Cambié por ti.

47-No necesita más dolor

POV'S Ross.

Pasó un semana entera y en el transcurso de esa semana no había rastro aún del posible anónimo de la carta. Me iba a volver loco, Lia ya no estaba segura y necesitaba protección. En toda la semana prefirió trabajar en casa y agradecí que no se pusiera en el plan de negación. Baje hasta la sala y ella ahí se encontraba escribiendo, pero enseguida dejo de hacer lo suyo en cuanto me vio.

—Hola amor.
—Hola.—dije— ¿Quieres algo de comer o de tomar?
—No, así estoy bien.
—Oye me gustaría que fuéramos a comprar algunas cosas para el bebé.—dije emocionado.
—¿Habrán guardaespaldas acompañándonos?
—Si.—rodé los ojos.
—Entonces no.—murmuró molesta.
—No te pongas así, acostúmbrate a una vida con guardaespaldas.
—En L.A nunca tuve guardaespaldas.
—¡Pues ahora es diferente!—levante la voz y me pase una mano por mi cabello— Lo siento, solo olvídalo.

Me di media vuelta para irme a otro lugar pero pronto sentí sus manos abrazarme.

—Venga gruñón, lo lamento yo. Vamos, me urge comprar muchas cosas.
—Sabía que no te negarías —sonreí y me volteé para besarla.
— ¿Qué hay algo que no sepas?—río.

(...)

Entramos a una tienda que nos llamó mucho la atención. Los guardaespaldas nos seguían y bueno, prefería eso a arriesgarnos por si pasaba algo. Lia escogió un par de ropitas para el bebé y yo quede fascinado. Habían tantas cosas que me quería llevar todo.

—Iré por la sección de zapatos. Veré si hay algo lindo.
—Saldré de esta tienda, hay demasiada gente.
—Bien, solo veo los zapatitos y salgo inmediatamente en busca de ti. Pero por favor no te alejes.
—No, eh bueno—señale a un guardaespalda— Tu quédate con mi novia y el otro se viene conmigo.

Salí de la tienda junto con mi guardaespalda y suspire. Me di media vuelta y observe otras tiendas alrededor, opte por entra ala de enfrente y busque algo adecuado para comprarle a mi madre pero era pésimo eligiendo ropas.

—¿Ross?

Mire quien se encontraba detrás de mí y no me lo pude creer.

—¿Sky?—dije y ala vez sonreí— ¿Qué haces tú aquí?
—Yo eh...—se veía tan desesperada— Robert me mandó aquí a Londres a recibir un dinero de un socio y pues aproveche a venir a cobrar algo de ropa.
—¿En serio? Wow no creí que él te mandará. Pero bueno, debo irme que Lia debe estar buscándome.
—¿Lia?—me sonrió — ¿Dónde están viviendo?
—Eh aún no me aprendo la dirección.—reímos — Me gustaría invitarte pero debes tener mucho que hacer.
—Uh si, pero no te preocupes amor, pronto volveré en sus vidas.—me quede confundido y asentí, Sky estaba bastante rara.
—No deberías llamarme amor.
—Lo siento, bueno debo irme, nos veremos muy pronto.

Salí de la tienda bastante confundido con lo que acababa de suceder. Por primera vez había desconocido a Sky, ella no actuaba así, además que al hablar se notaba que me estaba mintiendo. Pero luego hablaría con Robert, necesitaba saber que ocurría realmente. Miré a Lia salir desesperadamente de la tienda y consigo llevaba una bolsa que pronto se la pasó al guardaespalda.

—Es un caos ahí.—río.
—Uh si. Oye vi a Sky, ella estaba rara.
—¿Qué hace ella aquí en Londres?
—Me ha dicho que Robert la mando pero yo no me creó eso.
—Bien no hay que preocuparnos por ella. Muero por ir a comer.
—Okey, vamos a Donostia Restaurant, me dijeron que es excelente la comida.

Tomé la mano de Lia y caminamos hasta el auto. Uno de los guardaespaldas condujo hasta el restaurante y cuando llegamos les pedí que ya se retiraran ala casa.
Pedimos de comer una pasta de camarones y unas papas ya que a Lia se le habían antojado.

—Vaya, estás papas son buenas.—dijo con la boca llena y reí.
—Si quieres más solo pídelo.—le dije. Estaba dispuesto a cumplir cada uno de sus antojos.
—Te amo.—tocó mí mejilla y me besó.
—Oye he hablado con Harry, las investigaciones siguen pero el me ha dicho que su detective le he informado que tendrá respuestas cuanto antes.
—Excelente, no puedo seguir con la angustia. Necesito respuestas muy pronto.
—Lo se y yo también. Y otra cosa, mi madre me llamó diciendo que nos visitarían esta semana para ver nuestra casa. Ya sabes que no la conocen aún.
—Vale pues a mí me parece una buena idea. Tu familia se ganó mi corazón desde que los conocí, yo no hubiera podido alejarme de ellos.
—Pero ahora los estoy recompensando por los años lejos de ellos.—murmuré y ella asintió.
—¿Extrañas "R5"?
—No empieces.—le advertí — No es agradable hablar de la ex banda.
—Algún día se lo tendrás que contar a tu hijo.—negué.
—No, no me gusta hablar de eso con nadie.
—Ya me he dado cuenta de eso pero deberías intentarlo.—gruñó molesta.
—No vuelvas a sacar ese tema.
—De acuerdo pero es algo que en verdad m...
—Ya, finalicemos el tema.—dije seriamente.

Volvimos a casa después de terminar toda la comida. Para cuando volvimos ya era de tarde y la luna comenzaba a salir. Rich y Sassy estaban acostados viendo una película pero enseguida la quitaron cuando nos vieron.

—¿Y bien? ¿Cómo les ha ido en las compras?—preguntó Sassy.
—Eh, bien, un poco abrumador pero bien.—optó por decir Lia.
—Deben estar cansados, ¿quieren cenar algo?—comentó Rich.
—Ya hemos comido algo antes de venir, así que por ahora no, pero gracias Rich.—le dije.
—Bueno, necesitó hablar contigo Ross.
—De acuerdo. Lia no tardaré.—le dije y ella asintió.

Me fui hasta la cocina seguido por Rich y saque una cerveza del refrigerador.

—Me he enterado de algo. Y creó que Lia no necesitas más dolor y por eso mismo tienes que guárdatelo.
—Ve al punto.
—Robert me llamó diciéndome que Sky había huido de Brasil. El no sabe donde está pero lo que si sabe, es que ella fue la causante de la muerte de Edward.
—Edward murió por una enfermedad.
—Si, pero aparte por culpa de Sky.
—¡No puedes estar mintiendo! ¡He visto a Sky hoy aquí en Londres y ella me ha dicho que Robert la mando para un asunto!
—Te ha mentido—susurró— Robert la está buscando y me ha pedido que te comuniques con el cuando antes.
—Maldicion, debe ser una broma.

Me jale el cabello y luego solté un golpe ala pared. Sky me había mentido. Ella había tenido parte que ver con la muerte de Edward... ¿Pero cómo? ¿Qué ocurrió realmente?. La había tenido frente a mí y tuvo el valor de mentirme. Si hubiera sabido antes la hubiera entregado alas autoridades. Si ella estaba aquí en Londres significaba que Lia estaba en peligro. Era el colmo, primero lo de la estúpida carta y ahora lidiar con Sky, tenía que ser una puta broma.

—No sé que haremos y sinceramente creó que me volveré loco.—dije antes de salir de la cocina.