Capítulo 8

2.2K 299 105
                                    

Narra J Hope

La lluvia nos había alcanzado y nuestra ropa estaba bastante mojada como para irnos caminando, a Jungkook se le ocurrió irnos en taxi y no tardamos en llegar. Al entrar al dormitorio los chicos nos ayudaron con las cosas para que pudiéramos pasar.

-Debemos quitarnos todo esto Kookie, sino vamos a resfriarnos -toqué con mi mano su espalda y lo sentí temblar.

-Vayan a cambiarse, la pizza ya no debe tardar -NamJoon señaló habitaciones y dejó un espacio en la mesa para colocar lo que acabábamos de comprar.

-Bien, quitemos lo mojado -caminé hacia la habitación y levanté la orilla de mi camisa empapada.

Apenas pude elevarla un poco, dejando al descubierto mi vientre, cuando sentí la mano de Jimin que me impedía continuar.

-Espera a que entres a la habitación -mantuvo la voz baja y noté que volteaba a ver a Kook- anda, camina -me tomó del brazo para entrar conmigo y cerró.

-Aquí, allá... es igual -una vez dentro de la habitación, quité ahora si mi camisa por completo.

-¿No lo notaste cierto? -su tono de voz era ronco.

-¿El qué?

-La cara de pervertido que tenía Kook mientras te observaba -rio ligeramente y cambió su expresión.

-¿Qué? Él no hacia eso -hice una mueca y de repente notamos que no estábamos solos.

-¿Quién hacia qué cosa? -preguntó Tae quitándose los audífonos y levantándose de su cama.

-¡Kook miraba a Hoseok como si quisiera devorarlo! -Jimin no esperó a que reaccionara para contestarle.

Eso bastó para que volteara la mirada hacia mí y noté la tristeza llegando a su mirada.

-Si, bueno... como sea, iré a ver si ya llegó la pizza -se levantó de la cama para salir de la habitación y de nuevo sentí una punzada en mi interior al ver su rostro triste.

Me senté en la cama revolviendo mi cabello para liberar la frustración que me dominaba. Miré a Jimin con recelo y enseguida me dio una disculpa.

-Yo no sabía que él estaba aquí -esbozó un pequeño puchero- pero ¿qué importa? Si estoy en lo cierto, y sé que lo estoy, Kook está interesado en ti, no tiene caso que Tae siga ilusionándose.

-¡Estás loco! -sin poder controlarlo reaccioné un tanto histérico- ¡esto no tiene sentido!

-Pero... -balbuseó tratando de averiguar si podía hablar conmigo sin que le gritara.

-Pero, aunque eso fuera cierto -lo interrumpí estando más calmado- yo no podría corresponderle a Kook y lo sabes. No quiero que Tae sufra y menos por mi causa. Me encanta verlo animado y disfrutando de todo porque cada vez que él finge estar bien mi pecho duele y no puedo correr y consolarlo, aún cuando siento unas ganas enormes de abrazarlo y decirle lo maravilloso que es.

-¿Y si intentas hablar con él sobre tus sentimientos? -sugirió poniendo su mano en mi hombro y lentamente se sentó a mi lado.

-¡No! ¡Eso nunca! -aunque sentía un ligero ardor en mis ojos, voltee a mirarlo- lo mejor que puedo hacer es no estorbar en su felicidad -me levanté de la cama y caminé hasta la puerta- si Kook siente amor por mi lo cambiaré, haré que me odie y entonces podrá darse cuenta que es Tae la persona con la que debe estar.

-¿Qué hay de ti? ¿Vas a ser feliz cuando los veas juntos? -insistió demostrando que no iba a rendirse hasta tener una respuesta concreta.

-Si, nada me place tanto como verlo feliz, eso es suficiente. No voy a exigir que me quiera y obligarlo a cambiar sus sentimientos, yo no puedo hacer eso con él -puse mi mano en el pomo de la puerta, respiré profundo y la abrí - es mejor que sea yo el que sufra y no él.

A la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora