A la luna

Capítulo 3

Caminaba por un verdoso parque a la luz del medio día y a mi alrededor pasaban muchas personas; algunas paseaban a sus mascotas y otras andaban de la mano con su pareja, incluso varios niños corrían y jugaban a mi al rededor.

Estaba ansioso, mi respiración se entrecortaba y mi corazón latía tan rápido que podía salirse de mi pecho en cualquier momento. Lentamente llegué a una banca donde alguien me estaba esperando y, al acercarme para poder ver con mayor claridad su cara, escuché la tonada de "Just one day" y todo empezó a tornarse borroso. Era la alarma que comenzó a sonar sin parar y con los ojos aun cerrados estiré mi mano hacia el buró para poder apagarla.

-Hyung... -susurraron en mi oído- todavía no.

Me di cuenta que Kook seguía con su brazo sobre mí y que incluso ahora una de sus piernas abrazaba a las mías como aprisionándolas.

¿Acaso este chico no se movió de esa posición en toda la noche?

-Vamos hay que levantarnos -moví su brazo de encima mío e hice lo mismo con mis piernas para liberarme de su agarre. Me levanté estirando mi camisa hacia abajo y me acerqué a la cama de Tae.

Moví suavemente su hombro y casi enseguida él comenzó a mover su boca como si estuviese saboreando algo. Pegó un bostezo y abriendo lentamente los ojos me sonrió -¡Buen día!- dijo con voz adormilada.

-Vaya, parece que amaneciste de mejor humor -le sonreí- levántate y salgamos a desayunar con los chicos.

-Ok pero... -bufó tapándose la cara con la sabana- solo 5 minutos más.

-¡No! Saben cómo se pone Jin si no vamos rápido a desayunar -moví su cuerpo entre las cobijas- ¡Vamos, arriba! ¡Huele a que desayunaremos hot cakes!

-¿Hot cakes?, ¡Yo quiero! -Kook saltó de repente de la cama viendo de un lado a otro todo el lugar, ubicó con su mirada la puerta y salio corriendo sin decirnos nada más.

-Parece que este niño nunca está cansado -suspiré viendo la cantidad de energía con la que se despertaba Jungkook.

-Ese es el poder de los hot cakes -murmuró Tae manteniendose aún bajo las sabanas.

-¿Y tú? ¿Qué poder debo invocar para que te levantes?

-Hay algo que serviría...-sacó lentamente la cabeza de las sabanas y me sonrió haciendo estremecer mi piel.

-¿Y qué es? -eliminé enseguida cualquier rastro de esa extraña y nueva sensación que me hizo sentir y pregunté.

Se removió un poco para sentarse y, antes de que respondiera, ambos posamos la vista en la puerta para encontrarnos con Jimin.

-¡Chicos vamos! Tenemos que desayunar antes de salir y estoy muriendo de hambre -se tocó el abdomen con una mano y se inclinó buscando dentro de la habitación- ¿Y Kookie?

-Acaba de salir corriendo hace un momento -Tae se levantó con un tono de voz ya más despierto y le respondió a Jimin.

Aún así lo notaba algo indiferente así que solté lo primero que se me ocurrió- ¿Hacemos una apuesta? -sonreí a los dos.

-Dilo ¿qué será? -aceptaron de inmediato, tal y como lo esperaba.

-El primero en llegar a la mesa de la cocina tendrá derecho a robar algo del desayuno que se sirvan los otros dos -elevé una ceja para retarlos a aceptar- ¿Les parece bien?

-¡Adelante! -respondieron al unísono y se pusieron en posición para correr.

-¡A la cuenta de 3! -gritó Tae con una expresión más animada que me hacía sentir bien - 1... 2... y ... 3!!! -gritó mientras corría dejándonos atrás.

Jimin y yo nos miramos y rápidamente nos dirigimos a la puerta para salir tras él.

-¡Maldición V! ¡Correr antes de decir "tres", eso es trampa! -gritó Jimin forcejeando por salir.

-¡Cállate y déjame pasar Park! -bromeé empujándolo a sabiendas de que solo nos apretariamos más, la puerta era muy pequeña como para que pasaramos los dos.

Cuando logramos traspasar, ya era demasiado tarde y por más que corrimos hasta el comedor de la cocina, nos encontramos a los chicos sentados comiendo, incluyéndolo al pequeño rubio que nos sonreía desde su lugar.

Nos acercamos para sentarnos en la mesa y Jimin sirvió en su plato hot cakes con un poco de tocino que Jin hizo para desayunar.

-¡Quiero esto!- dijo V tomando el tocino del plato de Jimin- ¡Y esto también! -continuó arrebatándome el vaso de leche que recién me había servido y estaba a punto de beber.

-¡Yo también quiero! -exclamó Kook al ver lo que Tae hacia y estiró su mano hasta mi plato para tomar un hot cake.

-No, tu no -golpee suave a su mano y él hizo un puchero.

-¡Basta chicos! Hay suficiente para todos -sonrió Jin.

-Pero a él si lo dejas -reclamó señalando a Tae con tono de niño pequeño.

-No, no lo hago -reí enfatizando mis palabras.

Me miró molesto y yo le saqué la lengua haciéndolo sonreír.

Era nuestro primer día solos y no lograbamos ponernos de acuerdo a dónde debíamos ir. Al final nos separamos y decidimos encontrarnos en la tarde para evitar "pelear".

Yo tenía muchas ganas de ir al cine, hacia tanto que no iba a ver una película que era una buena idea aprovechar esta oportunidad.

Jin y Rapmon se fueron juntos, al igual que V y Kook, los únicos en tener "planes individuales" fuimos Suga, Jimin y yo.

Me dirigí al cine dispuesto a ver una película y ya una vez en el lugar elegí una de corte romántico, no sé porque lo hice, simplemente me pareció la mejor elección de entre todas las opciones.

Desde que llegué al lugar noté varias parejas entrando y saliendo de las salas -¿Acaso soy el único que viene sin compañía?- me pregunté en mis adentros y me sentí patético.

Me fui a la dulcería por un gran bote de palomitas, un refresco y algunas golosinas, eso serviría para sentirme mejor.

Entrando a la sala me encontré con muchas más parejas de las que podía soportar, no porque me desagradaran sino que me hacian sentir más que sólo en este pequeño lugar.

Obviamente en esta película solo hay parejas, eso era de esperar, pero ya estaba ahí. Me senté y en cuanto empezaron los trailers deje que las palomitas satisfacieran mi paladar.

Pasó el tiempo más rápido de lo que imaginé y cuando terminó, me di cuenta de que aún era muy temprano. Crucé unas calles hasta llegar al edificio de tiendas departamentales donde más tarde nos veríamos todos y comencé a vagar por los pasillos.

Miraba atento las vitrinas hasta que me topé con una sala de video juegos, mire más detenidamente y adentro del lugar jugaban V y Kook en un simulador de autos de carreras.

Me quedé mirando de lejos, pues no quería interrumpir su diversión. Kook reía a carcajadas y trataba de desconcentrar a Tae empujando su hombro; V por su parte hacia sonidos de auto y gritaba levemente cada que lograba una extraordinaria vuelta en el juego.

Terminó la carrera y el rubio se levantó saltando y estirando las manos, supuse que había ganado la ronda por la expresión insatisfecha del otro y no pude evitar sonreir.

Ver a Taehyung tan contento me hacía sentir tranquilo, aunque mi corazón no pensara lo mismo por la manera tan fuerte con la que empezaba a latir.

Compartir tiempo con Kookie le hace bien a él y esa sonrisa, la verdad es que se ve más guapo cada vez que sonríe así...

-¡Hyung! -un grito agudo me trajo de golpe a la realidad.