Capitulo 50

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Manuel se despidió de los niños en la puerta de la casa, no quería entrar  a ella por mucho tiempo, no mientras descifraba el malvado plan en el que ingenuamente había caído y en el que por fin... estaba abriendo los ojos.
Quería recordar todo lo que había pasado aquella noche confusa e iba a hacer todo lo humanamente posible para volver a hacer feliz a Lucero, su Lucero.

Las tersas sedas de la cama de Lucero, la acompañaban lágrimas, tras lágrimas, lo extrañaba, era cierto, lo deseaba con fervor cada vez más. Quería tenerlo cada vez más cerca... que la hiciese suya, que la besara, que la cuidara, que tan solo le dijese "reina".
Entre esa nube de recuerdos y evocando promesas incumplidas, pensó que tal vez que todo su deseo, todo lo que sentía no se debía al amor que decía sentir por Manuel, fue entonces cuando comenzaron las comparaciones entre sensaciones de Michel y Manuel.
<Michel> Dijo esbozando una sonrisa.
<Manuel, mi spaw> Sonrió y a la vez se desplomó una lágrima en su rostro, así como se desplomaba su alma, cada vez que recordaba que ya no era su compañero de vida.
¿Costumbre tal vez? Manuel... -suspiro- cuanta felicidad a tú lado pero quizás pueda amar a Michel con la misma o mayor intensidad de que te amé – Se dijo así misma y limpió cada lágrima que adornaban su tersa faz hasta por fin quedarse dormida.

Mamá Lucero: ¡DESPIERTA!
Lucero: ¿MAMÁ? –se froto los ojos- ¿Qué haces aquí?
Mamá Lucero: Nada, aquí recordándote que tienes un concierto en el Auditorio Nacional hoy, nada más eso.
Lucero: ¿QUÉ? ¿Qué hora es?. –Dijo un tanto desubicada.-
Mamá Lucero: Las 7:00am
Lucero: Es ¿en serio? Tengo tanto que hacer, ¡Dios mío! –se levantó buscando sus chanclas, estaba demasiado nerviosa y eso ocasionaba que todo le saliese mal-
Mamá Lucero: ¿Buscabas... esto?
Lucero: ¿Qué haría sin ti mamá?, te amo.

Pasadas las 9:00am preparaba en su casa lo que necesitaría para su magnífica noche, todo iba impecable, excepto sus nervios... no sabía la razón de tales, nunca se había sentido así; pero cantarle a su público que cada vez crecía la ponía ansiosa: adolescentes, niños, adultos... Sabía que sería realmente estupendo, pero algo en ella estaba vacío y eso le causaba más nervios.

**19:30**

<Todo saldrá bien Lucero, todo> se decía a ella misma frente al espejo de su camerino.

-¿A quién quiero engañar? Necesito los ejercicios de respiración de Manuel, necesito que me abrace, que me diga que todo estará bien, necesito que me abrace...
Manuel: Y yo te extraño a ti... -Apareció por la puerta del camerino-
Lucero: ¿hace mucho que estás espiándome?
Manuel: Lo suficiente para escuchar que quieres que haga esto. –la levanto con cuidado del banquillo donde estaba y la abrazó-

¡Oh Dios! Solo él lograba darle paz, solo él lograba que se sintiera protegida, sus brazos eran como las vallas del edén evitando que todo el temor le asediara.

Manuel: Ahora solo tienes que inhalar miedos, contar hasta diez y medio para mejores resultados. Luego exhalar valentía, cerrar los ojos y abrazarme más; créeme así te harás más valiente, porque siempre estaré para  protegerte. –le dijo mientras la abrazaba y ella reía-
Lucero: Manuel... no sé qué decirte –se alejó- gracias, en serio te necesitaba logras sacar de mí, temores, me siento tan bien a tú lado y eso quizás es lo que hizo que en algún momento nos reconciliáramos, la costu...
Manuel: NO te atrevas a decir que es solo costumbre, yo te amo y sé que tú a mí. –le espetó-
Lucero: Debo ser realista –se giró para darle la espalda.- quizá ya no es solo amor, sino que estamos acostumbrados a nosotros mismos. 
Manuel: No puedo creer que todas esas barbaridades salgan de tus labios, Lucero Hogaza León.
Lucero: Es una triste realidad, Manuel.
Manuel: ¿Por qué no puedes amarme así? Como yo te amo a ti. –Levanto el rostro, para evitar que una lágrima cayese-
Lucero: No me repliques cosas que solo tú lograste, no pudiste amar así Manuel, no lo hiciste  como debías y me engañaste, así que no me hables de amor... ahora tú amante en turno está embarazada y nada se puede hacer.
Manuel: La idea era venir a calmarte y hacerte sentir mejor; ahora estas alterada, discúlpame reina.

Lucero solo suspiro.

Manuel: Quiero que sepas; aunque no esté contigo en esto, te irá mejor que en el 2007, cada vez haces las cosas mejor por eso te admiro tanto lindis. –le tomo la barbilla con su mano derecha y le levantó su rostro.-
Lucero: Puedes cambiar mi estado de ánimo en un segundo ¿Sabes?, gracias, gracias, mil gracias, gracias por estar aquí, gracias por tanto, te... te quiero. –Dijo mirándole a los ojos.-

Te amo, iba a decir, ¿te amo? Pero... ES COSTUMBRE o ¿NO?

Manuel se retiró, salió como llegó, sin que nadie se diera cuenta...
Casi era momento de salir a dar su gran espectáculo, estaba calmada... el abrazo de Manuel aún estaba latente en su ser; lo recordaba a cada segundo...

Michel: ¡Ya casi, hermosa! –le dijo un tanto emocionado-
Lucero: Sí, gracias a Dios... estoy tan emocionada.
Michel: Ya no te ves nerviosa... ¿Qué te ocurrió?
Lucero: Hmmm pues no sé, quizás solo era por el momento –dijo algo nerviosa.-
Michel: Muy bien pues, voy a ubicarme en el público para verte brillar –se acercó y le besó la frente- Por cierto, los de seguridad vieron a un tipo por estos lados hace como media hora, pero logró fugarse ¿Sabes quién era?
Lucero: Pues –suspiro, mientras miles de recuerdos volaban por su mente- <MANUEL> seguro fue el señor de las toallas, no sé.
Salió un poco incrédulo.

Sabía que Manuel era muy importante, pero Michel era su presente... se sentía mal al mentirle y debía remediar...

Era el gran momento, estaba detrás del escenario. Tenía el iPhone en sus manos recibiendo mensajes de todos sus fans y uno en particular.

---De: Manuel Mijares.

"Muchos éxitos mi lindis, los mereces...
nada de suerte que eso es para los principiantes
y tú, tú eres una maestra, solo recuerda:
inhalar miedos y exhalar valentía, te amo"---
Entonces suspiró y salió al escenario.

No Se Murio El Amor❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora