Nuestro compromiso'
—Si. Porque,tú Lia Roth styles te vas a casar conmigo.
—¿Qué?—abrí mi boca sorpresivamente.

Ross me tomo de la mano y me sonrió de una manera que me mataba en un segundo.

Yo no había tenido tiempo para poder pedírtelo y sé que no es lo que esperabas pero no he podido aguantarme más. Así que iré al punto. ¿Quieres ser mi esposa?

Ross se arrodilló ante mí, saco una pequeña caja de terciopelo, la abrió y de ahí se encontraba un precioso anillo, era precioso, eran tan bello que no podía creerlo. Tapé mi boca y comence a llorar, no aguante más, Ross el chico con el cual me había pasado de tanto, me estaba pidiendo matrimonió. Era un sentimiento inexplicable, habíamos esperado dos largos años y por fin por fin estaba sucediendo esto, todo el amor construido todo esto era gracias a nosotros mismos.

—Te amo.—dije— te amo. Si quiero ser tu esposa, estoy segura que quiero pasar mi vida contigo hasta el último día.
—Te amo.—colocó el anillo en mi dedo y me besó.—seremos una familia, por fin mi amor, mi dulce amor.
—Tenemos que festejar. Pero festejáremos aquí en casa.—tome su mentón y lo bese varías veces—nunca terminaría de explicar cuanto siento por ti.

Aquella felicidad no me la arrebataba nadie. Este día se había vuelto el mejor, está fecha sería conservada como cada suceso importante en mi vida. Platicamos con Rich y sassy, ellos estaban bastante felices por saber sobre nuestro compromiso, Rich me apoyaba en todo, siempre me apoyó y estaba más que feliz de que me casará con Ross y creara una familia. Londres había sido la mejor opción para venir a vivir, todo estaba saliendo bien solo tenía que arreglar el asunto de la carta para que por fin este al 100% feliz. Estuve con Ross la mayoría de la tarde, comimos un montón de sushi , golosinas y gustamos películas. El bebé empezó a patear y Ross se emocionó tanto.

—¡Está pateando!—sonrió y tocó mi vientre —Hola bebe, soy tu papi, no sabes cuantas ganas tengo de conocerte.
—Parece que te quiere—el bebé volvió a patear y me quejé— auch. Creó que será como tú, un gran peleador.
—No. El será como tú.—besó mi vientre—quiero que seas como tu mama, muy guapa, inteligente, audaz, y sobre todo fuerte.
—Serás como tú padre bebé.—toque mi vientre y sonreí.
—Hey, campeón yo se que me harás caso y... Estamos locos Lia.
—Si lo se—reímos.
—¿Te das cuenta lo feliz que soy contigo? Me tienes las 24 horas feliz, no se como le haces.
—Bueno, una vez me dijiste que con tan solo verte te ponía feliz. Entonces ha de ser eso, siempre te observó así que...
—Así que... Así me pones feliz. Vaya que explicación señorita Lynch.
—Me gusta "Señorita Lynch".

Ross sonrió y me abrazo con fuerza.

—¿Qué nombre te gustaría para nuestro hijo?—le pregunté.
—Creó que cualquiera es lindo pero, últimamente he estado pensando en Edward Lynch.

Me quedé congelada y en ese momento quería llorar. Ross me miró con una sonrisa amplia y me tocó la mejilla.

—En honor a tu hermano, amor.
—Ross, es perfecto. Gracias.
—Hey no tienes nada que agradecer, Edward me encanta como nombre, además estoy seguro que a tu hermano le hubiera encantado que llamáramos a nuestro hijo así.
—Pienso lo mismo. Edward Lynch Roth... ¿suena bien eh?
—Más que bien.

La puerta de nuestra habitación fue abierta por Rich y me entregó una nota. Lo fulmine por su arrepentina aparición e interrupción.

—Es para ti, es de una empresa.
—¿En serio?
—Si, ahí dice.

La nota decía "Para: la señorita Roth. De: Empresas morgan". Miré con confusión aquella nota, no tenía ningún tipo de acuerdo con la empresa morgan.

—Oye Ross, necesitó hablar contigo de algo urgente.
—Está bien Rich. En seguida vuelvo amor.—besó mi frente,mi nariz y luego capturó mis labios.

No fue un beso cualquiera como comúnmente lo era, sentí nostalgia sin saber porque, pero también sentí más amor que nunca. Choque mí frente con la de Ross y suspiramos.

—Te amo,Ross.
—Te amo, futura esposa.— me sonrió por última vez y salió de la habitación junto con Rich.

Seguí mi mirada en la nota y vi un largo mensaje. "No, no somos empresas morgan, solo ha sido una mentira para que abrieras está nota. Soy Sky, necesitó verte hoy en wallstreet 234, por favor ve. Te prometo que estarás muy segura. Necesitó contarte algo, algo que cambiará tu vida. Ven sola o de otra manera me veré obligada a no decir nada".
¿Qué se suponía que haría ahora?, si iba sabía que corría peligro, mis instintos me lo decían, pero si no iba... Me perdería lo importante que Sky tenía que decirme. No quería arriesgar a mi bebé y en cierta parte no lo haría, estaba confiando en Sky, no creó que sea alguien loca como para dañarme. Me cambié rápido, llevaba vestimenta negra, escuche unas risas proveniente del cuarto de Rich y Sonreí.

—Y nos casaremos. Rich estoy muy feliz—esa era la voz de Ross.
—Lo se, lo se y me alegro pero oye lo que te diré es algo muy malo.

Cerré mi habitación, y salí de casa sin dejar rastro. Caminé por la calle un poco y miré hacía el cielo, parecía que llovería. Pasó un taxi y me subí, di la dirección y rumbo para ahí iba. Tenía bastante frío esta noche, y el bebe no dejaba de moverse. Cuando el taxi me dejo en la dirección que le di, vi una casa que estaba muy alumbrada, entonces ahí vería a Sky.

Cambié por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora