POV'S Ross.
Me terminé de vestir elegantemente. Lia estaba a mi lado mientras terminaba con su maquillaje, miré su abultado vientre que ya era bastante grandecito como para tan solo 3 meses. Por momentos gritaba y lloraba pero la comprendía, eran las hormonas, pero algo muy común en ella era llorar entré mis brazos cada noche, ella aún tenía miedo de ser lastimada nuevamente. Aún sufría de sus pesadillas y me preocupaba el daño que le hacían,pero siempre me encontraba a su lado para ayudarla a superarlas, la mayoría eran terribles según lo que me contaba.—Te vez tan linda.—besé su frente y doble las mangas de mi camisa.
—Y tú tan guapo.
—Ya es hora de irnos.
—Ya estoy lista.Le extendí mi mano y la acepto. Le ayudé a bajar cuidadosamente de las escaleras, y me recordó a cuando le dije que para la casa de Londres le mandaría a poner un elevador para que no se cansará,era broma claro, pero lo tomó en serio y se alteró ése día. Tardamos pocos minutos en poder bajar, Rich estaba ahí fotografiando cada momento, según quería conservar cada foto para poder crear un libro acerca de nuestra historia.
—Vámonos. Ya esta todo listo,me informó Sassy que la gente ya ha llegado, los meseros ya atendieron bien y que todo se encuentra en orden, añoran ver a "La pequeña Roth".
—Esta será una gran noche.—murmuró Lia.
(...)
Bajamos del auto. Tenía entrelazado mi mano con la de mi novia. Estábamos demasiado felices, nada nos alegraba más que tener una grandiosa cena. Hoy nos despedíamos y cerrábamos un gran capítulo en nuestra vida. Admito que no estaba del todo preparado, tenía mucho miedo, más tenía miedo de la reacción de Robert cuando le dijera. No era fácil, pero esto lo hacía por Lia,por el bebe pero más por mí. Rich abrió la puerta y pudimos apreciar a todos. Estaban sentados, algunos bailando, pero cuando nos vieron empezaron a aplaudirnos, cada persona era especial en nuestra vida, los de zona fight se habían vuelto las personas más queridas para nosotros, miré a Lia quién sonreía felizmente, pero luego su labio empezó a temblar y sus ojos se aguaron.—Hey, se que es difícil pero recuerda, esto es por nosotros por el bebé, esto es lo que debemos hacer, necesitamos una buena vida.—acerque mis labios hacía los de ella y la besé.
—Tengo miedo y a la vez no.—sollozo.
—No llores, amor.Sequé sus lágrimas, y apreté su mano, caminamos hasta el centro de la pista y todos nos miraban con cierto asombro y felicidad, Rich estaba al frente y tomamos asiento en la mesa principal. Dejé a Lia sentada y me dirigí a Sassy quién tenía el micrófono.
—¿Me permites?—ella asintió y me pasó el micrófono.
—Hola chicos y chicas. Gracias por asistir a está cena, no saben lo mucho que siginifica para Lia y para mi. Les tomamos mucho cariño, nos ayudaron en todo y eso en verdad se agradece. La siguiente semana ya no estaremos aquí, pero no los dejaremos de visitar, vendremos cuando podamos y nos aseguraremos de saber que están bien. Y bueno ¡A disfrutar la noche!Muchos me aplaudieron por aquéllas palabras. Rich fue a saludar a todos, Lia y yo también hacíamos lo mismo. Nuestra sonrisa nadie la quitaba en ése instante. Mick comenzó a dar por comenzado el baile y las carreras de motociclistas, además algo importante: las peleas.
Nos divertimos, bailamos, gritamos, hubieron peleas, los motociclistas hicieron sus carreras, apreciamos todo por última vez. Pasaron las horas, está vez bebí pero me límite, Rich y sassy se encontraban pasados de copas e incluso se besaban a cada momento. Lia se sentía más activa que nunca, platicaba con todo mundo y se tomaba fotos. Nada me hacía más feliz en el mundo que verla con esa sonrisa que contagiaba a todos.—Ha sido la mejor noche.—río Mick a mi lado.
—Uff si. Todos están ya pasados de copas.—inhale mi cigarrillo.
—Ugh chico deja de fumar.
—Está es la última vez. En una semana nos vamos y seré un gran chico.
—Me alegra. Tengan cuidado,lo digo en serio, aún no se tienen salvado el pellejo, sabes a lo que me refiero.
—Lo sé. Se que cualquier idiota nos puede hacer daño pero no lo permitiré.—dije muy seguro.
—Así se habla.Empezaron los murmullos y luego gritos. Me paré de mi lugar sobresaltado y empecé a buscar a Lia pero no estaba. Hasta que la vi con Rich, estaba temblando y abrazaba a Rich con mucha fuerza. Corrí a ver que pasaba y en la entrada me encontré con dos chicos vestidos por completo de negro. Algunos de zona fight los apuntaban con una pistola.
—¿Quién demonios son?—gritó Mick.
—¡Intrusos!—gritaban.
—No somos intrusos, solo queríamos estar en su fiesta.—gritó el chico y miró así compañero— ¿verdad, D?
—Estúpido. Llevenlos a fuera, y ya saben lo que deben de hacer.—ordenó Mick.Me dirigí hacía los demás quienes veían la escena. Los dos chicos de negro eran arrastrados fuera del local, siempre alguien tenía que jodernos la diversión. Pero no lo permitiría, la noche aún seguía.
—Nada ha pasado. Sigan divirtiéndose—grité.
Pedí permiso para que me dejaran ir en busca de Lia y cuando la vi ella se me abalanzó. Acaricie su vientre y sentí como algo se movía pero tal vez fue solo mi imaginación o no se. Tomé su mano y fuimos a sentarnos nuevamente, recargó su cabeza en mi hombro y observamos como todos se divertían, algo que la hacía feliz era ver a todos tranquilos y muy felices, por fin nos sentíamos en paz sin problemas ni nada.
—¿Están bien?—besé su frente.
—Si lo estamos.—acarició su vientre.
—Ojalá los chicos estuvieran aquí.—dije.
—Ya pronto iremos a Brasil, Ross.
—Lo se, me aterra y me hace feliz por una parte.—antes de que ella dijera algo la bese con dulzura.Saqué mi celular de mi bolsillo y vi que marcaba a las 3:00 Am. Tan rápido había pasado la hora. Sentía mis ojos pesados, necesitaba dormir e igual Lia lo necesitaba. Agarré nuestras cosas y le comenté que debíamos irnos, ella accedió. Empezamos a despedirnos de todos, algunos aún se quedaban y otros no. Localicé a Rich quien estaba fumando afuera, y lo ayudé a meterse al auto, Lia salió del local y la ayudé a subir.
—Esperó se la hayan pasado bien.—dijo Mick.
—Créeme que si, note a Lia muy feliz.
—Al final hoy también me despedí de ella.—La voz de Mick se rompió y lo abracé —Tranquilo hermano, la cuidaré.
—Eso esperó, por favor si necesitan algo, aquí estaremos. Tienes que cuidarla de todos, y nunca la dejes sola.
—Te lo prometo Mick. Me veo con ella por muchos años.—sonreí.
—Para eso deberías casarte con ella.
—En eso estoy Mick.—reí.— Se lo pediré cuando estemos en Londres.Mick me dio un último abrazo y me metí al auto. En el camino Rich comenzó a cantar junto con Lia.
Cuando llegamos a casa, Rich se fue tambaleando a su habitación, junto con mi novia fuimos hasta nuestra habitación y comencé a quitarme la corbata. Lia se cambió de ropa e igual yo, me cepille y todo eso y me acosté. Más tarde Lia se acostó a mi lado.—Estoy cansado.
—Descansa amor.—me dijo mientras me depositaba un beso.
—Te amo.
—Yo te amo m...Mi celular empezó a sonar, contesté la llamada que al parecer era de Robert.
—Hola Robs.
—Ross, lamento llamar a estas horas. Oye necesitó que vengas a Brasil, haremos un trabajito y te necesitó en verdad.
— Robert yo...—acaricié el vientre de Lia.
—Ross por favor. Al menos dime que intentarías venir.
—Robert, Lia esta embarazada no la quiero dejar, pero si te pone feliz esta semana iremos, necesitó hablar contigo.
—¿Esta semana? Wow. Los estaremos esperando con ansías. ¿Cuánto tiempo se quedarán?
—Solamente un día. Lo que te tengo que decir es urgente.
—Dime de una vez. Oh y por cierto los chicos ya saben que Lia está embarazada, pues ella ya les dijo.
—Ah pues qué bien. Y ya no viviré en L.A. nos vemos pronto.—colgué.Miré a Lia y le sonreí. Ella me besó profundamente haciendo que las cosas se pongan más intensas pero no la quería lastimar por su embarazó.
—No ahora.—susurre en medio del besó.
—T-te he dicho que no le harás daño al bebe.
—Bueno pero lo temo y prefiero no arriesgarme. Mejor a dormir.
—Que descansas mi cielo.—apagó las luces y la abracé por detrás.
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Cambié por ti.
Fiksi PenggemarSegunda temporada de "Cambiar por ti" Después de dos años enteros, la vida de Lia tanto como la de Ross dio un gran cambio. En el momento de su reencuentro no será como esperaban. Tanto Lia como Ross tendrán que dar todo por ser las mismas personas...